IX

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Esme me despierta con voz cantarina desde la puerta. Me preparo y me miro al espejo. Hoy llevo un traje gris corto suelto y con un poco de vuelo, un collar con cadena plateada y largo, unas medias color carne, unos botines negros hasta el tobillo y una parca negra. El pelo lo llevo suelto y las ondas caen en cascada por encima de la parca. Un poco de maquillaje en la cara. El bolso colgado del hombro y las gafas colgadas del escote.

Bajo las escaleras casi trotando, puede que ayer no fuese un día perfecto pero sin duda hoy será un día mejor.

Alice corre a abrazarme cuando entro en el salón.

- Qué alegría que estés bien- dice dándome un abrazo que me oprime un poco las costillas. Yo le respondo riéndome un poco en su oído.

Me aparto y se acerca EmmetT con los brazos abiertos y una gran sonrisa. Me abraza y me levanta del suelo.

- Está entera, señores, esta chica es una bestia- anuncia con voz de interlocutor.

Me rio a carcajadas.

- El coche dio seis vueltas de campana y parece que acabas de venir de unas vacaciones en las Bahamas- dice señalándome de arriba abajo.

- No alegramos de que estés bien, Karenina- dice Rosalie.

- Gracias. Aunque no hay nadie que se alegre más que yo.

Esme entra con un plato y un vaso en cada mano.

- Tu desayuno, aquí tienes cereales y un zumo natural.

- Gracias.

Tardo 10 minutos en comerme el desayuno y después nos montamos en el coche de Carlisle.

Llegamos al instituto y Edward abre mi puerta. Al momento todas las miradas vuelven a centrarse en nosotros, pero hoy solo tengo ganas de presumir.

- Aun nos quedan cinco minutos- dice Edward mientras pone su frente contra la mía.

- Son suficientes- le digo mientas le doy un beso casto. Pasamos el tiempo mirándonos y riendo.

Después nos dirigimos a la puerta de la mano y entramos.

- La gente nos sigue mirando raro- digo entre dientes.

- No, solo estamos confirmando sus sospechas. Veo mucha envidia en esas mentes- contesta el en mi oído. Me rio levemente- ¿Me esperas en la taquilla? Tengo que ir a decirle una cosa a Jasper.

- Sí, claro. Nos vemos ahora.- besa mi mano antes de irse.

Me pongo de espaldas a la gente y abro la taquilla.

- ¿Karenina?- oigo decir detrás de mí.

- Oh. Hola Max- digo cuando me giro y lo encaro. El chico al que casi atravieso ayer con una pelota y el que después me pidió salir se encuentra delante de mí con las manos metidas en los bolsillos de sus vaqueros y el pelo alborotado.

- Ayer nos interrumpió la entrenadora, pero quería saber si estabas interesada en la oferta que te hice sobre salir...y bueno...- dice cabizbajo.

- Max, eres un chico encantador pero es que veras, Edward y yo ya estamos saliendo- en realidad no sé si estoy mintiendo. ¿De verdad estamos saliendo? 

- Ah, perfecto. Entonces bueno... ¿Cuánto tiempo lleváis saliendo?

- Bueno....- digo pensando en que decir, se supone que nos conocemos de siempre así que no le diré la verdad- desde este verano, antes del accidente de coche de mis padres- miento bastante convincente. Se me da bien mentir.

DULCE TENTACIÓN [EDWARD CULLEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora