CAPÍTULO 23 P2

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Teníamos una especie de pelea con las miradas, que preferí ignorar para darle un trago a la botella, el líquido ardía al bajar por mi garganta así que no pude evitar hacer una mueca. Me limpie los labios con el dorso de mi mano y me encaminé a la salida. Al pasar por su lado me detuve unos segundos pero luego volví a avanzar. Llegué hasta la pista improvisada de baile y me dejé llevar por el ritmo de la música, puedo asegurar que bailo horrible en este momento pero me divierte así que es lo que menos me importa en este momento.

Una mano toma mi brazo y me aleja del chico con el que hace apenas unos segundos estaba bailando. Le doy a Derek una mala mirada que ignora. Trato de soltarme de su agarre sin embargo este se hace más fuerte, comienza a caminar y a arrastrarme con él hacia las escaleras.

Después de entrar a una habitación vacía, y poner el pestillo, nos sentamos en la cama y un silencio incómodo se instaló entre nosotros.

-¿Cuánto has bebido?

-No me siento ebria, no tanto-digo haciendo una mueca-. Solo un poco mareada.

-Bebe- dice ofreciéndome una botella de agua que no había notado que estaba en su mano izquierda.

-Gracias.

En todo el tiempo que me tomó beber el agua no nos volvimos a dirigir la palabra y un incómodo silencio se había establecido entre nosotros.

-¿Por qué es malo ser virgen?- pregunto de repente.

Derek voltea a verme con los ojos como platos mientras abre y cierra su boca tratando de decir algo, después se aclara la garganta.

-No es malo- rasca su nuca-. Simplemente me aterra.

-¿A qué te refieres? Ser virgen no me hace una alienígena como para aterrarte.

-No comprendes- rueda los ojos-. Me aterra la idea de lastimarlas en la hora de la acción.

-Eso es... dulce.

-Supongo- se encoge de hombros-. ¿Por qué besaste al chico?

-No lo sé- murmuro avergonzada-. ¿El alcohol?

-Vamos a bailar- dice levantándose.

-No sé bailar, lo de hace unos momentos fue horrible- niego con la cabeza-. Y mucho menos bailo como tu acompañante de cabello azul.

-Ese fue un baile diferente con un beneficio diferente.

-¿Y qué beneficio tendrá el nuestro?-alzo la ceja.

-El de la amistad.

Amistad. Esa palabra de repente me sabe agría. Y me entra el miedo de que mis sentimientos por Derek crezcan. Estoy jodida.

Derek toma mi mano y me guía hacia la pista de baile, sensaciones extrañas se acumulan en mi estómago al ver sus dedos entrelazados con los míos.

Al llegar a la pista –que en realidad es la sala de estar- nos encontramos con muchas personas bailando un género de música que creo es rock-punk. Todos bailan de manera desenfrenada, algunos bailan sensual mientras se besan y manosean con su pareja y otros simplemente disfrutan la música y se dejan llevar.

-Derek no puedo hacerlo- hago una mueca-. ¿Cómo bailo?

-Solo se tu misma- sonríe.

Con su mano que aún sujeta la mía me da la vuelta, de modo que su pecho se pega a mi espalda y posiciona sus dos manos en mis -escasas- caderas y las mueve al ritmo de su cuerpo. Puedo sentir mis mejillas sonrojarse por su acercamiento, es una de las cosas más provocativas que hago en lo que va de mi vida.

-Esto es muy- aclaro mi garganta y trato de que mi voz se escuche sobre la música-. Incómodo.

-¿Eso crees?- susurra en mi oído y escalofríos se esparcen por todo mi cuerpo.

***

Bailamos alrededor de tres canciones cuando decidimos subir a una habitación, cuando por fin encontramos una desocupada le pusimos el pestillo a la puerta y nos dirigimos al balcón que había ahí.

-Esto no se parece nada a los libros o películas- murmuro viendo la vista que ofrece el pequeño balcón-. No es una vista para nada hermosa o para recordar.

-¿Qué esperabas? ¿Un castillo? Esta zona está abandonada y es muy vieja- dirige su mirada a los edificios vacíos-. Prefiero una vista pacífica y tranquila que una hermosa que en unos años estará cayéndose a pedazos.

-Eso fue muy profundo, Derek.

-Llego a ser muy profundo, preciosa- guiña un ojo-. Muy profundo.

-Y el momento profundo se fue- ruedo los ojos-. ¿Siempre has sido así?

-¿Cómo?

-Un chico malo.

-Eso creo- ríe.

-¿Y tu hermano?

-Andrew- suspira-. Él era todo lo contrario a mí, era tranquilo, no usaba la violencia al menos que fuera necesaria y siempre trataba de no meterse en problemas, pero le encantaban las carreras ilegales, él era el mejor.

-Debieron ser muy unidos.

-Lo fuimos- asegura-. ¿No tienes hermanos?

-Soy hija única.

-¿Tus padres no pensaron en tener más hijos?

-No podían- hago una pausa-. Ni podrán.

-¿A qué te refieres con eso?- frunce su ceño-. ¿Cómo que no podían?

-No podían tener hijos- digo cabizbaja.

-¿No podían tener más hijos después de ti?

-Yo soy su hija, pero no de su sangre- suspiro-. Soy adoptada, ellos no pueden tener bebés.

-Eso no me lo esperaba- sacudió su cabeza-. Sin embargo te pareces a ellos.

-¿Los conoces?

-Claro, son amigos y socios de mis padres.

-Eso yo no me lo esperaba.

-Ven aquí- abre sus brazos y yo voy hacia ellos, enseguida me estrechan contra él.

Siento que mi respiración se atora en mis pulmones cuando coloca su mentón sobre mi coronilla y suelta un suspiro, sin embargo retrocedo un paso y lo veo fijamente.

-¿Te cuento algo?- no espero su respuesta y prosigo-. No creo que eres malo, porque te preocupan e importan los demás, creo que estas roto y que has tenido muy malas experiencias y por eso has creado esta coraza irrompible para que no te vuelvan a dañar a ti ni a las personas que amas pero...

Estampa sus labios en los míos y por unos segundos me quedo paralizada, pero después le correspondo. Sus labios se mueven lentamente sobre los míos en una danza sincronizada, sus manos se aferran en mi cintura y me atrae hacia él, nuestros pechos chocan y eso provoca que un ronco jadeo salga de mi boca, él aprovecha para adentrar su lengua en mi cavidad bucal mientras movemos ambas en un compás ardiente. Antes de separarnos muerde levemente mi labio inferior y cuando terminamos lo miro a los ojos, pero también veo como su pecho sube y baja rápidamente y como sus labios están rojizos e hinchados, supongo que los míos están iguales.

-¿Por qué lo hiciste?- murmuro sin aliento.

-Tenías que callarte.




 Espero les guste, porque ya tenía escrito uno mejor -según mi opinión- y se borró, así que me esforcé en recordar que tenía el anterior y así quedó, ojalá y sea de su agrado.

Como hoy es #viernesdefangirleo quise que fangirlearan con ese beso entre ellos (*o*)/, hasta la próxima.  


The Bad Boy is not a Bad BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora