REVENGE II [+18] •TERMINADA

CAPITULO 25

Era difícil decidir que ropa ponerse, quería sorprenderlo. Miró los vestidos y a todos les hizo  muecas, sentía que algunos eran demasiado cortos, otros demasiado largos, otros muy escotados, otros muy recatados. Suspiro hondo. Finalmente se decidió por un ajustado pantalón blanco y una blusa roja bastante ceñida de una manga. Rebuscó en su cajón y sacó un conjunto de lencería color blanco, que constaba de un brasier strapless de media copa y unas delicadas y pequeñas braguitas que estaba segura de que lo volverían loco.
Corrió a ducharse, necesitaba suficiente tiempo para ocuparse de su cuerpo, especialmente de sus vellos corporales. Cuando por fin terminó, salió envuelta en una toalla, se sentó frente a su “tocador” el cual constaba de una mesita de madera algo hinchada, un espejo quebrado de una esquina que estaba pegado en la pared y un banquito de madera en buen estado. Susy, su amiga, regularmente le decía que debía cambiar aquellas cosas, ganaba suficiente dinero como para hacerse de un tocador realmente bonito, pero a Rachel no le interesaba. Ella quería ahorrar todo ese dinero cuando llegara el momento de largarse de ese asqueroso lugar.

Ya estaba completamente vestida cuando Susy irrumpió en la habitación sin avisar.

—¡Vaya! Hasta que te veo —exclamó visiblemente molesta.
─Perdóname Su, es que he estado muy ocupada —intentó excusarse Rachel.
─Con Joe, supongo.
─Pues… —se quedó callada, no sabía que decir, y tampoco sabía a qué se debía el comportamiento de su amiga, y de pronto llegó a su mente. Ellas habían quedado de salir ese mismo día, para tener una “salida de chicas”. —Oh Susy de verdad lo lamento, se me pasó.
─Lo bueno es que me lo dijiste —replicó ella con sarcasmo—, pero no te preocupes, otro día será. —diciendo aquello dio media vuelta y salió de la habitación.
Rachel  se sintió mal. Sabía que había actuado mal, estaba consciente de que su actitud no había sido precisamente la de una amiga, ya casi no le contaba cosas a Susy y la única vez que tenían la oportunidad de hacerlo, ella había optado por salir con Joseph. Quiso llamarlo y cancelar, pero aquella sensación de que algo malo sucedería aun no la dejaba, y quería ir y advertirle de lo que su sexto sentido le decía, pero algo se lo impedía, no estaba segura de qué era. Suspiró.

—Cuando regrese le explicaré todo a Su, ella entenderá —murmuró en voz alta para sí misma.

Se puso de pie, tomó las llaves de su auto junto con su bolso y salió.

* * *

Joseph también salió del departamento al mismo tiempo que Rachel, iba con una sonrisa de oreja a oreja, estaba ansioso por verla y estrecharla entre sus brazos.

Sophie estaba parada en la ventana mirando como él encendía el auto para irse. Suspiró con  tristeza, sabía que iría a verse con ella, y a pesar de saberlo no podía evitar sentirse mal por ello, era difícil aceptar que el chico que ella amaba estuviera enamorado de alguien más.

—Espero que no estés arrepintiéndote de esto —le dijo Giussepe

La rubia se sobresaltó y lo miró, se quedó unos segundos callada. Sí, estaba arrepintiéndose, no quería seguir con el plan, quería gritarle que se detuviera, que dejaran todo atrás, que se fueran a un país lejano, desaparecer de la vida de Joseph de una vez por todas… pero no podía, conocía a su hermano y él no iba a hacerlo.

—No —murmuró por fin— de ningún modo.
—No te veo muy convencida… —la miró enarcando una ceja.
—Giusseppe, no dejaré esto ¿está bien?
—Eso espero, confío en ti, te necesito para esto.

Sophie asintió.
Giusseppe se alejó tomando su móvil. Llamó a Edmund para indicarle que ya todo estaba listo. Sophie no podía creer todo lo que estaba a punto de hacer junto con su hermano y con su nuevo mejor “amigo”, y lo peor es que ella los iba a ayudar. Se retiró a su habitación, se dirigió al baño para darse una ducha. Una vez que estuvo debajo de la cascada de agua, no pudo más y se soltó a llorar.