Draco Malfoy estaba en una habitación grande, al final de esta había una silla, en donde se encontraba sentado Lord Voldemort con una túnica negra, dando indicaciones a un nuevo Mortífago, éste estaba a los pies del Lord, hincado con la cabeza agachada escuchando las órdenes.
-Tendrás que cumplir esta misión, si no la cumples, tu familia conocerán la ira de Lord Voldemort. -dijo con una sonrisa de satisfacción al ver el leve estremecimiento del humano frente a él. -Me mantendré informado acerca del avance, mandare a un Mortífago para que te vigile... ahora vete -escuchando la orden el joven se incorporó, inclino la cabeza y se fue de la habitación. Al otro lado de la puerta se encontró con su madre, que sólo le hizo una seña para salir de la mansión.
Cuando estuvieron fuera, Draco se quitó la máscara dejando ver un hermoso rostro pálido, sus ojos grises mostraban frialdad y su cabello rubio era revuelto por la brisa que pasaba en ese momento.
-Debemos darnos prisa, tienes que empacar tus cosas, mañana regresaras a Hogwarts -sin esperar contestación desapareció junto con el chico.
Cuando llegaron a la mansión de los Malfoy, las dos personas se fueron a sus respectivas recamaras sin dirigirse ni una palabra. Draco se quitó la capa de viaje y se dejó caer en la cama, olvidando la elegancia que le había enseñado su padre.
-Así que tengo que conquistar a Potter para que confié en mí y llevárselo a él -dijo en voz alta pensando en el chico de ojos verdes. -Este curso va a ser muy largo -cerro los ojos tratando de relajarse, sabía que era una misión imposible... o no?
A la mañana siguiente Draco se encontraba en el andén 9 ¾ con su madre, ya que su papá se había fugado de Azkaban al ser reconocido como Mortifago y se encontraba escondido en la mansión.
-Ya es hora de que te vayas... recuerda tu misión -dijo sin ninguna muestra de afecto en su voz.
-Claro madre, hasta luego -sin esperar más hizo una reverencia y se alejó.
Se fue hacia el vagón más cercano, buscando un compartimiento vació. Tenía mucho en que meditar y lo que menos necesitaba era alboroto a su alrededor. Encontró uno en medio del tren, entro y se dedicó a pensar en un plan para tener que soportar a Potter en su misión. Cómo podría soportar al arrogante del Gryffindor, siempre necesitaba ser el centro de atención.
*Lo más seguro es que Potter sospeche, no creo que le agrade que un buen día quiera ser su amigo y después algo más, tendré que planearlo muy bien*
-Draco... Draco... ¡Draco! -Gritó Blaise, al ver que su amigo no le hiciera caso.
- ¿Qué diablos quieres? -Contestó sin voltear la mirada.
-Te estoy hablando desde hace rato y tú no contestabas -le dijo sentándose frente a su amigo.
-Holaaa -dijo la voz de una mujer, los chicos la voltearon a ver, y sin decir nada la chica se sentó al lado de Draco con una sonrisa que sólo les dedicaba a ellos dos.
- ¿Cómo les fue en sus vacaciones? -Preguntó Pansy mirando de uno al otro.
-Lo normal... -contestó Blaise dándose cuenta de que Draco no dejaba de ver la ventana.
Pansy volteo a ver a Draco, pero éste la ignoro. La mirada del rubio estaba puesta en su "presa" que estaba en el andén, platicando con los Weasley, Lovegood, Longbottom, Finnigan y Granger. Pero toda su atención era que Potter tenía abrazada a la hermana de los pelirrojos.
- ¿Será su novia?... porque si lo es, será más complicado -susurro haciendo que sus amigos se miraran entre ellos sin entender lo que decía.
-Será mejor que vayamos con los prefectos Pansy -dijo Draco. Sin esperar respuesta se levantó para encaminarse hacia el primer vagón del expreso, donde se reunían los prefectos.
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¿Obligación...?
FanfictionLord Voldemort le ordena una misión a su nuevo mortifago, Draco Malfoy. Podrá cumplir con la misión?, o al final se rendirá ante los encantos de su victima. (Los personajes le pertenecen a JK Rowling)