CAPÍTULO 13

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El tiempo paso volando, ya eran las cinco y media cuando Rachel iba saliendo de la mansión en un viejo Dodge. Se aseguró de que ninguno de sus compañeros la hubiera visto salir, pero sabía que todos los autos contaban con un rastreador interno asi que decidió dejar el auto en el centro comercial que estaba a seis cuadras de su viejo departamento, sentía una presión en el pecho al pensar que en media hora más se encontraría con Joseph.

Aparcó el auto en el estacionamiento subterraneo de la tienda departamental, evitó a toda costa mirar a su alrededor y a sus espaldas para no despertar sospechas en su posible seguidor. Llegó a las escaleras eléctricas y subió, caminó por las tiendas fingiendo interés por algunas prendas de ropa, zigzagueo entre la gente y subió a un elevador, llegó al tercer piso y caminó rápidamente hasta el otro lado, subió a otro elevador y bajó, se dirigió a los baños públicos, estaban vacios.
Se subió a uno de los excusados y pudo comprobar que la pequeña  ventana daba hacía la calle, con cuidado trepó por el excusado y el pequeño cubículo hasta la ventana; sacó primero una pierna mientras la otra la apoyaba sobre el borde del cubículo, se agachó y sacó la cabeza del otro lado, ya tenía medio cuerpo afuera, se sostuvo con fuerza del marco de la ventana para sacar su otra pierna y quedó sentada en la ventana. Inhaló y exhaló unas cuantas veces, cerró los ojos y brincó.
No era muy alto asi que el impacto no fue muy fuerte. Revisó que sus converse estuvieran correctamente anudados y corrió calle abajo hacía su antiguo departamento.

* * *

Joseph había tenido una fuerte discusión con su novia después de que esta llamara "zorra" a Rachel. Obviamente la había defendido provocando que los celos de Sophie aumentaran considerablemente a tal grado de empujarlo hasta sacarlo de la habitación y cerró la puerta con seguro prohibiéndole la entrada. Sabía que ella no lo escucharía por lo que decidió salirse del departamento y se fue a un bar que no estaba muy lejos del departamento de Rachel.

A las cinco y media había salido del bar e ir a su lugar de encuentro. Sacó un cigarro y lo encendió dando una larga calada.
Mientras fumaba esperaba a que Rachel llegara.
Miró su reloj, aún faltaban quince minutos para las seis, al menos esperaba que  lo dejará quedarse esa noche ahí, aún no quería ver a Sophie y mucho menos ser grosero con ella. Se sentía mal consigo mismo, después de todo él había tenido la culpa ¿no? Le hizo promesas que él mismo sabía que no podía cumplir y se involucró con ella cuando aún no había olvidado a Rachel.

—Soy un jodido hijo de puta —susurró y le dio otra calada a su cigarro.

Miró de un lado al otro de la calle pero estaba desierta. Empezó a ponerse un poco ansioso, le preocupaba que algo le hubiera ocurrido a Rachel. Esperó un poco más. Ya eran las seis con cinco. Tomó su móvil para poder llamarla pero en ese instante escuchó que alguien se acercaba, volteó y vio a Rachel. Sintió un cosquilleo en el estómago y un latido frenético de su corazón.
Ella lo miró sonriente, estaba hermosa a pesar de no llevar ni una sola gota de maquillaje en el rostro.  Se paró frente a él. Los dos se miraron por unos segundos que parecieron horas.

—Hey —saludó ella finalmente.
—Hola —respondió él después de aclararse la garganta.

Y de nuevo se quedaron en silencio. Rachel metió la mano en el bolsillo trasero de su pantalón y sacó las llaves.

—Será mejor que entremos —dijo mientras caminaba hacia el interior del edificio.

Joseph la siguió y bajó la mirada hacía su culo, resopló y se obligó a sí mismo a levantar la mirada o si no tendría serios problemas debajo de sus pantalones.

Cruzaron el umbral del departamento, Joseph cerró la puerta detrás de él mientras Rachel encendía las luces y dejaba las llaves sobre la mesa de centro.

La chica se dejo caer sobre uno de los sillones e invito a Joseph a hacer lo mismo.
Él se sentó en otro sillón pero permaneció callado y eso estaba sacando a Rachel de quisio.

—Debemos hacer algo —dijo ella.

Joseph asintió.

—¿Tienes alguna idea de quien pudo habernos llamado, Rachel?

Ella negó con la cabeza de inmediato, no quería decirle que estaba sospechando de su novia, no estaba segura de cómo lo tomaría él .

—A mí me llamó un chico y en un principio pensé que había sido Scott —confesó Joseph.
—No fue él —respondió ella de inmediato.
—¿Por qué lo dices?

Joseph se había sorprendido un poco, hasta donde el recordaba Scott quería recuperar a Rachel y haría cualquier cosa para lograrlo ¿Por qué no podría ser él?

—Ya tiene a alguien —respondió Rachel.
—¿Y eso lo detiene?

Ella se encogió de hombros.

—Probablemente no, pero a mí ya no me molesta —mintió. Sí, Scott la hostigaba de vez en cuando pero sabía que no se atrevería a hacer algo así si se suponía que salía con la hija del jefe, no era estúpido—, y yo creo que a mí me llamó tu novia.

REVENGE II [+18] •TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora