Capítulo 25 [PARTE II]

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Son las ocho de la mañana, el despertador ha empezado a transmitir su irritable sonido sobre las siete menos veinte, me ha costado mundos poder levantarme, ayer estuvimos hasta demasiado tarde viendo películas y llorando.
Hasta ha tenido que quedarse a dormir Lara, a la cual miro, durmiendo en mi cama con unos de mis pijamas de verano, con la boca abierta mientras ocupa toda la cama con sus piernas y brazos.

Yo ya estoy preparada para irme cuando escucho un enorme estruendo que procede de mi habitación.
A paso rápido me dirijo hasta el dormitorio, en el que veo a Lara tumbada en el suelo durmiendo.

-Lara.- Grito.

Ella no da ningún tipo de señal de haberse enterado, ¡hasta dudo de que se haya enterado de que la estoy llamando! Y si lo ha hecho, no ha dado ninguna señal.

-Laraaa.- Grito aún más alto que la vez anterior.

-¿Mmm?- Gruñe aún dormida.

-Levanta.- Digo con voz fuerte y autoritaria.

-Cinco minutos más.- Se acomoda en el suelo e intenta seguir durmiendo.

-Ni cinco, ni dos. ¡Ahora!- Lara empieza abrir los ojos y se los frota con las manos.

-¿Qué pasa?- Pregunta como si no supiera nada.

-¿Cómo que qué pasa? Tengo que irme a trabajar.

-¿Y? ¿Acaso tengo que abrirte la puerta o algo?

Salgo de mi habitación y voy hasta la cocina, donde cojo un cubo y lo lleno de agua fría, cuando vuelvo Lara sigue tumbada en el suelo con los ojos cerrados. ¡Pobre, no sabe lo que le espera!

Sin pensarlo mucho levanto el cubo y se lo tiro encima.

Lara empieza a gritar histérica, rápidamente a levanta del suelo con los ojos muy abiertos.
Empiezo a reír como una loca mientras observo como ella se acerca peligrosamente hacia mi.

-¡¿Estás bien de la cabeza?!- Grita, yo sigo riendo.

Me dobló hacia alante y me agarro la barriga, que duele de tanto reír.

-Sí, ríete mientras puedas. ¡Esto no quedará así!- Levanta los brazos enseñándome el dedo corazón y dirigiéndose al baño.

Cojo las llaves del coche, mi teléfono y lo guardo en mi bolso. Cierro la puerta al salir, bajo las escaleras, salgo del edificio, camino lentamente hasta el coche, mi corazón comienza a latir fuertemente en mi pecho sin ninguna razón, antes de que pueda siquiera llegar al coche, todo ocurre muy rápido, veo como una persona en un coche dispara a otra persona que está en el coche que va delante de él.
El coche al que dispararon volcó y empezó a dar vueltas, mis ojos aún estaban atentos a la escena que transcurría delante de ellos, observe como el coche de atrás empezó a acelerar desapareciendo por la carretera.
Todo el mundo, y cuando digo todo el mundo es todo el mundo, acudió hacia el coche volcado.

Me costó bastante llegar hasta la primera fila, después de pegar empujones, recibir insultos de la gente, dar y recibir miradas raras, pude llegar.

Cuatro hombres se habían ocupado de sacar al conductor del coche, intenté acercarme más.

Mi corazón dio un vuelco al ver quien era la persona que estaba allí tendida en el suelo, casi sin vida.

Corrí hacía él, no pude aguantar más y mis ojos comenzaron a expulsar lágrimas, una detrás de otra, sin parar, sin intentar detenerme, sentía, podía ver como se iba por momentos.

Mi pecho cada vez dolía más, a mis pulmones cada vez les faltaba más aire, no podía seguir viendo aquella escena.

De fondo se escuchaba el sonido de la sirena de la ambulancia, y yo seguía llorando mientras rogaba que la ambulancia llegara lo más rápido posible, todo el mundo miraba la escena.

Segundos más tarde la ambulancia llegó y rápidamente levantaron a Cameron para ponerlo en una camilla, me subí de acompañante y fuimos al hospital, al llegar los médicos ya lo esperaban en la entrada para entrar en el quirófano. Me senté en la sala de espera aún con lagrimas derramándose por mis mejillas, todos los recuerdos se agolparon en mi mente, uno detrás de otro, Cameron y yo de pequeños jugando en el parque, cuando fuimos por primera vez a primaria, recuerdo ese día como si fuera ayer; recuerdo como Cameron y yo entramos por la puerta de la escuela agarrados de la mano, recuerdo que ninguno de los dos conocía a otros niños, así que pasábamos todas las horas, de todos los dias de clases, y de todos los fin de semana juntos, y después conocimos a Lara, la chica alocada que desde ese momento comenzó a ser mi mejor amiga, sólo éramos nosotros tres y nadie más.
Más recuerdos se nosotros llegan a mi mente, hace tan sólo unos años, cuatro para ser exactos, Cameron y yo caminábamos por el pasillo del instituto, los dos salimos de nuestra clase castigados, recuerdo como cameron se levantó riendo y en mitad de la explicación del profesor de matemáticas se arrodilló ante mi y me invitó a bailar mientrar tarareaba una canción lenta que él mismo se inventó, comenzamos a bailar y todos nuestros compañeros se reían de nosotros, pero nosotros estábamos absortos el uno en el otro, nuestros ojos se comunicaban y no había necesidad de decir una sola palabra para entendernos, con mirarnos era suficiente, teníamos esa comunicación especial que sé que nunca tendré con nadie más que con él.

Alguien tocó mi hombro haciéndome volver a la realidad, mi cara seguía mojada a causa de las lágrimas que seguían saliendo, los puños de mi camiseta también estaban mojados de refregarmelos por la cara.

Una enfermera me miraba preocupada.

-Un médico saldrá a hablar contigo sobre la salud de tu amigo- Asentí y después de eso se marchó, no sin antes darme una suave acaricia en el brazo.

Llamé a Lara para que viniera, no quise contarle por teléfono lo que pasaba, pero al escuchar su voz responder al otro lado de la línea, se la escuchaba feliz, y sabía que después de saber la noticia una gran parte de ella se rompería en cachitos tan pequeños que sería difícil volver a juntarlos.

Llamé a Stephen, el cuál respondió igual de borde que siempre cuando hablaba, a él si se lo conté por teléfono, y me dijo que estaría aquí en dos minutos, y fue verdad, cinco minutos después el se encontraba a mi lado y el pecho le subía y le bajaba aceleradamente.

¡¡Holwis!! Vuelvo a estar aquí con todos ustedes, después de estar sin aparecer por lo que me han parecido siglos, sé que he tardado demasiado, sinceramente no he escrito muy seguido, pero espero que os guste el capitulo.

Espero acabar el siguiente rapido.

Kisses. Att: Andrea ♡

Me tendrás miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora