Capítulo 22 [PARTE I]

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Sentada en una mesa de cristal, con Lara a mi lado, Stephen en frente de mi y Cameron en frente de Lara, esperando a que alguno de nosotros empezara a hablar, aun que sabíamos que ninguno lo haría.

-Bueno.- Comencé.

Todos me miraron esperando a que siguiera.

-Cameron nos hiciste venir para hablar, no para mirarnos- Vacilo Lara. Le dí un punta pié por debajo de la mesa.

-¡¿Se puede saber que haciais vosotras allí?!- Gritó Cameron.

-Yo...- Comencé. -Me... me retuvieron.

-¡¿QUÉ?!- Gritó con sus ojos como platos.

-Stephen.- Dijo Cameron haciendo que Stephen apartara su mirada de mi y la centrará en él.

-Ven.- Ordenó, Stephen se levantó a regañadientes y lo siguió hasta el pequeño patio que había al lado de la cocina.

STEPHEN POV'S

La observé, observé cada movimiento, cada gesto que hacia, no podía apartar mis ojos de ella.

¿Que cojones me está pasando?

-Stephen.- Dijo Cameron a mi lado, aparté la mirada de Beth.

-Ven.- Ordenó. ¿Quien se cree que es este para darme órdenes? Más tarde le dejaré claro quien manda.

-¿Por que coño no me dijiste que habían secuestrado a Beth?- Gritó/susurró.

-Para empezar no me toques los cojones y no se te ocurra levantarme la voz, y segundo, ¿que más te daba tener que salvarla a ella que a otra?

-Me tendrías que haber dicho que era Beth.

-Yo a ti no tengo que informarte de una mierda, lo que te ordene lo haces, y si te digo que te pegues cabezazos contra esa pared lo haces.-Dije señalando la pared que había a mi lado.

-Lo, siento tío, pero no tendría que haber ido yo ésta vez.

-¿Las conoces de algo?- Pregunté.

-Si.

-¿Desde cuando?

-Desde siempre. Beth es la mejor amiga de Lara y Lara es la mejor amiga de Beth, desde pequeños hemos sido sólo nosotros tres, sólo hasta el Instituto.- Dijo y dirigió su mirada al interior de la casa, me giré yo también a mirarlas, pero sólo podía mirarla a ella, nuestros ojos se conectaron y rápidamente volví a dirigir mi mirada hasta Cameron, quien seguía mirando al interior, pero no miraba cualquier cosa, miraba a Lara, la mejor amiga de Beth.

Minutos después nos dirigimos adentro.

-Beth.- La llamó. Ella alzó su preciosa mirada hasta Cameron.
¿Preciosa mirada? ¡Pero que mariconadas estas diciendo!

-Tú y yo tenemos que hablar.-Asintió.

-Me voy.- Tenía que salir de allí, no podía seguir cerca suyo, suficiente a sido que he dormido con ella, joder, he dormido mejor que en mucho tiempo.

Cuando subí al coche arranque dirigiéndome a... ¿Donde mierda voy? Con tantas prisas de salir de allí para no estar cerca de ella ni siquera he pensado adónde iría.

Miro el reloj; las doce y cinco.
Antes de darme cuenta me dirigí al club al cual asistía todos los días.

-Stepheeen, viejo amigo.- Gritó Bill al otro lado de la barra.

-Bill.- Dije a modo de saludo.

-Grandísimo hijo de puta. Llevas dos días sin venir aquí, ¿dónde quedó la costumbre de venir desde por la mañana hasta por la noche.- Rió.

-He estado haciendo unas mierdas.

-Brittany te ha estado buscando.- Me guiñó el ojos.

Brittany es una de las chicas que también frecuenta este antro desde la mañana hasta la noche . Seamos honestos, me la he follado más veces de las que puedo contar, siempre está dispuesta para mi, no tengo de que quejarme. Lo hace bien que es lo importante y me quita las ganas.
Ella sabe que sólo la busco cuando necesito sexo y ella me busca cuando quiere lo mismo, tampoco me suelo negar a dárselo.
Aunque hay momentos en los que es pesada de cojones.

Unas uñas pintadas de color rojo subían y bajaban por mi brazo.
Miré la cara de la dueña de esas uñas, como no, allí estaba Brittany.

-Hola amor.- Dijo sensualmente.

-Brittany.- Contesté frío.

-Te necesito ahora.- Dijo y acercó sus pechos al mío.

-No.- Yo no la necesitaba ahora, pocas veces he rechazado a Brittany, y está es una de esas veces, ella sabe que cuando digo que no es que no, pero siempre sigue insistiendo.

-Vamos Stephen, sé que tú también quieres.- Sus labios rozaron mi mejilla.

-No.- Repetí. Me levanté de la silla puse el dinero en la barra y me fui.

Me monté en el coche y me dirigí al bar más próximo, necesitaba beber sin que nadie me molestara.

(...)

Décima copa de Whisky, no sé como no estaba tirado ya en el suelo.

-¡Otra!- Grité al camarero. Me miró mal y me sirvió la copa. Si estuviera en mis cinco sentidos se guardaría las miradas.

Apenas veía las agujas del reloj.

-¿Qué hora es?- Pregunté arrastrando las palabras al hombre que había a mi lado.

Miró su reloj y respondió:

-Las cinco de la tarde.- Casi no podía pronuciar ninguna palabra, reí.

-Vale.- Volví con mi viejo amigo.
Cerré los ojos para despejar mi cabeza pero no sirvió de nada, en cuanto los cerré su imágen apareció en mi cabeza haciéndome abrir los ojos al instante.

Jelou🙌
¿Cómo están?
Este capítulo esta dividido en dos partes, la segunda parte la subiré el sábado.

Espero que les guste.
Besis de fresi para tod@s.

Os amo.
   Att: Andrea.

Nos leemos.

Me tendrás miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora