Mike seguía dormido cuando abandoné su habitación, así que simplemente salí hacia mi auto, al llegar a mi auto me crucé con dos chicos, al parecer ellos estaban perdidos.
-¿Está es la casa del Sr. McCarthy?
-Era- digo secamente.
-Oh, lo siento mucho.
-No hay problema- niego con la cabeza-. Solo llamen la puerta.
Subo a mi coche y emprendo mi camino a casa. Al llegar simplemente permanezco ahí pensando. ¿Qué demonios pasa conmigo? ¿Qué demonios pasa con Derek?
Tomo mi celular entre mis dedos y me decido entre llamarlo o no. Al final decido dar una vuelta para despejar mi mente. Sin embargo, mi mente no se despeja, en cambio se revuelve más al ver a Derek caminando por la acera. Al ver mi auto detiene su caminata y yo detengo el auto frente a él. Bajo la ventanilla y nos vemos a los ojos.
-Entra- digo para después subir la ventanilla.
Él entra y no decimos palabra. Conduzco rápidamente hasta el bosque, donde se encuentra el pequeño lago, estaciono el auto y después apago el motor.
-¿Qué demonios sucede contigo?- pregunto bruscamente.
Él me mira a los ojos y después niega con la cabeza.
-No lo sé- se encoge de hombros-. Creo que estaba celoso de que estabas muy pegada con Mike.
-¡Derek!- exclamo-. Su padre se acaba de suicidar, claro que iba a estar apoyándolo.
Sí, el padre de Mike se suicidó antes de que el cáncer lo matará.
-Lo sé, Hannah- me dice con voz fuerte-. ¿Crees que no sé qué está sufriendo? Ya he pasado por eso, y sé lo que se siente, por eso sé que también es bueno estar solo para desahogarse.
-Eso no es lo que dije.
-Pero trataste de decirlo, sé que piensas que no lo apoyo o alguna cosa como esa, pero tú no nos conoces, Hannah, no sabes cómo nos apoyamos, no sabes nada, así que no te metas.
-Eres un idiota, eso eres, y no solo tú, Scatha también, ella es una perra que te manipula y lo peor es que te dejas manipular, no pones resistencia, solo haces lo que ella te ordena.
-No digas tonterías- ríe sarcásticamente-. En tu cabeza todo es un lío y no te deja pensar correctamente.
Mi ceño fruncido deja ver mi enfurecimiento. "En tu cabeza todo es un lío" "No te deja pensar correctamente", maldito idiota, cree que porque acabo de hallar a mi familia biológica no puedo pensar.
-¿Eso crees?-digo en tono neutro-. Pues al parecer tu cabeza ha estado hecha un lío desde hace un año, ya sabes, cuando casi matas a ese tipo.
Su semblante cambia inmediatamente. En su mirada se instala la furia, su ceño fruncido hace que casi no se vean sus ojos azules.
-No lo vuelvas a decir- dice lentamente-. No me lo vuelvas a repetir, Hannah.
-Eres un cobarde- escupo fríamente-. Salvaste tu trasero y dejaste que una persona inocente pagara por ti, eres un asco.
-¿El asco soy yo? ¿Eso crees?, yo no fui el niño que fue rechazado por su madre, pasó años en un orfanatorio y resulta que su madre biológica está viviendo de lujo, y en el mismo pueblo que tú, sin ninguna intención de buscarte algún día.
Mi mano impacta en su mejilla. Al parecer no se lo esperaba. El auto queda en silencio. Derek abre la puerta y sale. Yo me quedo viéndolo a través del parabrisas.
Un grito sale de sus labios mientras jala sus dorados cabellos.
Salgo del auto y lo veo fijamente.
-¿Eso piensas de mí?- grito-. ¿Qué soy un asco?
-¡Hannah, cierra la boca!- grita de regreso-. Tú me hiciste decir eso.
-¿Así que yo tengo la culpa?- grito-. Tu eres el imbécil aquí, no yo. Tú casi matas a un tipo ¿y es mi culpa?, no lo creo. El asco aquí eres tú, no yo. Dime donde están tus padres ahora, no lo sabes porque nunca te han prestado atención, ni tú a ellos. Así que prefiero pasar mi vida entera sin mis padres biológicos y estar con mis verdaderos padres, los adoptivos, que me han dado amor, una palabra que no conoces y nunca conocerás.
-Retira lo dicho, Hannah- me dice en un tono peligroso.
-¿O qué?- le digo desafiante-. ¿Intentarás matarme como a ese tipo?
Derek pasa por mi lado y camina hacia la carretera, fuera del bosque. Yo me quedo en el bosque, la rabia que siento es tan grande que no quiero ni conducir por miedo a accidentarme. Tomo varias piedras pequeñas y comienzo a lanzarlas con fuerza hacia el lago.
Al final me rindo, entro a mi auto y me desahogo, mis lágrimas empiezan a caer y mis sollozos se escapan de mi garganta. La noche cae y decido marcharme, limpio mis ojos con mi manga y salgo directo a la carretera.
Llego al lugar donde Derek me llevó algunas veces; las carreras.
Estaciono el auto y bajo, no conozco a nadie, solo algunas cuantas caras conocidas, pero todos están borrachos así que me tratan como si fuera una gran amiga. Bebo poco alcohol, pero disfruto ver las carreras, de hecho, apuesto un poco de dinero.
Con un poco de alcohol en mi sistema, de madrugada y con mi nivel de valentía al máximo, conduzco hasta una lujosa casa.
La casa de Sasha Paterson, o más bien Sasha Smith. Mi madre biológica.
Llego a la puerta y toco el timbre. Son las dos de la madrugada, así que espero y esa maldita se despierte.
Luego de tocar el timbre por segunda vez y esperar diez minutos parece escuchar a alguien bajar.
-¿Quién es?- pregunta una voz masculina.
-Hannah Lenonn.
-¿Qué quieres?
-Hablar con Sasha Smith.
La puerta se abre y me muestra a dos adultos en pijama, un hombre alto de pelo oscuro y tez blanca de entre 30 o 40 años. Atrás de él se encuentra una mujer alta de pelo castaño que me mira con confusión.
-¿Puedes repetirme tu nombre?
Eso tal vez me dolió un poco.
-Hannah, Hannah Lenonn.
-¿Y qué quieres conmigo?
No recuerda el nombre que ella colaboró en ponerme.
-Hablar.
-No doy consultas a esta hora, querida.
-No quiero una consulta, yo vengo a hablarte sobre tu hija.
-¿Qué hija?- frunce su ceño-. Yo solo tengo hijos varones.
Eso dolió. Eso dolió mucho.
-Me refiero a la que diste en adopción, y la que al parecer olvídaste por completo.
La cara de Sasha cambia radicalmente a una de sorpresa, y la de su esposo igual.
-¿De qué habla, Sasha?
-Oh, al parecer tu esposo no sabía que tenías una hija, oops- sonrío-. Fue un placer conocerte madre.
Doy media vuelta y camino hacia mi auto, escucho como Sasha y su esposo discuten, y eso me alegra un poco, solo un poco.
Hola, regresé después de 84 años. Rompí por vigésima vez mi promesa de "actualizar cada semana", y no tengo excusa, así que lo siento, cada vez que actualizo digo lo siento jajaja xd. Disfruten este melodramático capítulo, y ahora sí, empieza la cuenta regresiva, puede que este sea el penúltimo capítulo o el antepenúltimo, aún no me decido.
Adiós.
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The Bad Boy is not a Bad Boy
Ficção AdolescenteHannah Lenonn ha sido tranquila toda su vida, pero al tener un "pequeño" altercado con la reina del instituto es enviada a la estación de policía. Su sanción es trabajar en el servicio comunitario al igual que los demás chicos "problema". Ahí conoce...