CAPÍTULO 1

2.7K 128 3
                                    


Me siento en mi oficina y espero a que entre mi asistente a traerme los documentos pendientes y que me informe sobre los arreglos anotados en mi agenda. Jean entra y me tiende sobre el escritorio varios folders.

-Buenos días, señor Jonas. -Sonríe, y se ruboriza.

Reprimo una risa. En cierta manera me gusta saber que aún tengo ese efecto sobre las mujeres; sin embargo, ellas no me interesan, solo una y también Sophie. Pero Rachel... de inmediato despejo esos pensamientos de mi mente y escucho atentamente lo que Jean me esta diciendo, aunque realmente no escuché lo primero. En cuanto termina murmura un "con su permiso" y sale de mi oficina.
Miro todo el lugar y me siento momentáneamente incomodo ¿Que demonios hago aquí? Me siento fuera de lugar. Vestido de traje y hablando formalmente. Es verdad que quiero iniciar una nueva vida pero aveces extraño mi vida anterior. Vondine se había mostrado bastante comprensivo cuando le dije que quería tener un trabajo "real" él solo me dio unas palmadas en la espalda y me dijo que cuando quisiera pudiera volver. Suspiro y me remuevo en mi asiento. Miles de recuerdos cruzan por mi mente. Mi nuevo trabajo me gusta. Soy el presidente de una importante compañía de bienes raíces, aunque, sí, Vondine me ayudó.

El teléfono suena. Escucho que Jean contesta y me llama por el interfon.

-Señor Jonas, lo llaman por la línea 2.

-Gracias, Jean -contesto con formalidad y tomo la llamada-. ¿Bueno?

-Hola Joseph ¿cómo está mi chico favorito?

Sonrio.

-Señor Vondine ¿Cómo está? -pregunto con alegría en mi voz.

-Muy bien, ¿y tú, muchacho? Hace mucho que no sé de ti.

Pude sentir su sonrisa a través del teléfono.

-Bien también, gracias. Y dígame ¿a qué se debe el honor de su llamada?

-Tengo una interesante propuesta para ti -dice lentamente.

De inmediato mis músculos se tensan mientras me doy una idea sobre lo que me va a proponer.

-¿Cuál? -pregunto.

-Verás, tengo un problema con un... viejo amigo -vacila unos segundos y después continúa-, está invadiendo mi territorio. Se ha llevado a algunos de mis muchachos y necesito que me ayudes.

Me quedo callado escuchándolo mientras analizo cada palabra que me esta diciendo. ¿Un viejo amigo? Lo más seguro es que sea alguien que yo no conozca.

-¿Me ayudarás?

Vacilo unos segundos. Claro que puedo hacerlo. Para eso fui entrenado pero ¿volver? ¿y si la veo? ¿Que va a suceder? Pero una parte de mi quiere verla de nuevo. Tomo una bocanada de aire.

-Sí, señor -respondo con toda seguridad-, lo ayudaré.

-¡Ese es mi chico! -dice entusiasmado- Te espero aqui a primera hora de la mañana, puedes traerte a tu novia.
-¿Cómo lo sabe? -pregunto confundido.

-Mi amigo me lo dijo ayer -respondió tranquilamente-. Aquí te veo, Jonas, y por tu trabajo no te preocupes. Ya mi amigo se encargó de encontrar a alguien que te cubra. Hasta mañana. -Y cuelga.

Me quedo quieto y segundos después cuelgo. Miro el reloj, son las nueve de la mañana apenas y tengo tiempo para ir a mi departamento informarle a Sophie, hacer las maletas e irnos al aeropuerto... y todo eso cruza por mi mente al mismo tiempo que sé qué volveré a verla.

Llego al departamento, abro la puerta y entro. Puedo oler el delicioso aroma de la pasta recién hecha y el olor dulzón-agrio del vino. Cuelgo las llaves y coloco mi saco en el perchero. Me dirijo hacia la cocina y veo a la señorita Sophie aún en pijama -un atractivo camisón de Victoria's secret- la cual me permite ver sus esbeltas, delicadas y blancas piernas. Camino hacia ella posicionandome detrás para poder abrazar su cintura. Puedo notar su sonrisa, ella voltea a verme, aprovecho ese movimiento para dejarle unos cuantos besos en la curva de su cuello.
Sus musculos se tensan y puedo oir como se acelera su respiración. Tranquila nena, no intentare nada... por ahora. La suelto con delicadeza y me alejo de ella. Me acerco a la barra y tomo una manzana. Ella me mira fijamente. Creo que esperaba algo más, pero no es el momento.

-Sophie, hay algo que debo decirte -suelto de pronto.

Ella apaga la estufa y voltea a verme. Eso fue una de las tantas cosas que siempre me gustó de ella: Sabe escuchar.

-Dime ¿Que paso? - dice dejando un rastro de su acento francés en sus palabras.

-Me llamó mi antiguo jefe. Me necesita en Brooklyn.

-¿Cuando nos vamos? -dice sonriente.

Me acerco a ella y le doy un beso fugaz en los labios.

-Hoy mismo, dentro de una hora -digo mirando mi reloj.

Ella asiente.

-Solo debo avisarle a mi jefe -dice y sale de la cocina con paso elegante, propio de una modelo.

La señorita Sophie aparte de modelar también es como yo... una mafiosa. Asi fue como nos conocimos. Trabajamos juntos, mano a mano llevando a cabo uno de los robos mas grandes en francia en un desfile de moda que se llevo a cabo en un museo donde exhibirían una enorme coleccion de joyas preciosas. Sophie se presento como modelo y yo como su pareja. Estuvo en todas las noticias, nadie sospechó de nosotros. Al poco tiempo yo dejé eso pero ella no. Y eso me gusta. Es arriesgada y peligrosa... sensualmente peligrosa.

En menos de una hora arreglamos todo, tomamos nuestras maletas, apagamos todas las luces y salimos del departamento para tomar un taxi.
El taxista cruza la ciudad hacia el aeropuerto. Miro por la ventanilla con gesto ausente mientras sostengo la mano de Sophie. Siento un cosquilleo en el estómago y un nudo en la garganta, siento como si el aire de mis pulmones se hubiera volatizado. Volver a Nueva York me traerá muchos recuerdos y quizá me encuentre con Rachel y no sé si eso es lo que quiero.

REVENGE II [+18] •TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora