REVENGE II [+18] •TERMINADA

CAPÍTULO 10

Sophie salio de su entrevista, estaba segura de que la contratarían, nadie rechazaría a una chica que había sido modelo en grandes e importantes agencias y que fue el rostro y cuerpo de importantes marcas internacionales y eso sin contar la extraordinaria desenvoltura que tenía en la pasarela.

Sintió el aire fresco en su rostro, su cabello rubio parecía danzar debido al viento que se arremolinaba a su alrededor. Caminó en busca de su novio, pensó que quizá no estaría tan lejos y que tal vez estaba por ahí tomando un café. Miró en cada cafetería que encontró pero no lo vio. Minutos después lo encontró en un restaurante de comida china.

* * *

El jefe no paraba de tamborilear sus dedos sobre su escritorio de cedro.
Estaba impaciente, sabía que Joseph había regresado y que a partir de ese momento sería más complicado robar bancos y mas teniendo en cuenta que Rachel aún sentía algo por él. Por un momento pensó en ya no permitir que ella acudiera a aquellas misiones pero no encontraría la manera adecuada de explicárselo y tampoco a los demás. Todos estaban conscientes de que él tenía cierto favoritismo sobre la chica y con eso haría que la tensión aumentara entre los demás. Debía encontrar la manera de evitar que Jonas siguiera entrometiéndose, su mente empezó a trabajar con rapidez. Solo fue cuestión de minutos para que un nuevo plan se formara en su mente y conocía a la persona perfecta para ese trabajo. Tomó su móvil y llamó . Estaba seguro de que aquella persona aceptaría gustosa aquel trabajo.

* * *

Joseph se detuvo en la puerta de su departamento, no sabía qué hacer, aquel encuentro con Rachel lo había confundido más. La amaba, la deseaba y quería estar a su lado. Estaba seguro de que aquello que sentía por esa chica no desaparecería en mucho tiempo, sin embargo algo le decía que lo mejor era dejarla ir, él ya tenía novia, la quería, pero simple y sencillamente no era lo mismo, era algo más bien pasajero. Pero no podía decirle eso a Sophie, le había dicho que la amaba y sabía el poder de aquellas palabras; sin embargo las había dicho con tanta facilidad sin pensar en las consecuencias. Suspiró y posó su mano en el picaporte sintiéndose extrañamente inseguro, dudando en si debía entrar o no. No sabía que haría si se encontraba con Sophie. Se sentiría mal de mentirle y decirle que había estado arreglando unos asuntos en su trabajo y por eso no había regresado por ella a la agencia de modelaje. Todo el camino de regreso había estado ensayando lo que diría.
Giró el pomo y entró.

Se quedó paralizado al ver a Sophie en la sala, sentada, con las piernas cruzadas una sobre la otra y con una copa de vino blanco en la mano.

—Te estaba esperando —le dijo arrastrando las palabras.

Joe no podía creerlo, nunca antes la había visto tomada. Resopló y caminó hacia ella, pudo ver la botella de vino sobre la mesita de centro. Estaba casi vacía.

—¿Cuantas copas llevas? —Quiso saber, ya que no recordaba si la botella estaba completa, o estaba a la mitad, o mas o menos.
—¿Acaso importa? —inquirió ella, murmuró algo ininteligible y dio otro trago. —Dime ¿Que hacías con ella, Joseph?

Joseph tragó saliva. Los había visto. Se sintió terriblemente mal —y también dio gracias al cielo por no haberse atrevido a decirle la mentira que había ensayado en cuanto cruzó el umbral de la puerta— él no habría querido lastimar a Sophie intencionalmente. Se sentó junto a ella y alargó la mano para quitarle la copa a Sophie pero ella la aparto con gesto sobreprotector.

—No —dijo ella haciendo un puchero como si fuera una niña pequeña—. Te hice una pregunta —exigió mientras intentaba inútilmente fulminar a Joe con la mirada pero los párpados le pesaban.
—Sólo platicamos —respondió él con un tono tranquilo, no quería alterarla.
—¿Y pretendes que te crea? —se burló—, sé que la amas, no soy estúpida. A ver, Joe, dime ¿Que tiene esa zorra que no tenga yo? ¿Eh? —le preguntó mientras se ponía de pie con dificultad—. No lo entiendo— susurró—, yo soy modelo ¡MO-DE-LO! —dijo con voz fuerte enfatizando la palabra y separandola en sílabas—. Y vengo de una importante familia y soy poderosa. —Se quedó callada. —Pero eso no importa porque mi novio esta interesado en una asquerosa zorra —dijo tan claro como pudo pero las lagrimas empezaron a hacerse presentes y se le empezó a entrecortar la voz—. ¿Sabes qué? —Sophie dejo la copa sobre la mesa y tomó la botella. —Tú eres mío y te quedarás conmigo. —Soltó una risita y se empinó la botella, un poco de vino se derramo por la comisura de sus labios el cuál limpio con el dorso de su mano olvidándose por completo de sus modales. —Tengo sueño, iré a dormir —anunció.