BETH POV'S
Unos ruidos incesantes en la puerta hicieron que me despertara de golpe y me levantara de la cama rápidamente, tan rápidamente que me di en el meñique con la pata de la cama.
-¡Au!- Susurré/Grité.
Vaya suerte la tuya.
Oh. ¡Venga ya! Estaba bien sin que tú aparecieras.
¡¿Qué pasa si es un violador, o aún peor, un asesino?!
¿Crees que si fuera un asesino o un violador estaría llamando a la puerta? De verdad, estas mal de la azotea.
Quien sabe, a lo mejor es un asesino que quiere matarte y está llamando a tu puerta para que le abras sin el tener que forzarla, y para cuando la policía llegue no habría indicios de forzamiento de la cerradura y tu cuerpo sin vida estaría en la cama.
Lo que yo decía, loca de remate.
Si yo estoy loca tu también lo estás.
Touché.Miré por la mirilla, lo único que se veía era oscuridad.
Me alejé de la puerta lentamente para volver a la cama, cuando vuelven a llamar a la puerta, ahora los golpes eran más fuertes.
-¿Quien es?- Pregunté armandome de valor.
-Soy- Risas- Stephen.- Más risas se escuchaban al otro lado de la puerta. Su voz no se escuchaba igual que siempre. Parecía distinta.
Abrí la puerta lentamente encontrándome el rostro de Stephen a cortos centímetros de la mía, aunque por la oscuridad no podía verle los ojos. Stephen pasó rápidamente adentro y se sentó en el sofá.
-¿Estas bien?- Pregunté a la vez que encendía la luz y cerraba la puerta. Me miró, sus ojos estaban rojos.
-¿Por qué tendría que estar mal?- Preguntó mientras reía.
-Estas ebrio.- Afirmé, aun que parecía más una pregunta.
-¡¿A tí que te parece?!- Intentó ponerse de pie, pero, cuando lo hizo volvió a caer redondo al sofá.
¿Que es lo mejor que se le puede hacer a una persona borracha para que se le pase un poco?Piensa, Beth, piensa.
¡Ya lo tengo!
-Al baño.- Ordené.
- Si señora.- Dijo haciendo un saludo militar mientras volvía a reír.
Empezó a tambalearse mientras se dirigía al pasillo.
-¿Dónde está- Rió. -el baño?- Volvió a reír.
Lo cogí de la mano, -la cual se tenso junto a todo su cuerpo-, mientras intentaba guiarlo.
-Siéntate.- Lo empujé por los hombros para que se sentara, tanto el como yo sabíamos que a llego a hacer eso mientras está sobrio, nunca, jamás de los jamases, lo hubiese conseguido sentar.
Miré hacia abajo encontrandome sus ojos fijos en mi, inspeccioné todo su rostro, percibí una pequeña raja al lado de su ojo izquierdo.
Saqué el botiquín para curarle la herida, me arrodillé en frente de él quedando a escasos centímetros de su rostro.-¿Sabes que eres hermosa?- Dijo.
-No digas tonterías.
-Es la verdad.
-No soy hermosa.- Finalicé.
Después de unos minutos, ya había terminado, estaba por ponerme de pie, cuando Stephen me agarró del brazo tirando hacia abajo quedando a la misma altura que el.
-¿No dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad? ¿Entonces por qué no me crees cuando te digo que eres hermosa? Estoy loco por tenerte, y me vuelve loco saber que no eres mía y que algún imbécil pueda llegar a enamorarte.- Me quedé sin palabras, ¿que le podía responder a todo lo que acababa de decir?
Sin esperarlo Stephen estrelló sus labios en los míos, pidió acceso a mi boca y yo gustosamente accedí a concedérselo, su lengua y la mía bailaban al son de un mismo compás, mordió mi labio inferior haciéndome gemir en su boca mientras nos besabamos.
Antes de darme cuenta, mis piernas estaban rodeando su cintura y Stephen me sostenía con sus manos puestas por debajo de mis mulos.
Stephen empezó a caminar fuera del baño.
La puerta de mi habitación estaba abierta, Stephen se dirigía a ella mientras me sostenía a mi.
Me acostó en la cama y el cayó encima mía, apoyó su mano izquierda en el blando colchón, la cual sostenía todo su peso, y su otra mano la tenía en mi nuca.
Seguíamos basándonos, la temperatura estaba empezando a subir, antes de que llegará a pasar algo lo detuve.-Stephen, no.- Sus labios pararon de moverse por encima de mi cuello.
-¿Por que no?- Preguntó, aún seguía borracho.
-Yo no, yo nunca he... bueno, yo soy...- Me interrumpió.
-¿Virgen?- Dijo sorprendido.
-Si.- Dije agachando la mirada avergonzada por cómo me miraba.
-No pasa nada, nena. Si no quieres pues no haremos nada.- Puso su dedo índice bajo mi barbilla y la levantó haciendo que lo mirara.
-Gracias.- Susurré tan bajo que no creo que se enterara.
-Échate a un lado, necesito dormir o me explotará la puta cabeza.- Subió las manos a su cabeza para darme a entender que lo decía enserio.
Stephen se deshace de su ropa y rápidamente se mete en la cama.-Buenas noches nena.- Dijo.
-Buenas noches Stephen.- Contesté.
A los minutos yo aún seguía despierta mientas miraba el techo, Stephen se durmió a los pocos segundos de tumbarse.
Lo miro, está tan tranquilo mientras duerme, sus petañas descansan en sus mejillas, su ceño está fruncido, como si algo le preocupara aun incluso mientras duerme, sus labios sonrosados y carnosos están entreabiertos.
Empieza a moverse, dando manotazos por mi pequeña cama, cuando toca mi brazo, rápidamente coloca el suyo en mi cintura atrayendome a su cuerpo apretandome fuertemente contra éste.Me relajo al insante de sentir sus brazos alrededor de mi.
¿Que está haciendo conmigo?
Nunca antes había dormido con ningún chico, ni siquiera con el chico que fue mi novio, y ahora estoy aquí, durmiendo con uno al que ni siquiera conozco, repleto de tatuajes, con una sonrisa que encandila cada vez que la muestra, aunque sea pocas veces, pero yo he podido verla, y para mi eso es suficiente.¡Hola!
Van a tener que perdonarme por no haber publicado el sábado, pero no tuve tiempo a escribirlo.Estuve pensando en que lo mejor sería cambiar el horario.
Y diran: Andrea pusiste el horario hace una semana.
Pero escribir un capítulo no es fácil, hay que tener inspiración. Y la inspiración llega cuando llega.
Así que subiré un capítulo cada miércoles.
Si tienen alguna queja sobre lo que he dicho dejadmelo en los comentarios.
Besos.
Espero que os guste el capítulo.Att: Andrea ♡
PD:(Vuelvo a repetir) Siento mucho el retraso, ya les expliqué el por qué de ello, en breve estará todo bien y podré publicar los días que tocan. PERDONADME♡
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Me tendrás miedo
Teen FictionElla era una chica normal, trabajaba en un bar, tenía un pequeño apartamento, una familia a la que no le importaba y amigos que la querian. Y después llegó él, el chico conocido y temido por todos los de su alrededor. Se conocerán por culpa del des...