El despertador comenzó a sonar haciendo que abriera los ojos.
-Buenos dias.- La voz de Lara me sorprendió. ¿Cómo había entrado?
-¿Que haces aquí?-Pregunté.
-Oh,Lara. Me alegro de verte, buenos días mejor amiga.-Dijo irónica.
-Si, si. Buenos días, ¿cómo entraste?-Volví a preguntar.
-Entré con la lleve que me diste hace unos meses. ¿Recuerdas?- Dijo moviendo la llave delante de mi cara.
-Oh, claro.- Me levanté y me dirigí al salón para preparar café.
-¿Quieres?- Dije señalando la cafetera.
-Claro. ¿!Como negar un café?!- Preguntó incrédula a la vez que sonreía.
Comencé a preparar el café hasta se pensé en que si Lara había venido sería por algo.
-Lara.- La llamé.
-¿Si?
-¿Necesitas algo? Digo, si has venido ha sido por algo.
-Oh, esto... si, bueno, ¿vienes conmigo al centro comercial?- Preguntó- Por favor.- Sonrió mostrando todos sus dientes.
-Claro, total no tengo nada mejor que hacer.- Después de tomarnos en café mientras conversabamos animadamente de cosas sin importancia, comencé a vestirme, elegí ponerme unos pantalones negro ajustados y una sudadera negra como diez veces más grande que mi talla, suelo ponerme ropa enorme cuando hace frío, y hoy el día no estaba muy soleado que digamos.
Después de peinarme y ponerme un poco de brillo y rimel salí al salón donde Lara me esperaba observando su teléfono.-¿Vamos?- Asentí.
Conduje como una media hora para llegar al centro comercial y Lara se bajó rápidamente.
-¿Qué piensas comprar?
-¿Esta claro no?- Respondió como si estuviera claro.
Miramos por todas las tiendas y creedme si os digo que la mayoría de las cosas que vimos Lara las tenía ya en su armario, no bromeo.
Íbamos hablando de camino a un restaurante mientras hablábamos del trabajo.-Oye beth.
-Dime.- Me giré a mirarla.
-¿Cuando piensas volver a la Universidad?-Preguntó.
-No lo sé, aun me quedan unos meses para volver.
-No te quedan tantos meses, cuando menos te lo esperes ya habrán pasado.
-¿Y tu? ¿Cuando piensas volver?
- En un mes, ya me admitieron, ¿no es genial? - Sonrió emocionada.
-Si, ¿ya has decidido que carrera hacer?- Lara me miró y asintió.
-Medicina.- Dijo decidida.
-Me alegro de que ya té hayas decidido.- Continuamos hablando sobre mil cosas más cuando vi que alguien conocido se acercaba, tarde un poco en reconocer quien era hasta que estuvo a escasos pasos de mi, Rick.
-Hola beth, cuanto tiempo, ¿cómo estas?- Se detuvo en frente de mi y de Lara.
-Hola Rick, bien ¿y tu?- Pregunté sonriendo.
-Bien, ¿recuerdas que te dije que me gustaría que vinieras a cenar a casa por ayudarme y así conoces a mi hija?- Asentí.
-¿Te gustaría venir este sábado?- Lo pensé unos segundos hasta se finalmente acepté, no podía hacerle el feo de decirle que no, sería de mala educación. Rick se despidió y siguió su camino al igual que Lara y yo.
-¿Quien era ese?- Preguntó Lara, sabía que no tardaría mucho en preguntar.
-Lo conocí una noche que salí del trabajo, estaba herido y lo ayude.- Lara me miró y frunció el ceño.
-¿No piensas ir verdad?
-¿Por que no?- Pregunté.
-¿Lo preguntas en serio?- Asentí. -¿Pero tu lo has visto?- Volví a asentir.- No me ha gustado nada este tío.
-Sólo iré a cenar para no hacerle el feo, no pasará nada, no es que me vaya a matar ni nada de eso.- Reí y Lara me miró aún más seria que antes.
-No sé beth, simplemente no me fio de el.
-Tú no te fias de nadie Lara. - Reí y enganché mi brazo al suyo.
-Ese es el caso, no me fio de nadie, y de ese tipo menos, tiene algo, no se que es, pero tiene algo que no me gusta.- No contesté y la arrastre al restaurante que había fuera del centro comercial.
Pasamos todo lo que quedaba de tarde mirando más tiendas, bueno, Lara las miraba, yo simplemente la seguía por todos lados.
-¿Te gusta este?- Preguntó Lara después de probarse el cuarto vestido.
-Si.- Dije con cansancio.
-Has dicho que si a todos los vestidos.
-Es que todos son bonitos.- Respondí.
-Voy a probarmelo, no te muevas de aquí. -Asentí aun mirando la pantalla de mi móvil.
En cuanto Lara entró a los probadores me levanté y me dirigí a la salida, necesitaba salir ya de estas tiendas.
Al llegar a la salida me fijé en que había un puesto de helados, a paso rápido me dirigí a comprar uno.
-¿Qué desea?- Preguntó un chico de unos veinte años.
-Un helado de vainilla con nata, fresa, chocolate y menta.- Levantéla vista de los helados y el chico me miró sorprendido a la vez que sonreía.
-Marchando.- Preparó mi helado y le di el dinero, cuando me giré para irme me choqué con algo, más bien con alguien.
-Mira por donde vas.- Dijo una voz molesta. Miré hacia arriba por que de verdad el chico podría medir perfecamente dos metros y yo, bueno yo no subia del metro setenta.
-¿Perdón? Eres tu el que no mira por donde vas.- Dije enfadada. Cuando vi su cara mi cerebro se apagó, ¿que hacia el aquí?
-Niñata, cuidado con lo que dices. ¿Entiendes?- Acercó su rostro al mío intentando intimidarme, pero claramente no le diese placer.
-Elisabeth.- Reconocí el grito de Lara, no aparté la mirada de los ojos de Stephen en ningún momento.
-Te dije que no te movieras.- Dijo una vez que estaba más cerca de nosotros con tono enfadado. Stephen se alejó lentamente y sonrió de manera malévola, y rápidamente dirigí mi mirada a Lara, que me observaba con enfado.
-Vámonos.- La tomé del brazo y la empujé hasta donde estaba aparcado el coche.
-Oh no, tu me vas a explicar todo lo que ha pasado,por que se notaba que no sólo os habéis visto un par de veces.
Y este es el momento en que odio ser tan transparente para Lara y el momento en el que me quiero morir.
Hola hola
¿Cómo va?¿Qué pasará en la cena?
Bueno yo ya lo sé, ahora dejoque ustedes le den rienda suelta a su imaginación y ya vereis que pasará en el próximo capítulo.
Comenten que es lo que piensan que pasará en la cena.
Y voten si les gustó el capítulo os lo agradecería.Mil besos.
Att: Andrea♡
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Me tendrás miedo
Teen FictionElla era una chica normal, trabajaba en un bar, tenía un pequeño apartamento, una familia a la que no le importaba y amigos que la querian. Y después llegó él, el chico conocido y temido por todos los de su alrededor. Se conocerán por culpa del des...