- Así me he quedado yo- digo señalándolo. Soy bastante consciente de que el camisón, si puede incluso llegar a llamarse así, a duras penas me tapa el culo y encima se me transparenta todo. Edward sigue sin reaccionar mientras me acerco a su lado, tan solo me recorre una y otra vez de arriba abajo- dame tu móvil, es una urgencia, tengo que echarle la bronca a alguien- tarda unos segundos hasta que reacciona ante mi petición. Rebusca en un cajón y saca un móvil, parece no ser el suyo.
Edward olvida por completo mi cena y se deja caer en uno de los sofás. Yo camino frente a él de un lado al otro y vuelta a empezar, mientras marco los números y espero por respuesta.
- ¿Edward?- pregunta Alice extrañada.
- No, Alice. Soy Karenina- digo algo dura, con rabia.
- ¿Qué pasa?- pregunta preocupada.
- ¿Puedes explicarme por qué llevo puesto un conjunto de ropa interior muy extraño?- pregunto furiosa mientras no dejo de pasearme delante de Edward, quien parece absorto en su mundo.
- Oh, tu regalo de cumpleaños. Pensé que era el momento perfecto. ¿Lo llevas puesto?- pregunta con interés.
- No había otra cosa- respondo a la defensiva.
- ¿Lo ha visto Edward?- pregunta aun más interesada y con voz picara.
- Sí, ahora creo que está en estado de shock, no se mueve.- respondo mucho más calmada al pensar en lo incómodo que puede que sea esté sintiendo Edward.
- ¿Te da vergüenza estar así?- pregunta Alice dudando. Me dejo caer junto a Edward antes de responder. El me mira cuando mis piernas desnudas entran en contacto con las suyas.
- Un poco... - respondo tranquilamente- pero prefiero que me consultes estas cosas. Nos provocas a los dos un shock- hago una pausa- aunque la ropa y los bikinis me encantan, por ese lado vas bien.
- Aunque sé que Edward puede escucharme ¿puedes poner el altavoz?- pregunta.
- Claro- respondo antes de pulsar el botón.
- ¡Los dos sois adultos no os comportéis como niños!- grita Alice por el teléfono, después cuelga.
- Eso ha sido inesperado- digo yo mirando a Edward, él no se mueve. Con un dedo lo empujo por el hombro, aunque no se mueve reacciona ante mi insistencia. Gira la cabeza y me mira a los ojos.
- Lo siento, ha sido algo imprevisible- se excusa.
- Oh, créeme yo tampoco lo esperaba- digo levantándome- al menos me ha dado algo, bien podría haber querido que no tuviese nada. Ya que parece que mi cena se ha echado a perder...- digo caminando de vuelta a la cocina.
- ¿Te sientes cómoda así?- pregunta.
- Sí- digo volviendo hacia él- Estamos juntos, ¿no? No tengo que tener miedo de nada. Bueno en realidad tengo miedo de algo- digo acercándome lentamente.
- ¿De qué?- pregunta abriendo mucho los ojos.
- Tengo miedo de que mientras preparo mi cena tu desaparezcas y no vuelvas. Pareces asustado- digo acariciándole la mejilla.
- No voy a salir huyendo- dice girando la cara y besando la palma de mi mano.
- Mejor, porque si jugamos al pilla, pilla se que yo perderé.
Hago la cena, y me la como en el sofá. Cuando termino me acurruco junto a Edward y apoyo mi cabeza en su hombro hasta quedarme profundamente dormida.
Me despierto por la luz del amanecer entrando por los ventanales. Respiro el olor a playa con gran satisfacción para recordarme que sigo aquí. La cama es suave y mullida. Estiro el cuerpo completamente. Abro los ojos poco a poco y miro desde debajo de las sabanas blancas la playa.
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DULCE TENTACIÓN [EDWARD CULLEN]
FanficOphelia Matthews es una mestiza de 17 años, sus padres vampiros acaban de ser asesinados. Ahora está sola en el mundo. Pero una carta que le dejaron sus padres hace que Ophelia tenga que cruzar el "gran charco" para buscar a la persona que debe ayu...