PRÓLOGO

5.6K 153 3
                                    

Seis meses después.
30 de Junio. Paris, Francia.

Abrí los ojos despacio mientras los rayos del sol se colaban a través de la ventana. Maldije en voz baja. Había olvidado cerrar la cortina. Me puse de pie y caminé hacia la ventana y bajé las persianas, de nuevo el cuarto estaba a oscuras. Caminé de regreso hacía la cama y encendí la lampara que estaba sobre la mesita de noche. Apoyé mi brazo en mi nuca y así permanecí acostado mirando el techo. Sentí un movimiento a mi lado, Sophie Lepro se había despertado. Llevábamos poco más de cuatro meses saliendo. Se dio la vuelta y me miró.

—Bonjour mon, amour —dijo en su perfecto y sexy acento francés.
—Bonjour —le respondí y acaricié su mejilla.

Sus penetrantes ojos azules me miraron. Sonrió y tomó mi rostro entre sus delicadas manos para besarme.

—Je t'aime —musitó.

Volví a besarla ¿qué podría decirle? La quería y me gustaba pero no la amaba. A pesar del tiempo aún no podía dejar de pensar en Rachel, en su sonrisa, en el olor de su cabello, en la suavidad de su piel. Me sentí aturdido debido a aquellos recuerdos que volvían a mí con fuerza y me acomodé sobre Sophie para dejar de pensar y perderme en su cuerpo.
Rachel era mi pasado y ahora debía olvidarla... dejarla ir y lo iba a lograr.

* * *

30 de Junio. Brooklyn, Nueva York.

Definitivamente yo ya no era la misma. Desde que Scott me había traído con su jefe lo único que había hecho era aprender a usar un arma, a engañar, a robar. No estaba muy segura del porque estaba accediendo a todo esto. El jefe me trataba como una verdadera reina y no entendía el porque de esa actitud hacia mí. Aún que eso sí, se había rehusado a decirme su nombre, así que simplemente era "el jefe".
Hoy llevaría a cabo mi primer robo en un banco. Estaba un poco nerviosa pero para esto me habían entrenado y si quería seguir con vida debía acatar aquellas ordenes.
De vez en cuando pensaba en Joseph y anhelaba su regreso. Sin embargo también me convencía a mi misma de que seguro él ya estaba con alguien más. Suspiré.

—¡Anderson! —me gritó un compañero haciendo que me sobresaltara— ¡preparate ya casi llegamos!

Asentí y tantee el arma que tenía por dentro de mis jeans. Y me preparé. La puerta de la furgoneta se abrió y bajamos Steve, Lucious y yo.  Caminamos hacia la puerta principal del banco listos para llevar a cabo nuestro primer atraco.

REVENGE II [+18] •TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora