Capítulo 16: Draco y Bellatrix 2ª parte

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Bellatrix sospecho que el rubio estaba tramando algo, después de todo él jamás le hablaba cuando era su llamado, porque de pronto se acercaba como si nada y le preguntaba por su estúpido primo Sirius Black.

– ¿Por qué ese repentino interés? –dijo Bellatrix cruzándose de brazos.

–Veo que no me vas a decir... en fin, no me importa –dijo encogiéndose de hombros –.  Lo más seguro es que ya ni te acuerdes –dijo sonriendo de medio lado, mientras empezaba a caminar en dirección a la puerta.

Estaba por pensar que todo estaba perdido cuando la mujer hablo. 

–Eso no es verdad –reclamo con enojo haciendo que el rubio sonriera.

– ¿Qué no es verdad? –preguntó como si nada volteándose para ver a la mujer muy cerca de él.

–Aún recuerdo que hechizo le lance –concluyo con orgullo en sus ojos, el rubio en su interior estaba feliz, lo único que hacía falta era sacarle esa información y por lo que veía iba a ser fácilmente.

–Si claro, no tengo tiempo para perderlo contigo –respondió con un deje de ironía en su voz.

–No espero que un chiquillo como tú me crea –contestó aunque en el fondo quería callar a ese mocoso.

–Como tú digas –replico el rubio, sabía que pronto llegaría el momento en que Bellatrix cediera.

–Si tanto quieres saber la maldición que le lance fue odune muos –el rubio por fin había ganado, mientras por debajo de la máscara ponía una sonrisa.

–Bueno, no me importaba demasiado, en fin tengo mejores cosas que hacer –mientras decía eso se fue dando la vuelta para entrar en la mansión.

Bellatrix se quedó sorprendida primero hacia que dijera el hechizo que había usado y ahora se iba como si nada.



Draco entro en la habitación donde se encontraba el Lord, se acercó haciendo una reverencia para luego hincarse.

–Tardaste demasiado –reprocho el adulto.

–Lo siento mi Lord –respondió sin levantar su mirada.

– ¿Por qué tardaste tanto? –Cuestionó empezando a usar la legeremancia.

El lord oscuro vio al rubio preguntarle a su mortifaga sobre Sirius Black

–Se puede saber, ¿por qué tanto interés con Bellatrix?

Draco sabía que debió protegerse de la legeremancia del mayor, pero por la euforia lo olvido.

–Sólo le pregunte por el hechizo que le lanzo a Black mi señor –respondió esperando que no lo descubrieran.

–Mmm,  no sé si has oído un dicho muggle que dice ¨ la curiosidad mato al gato ¨  –comentó el Lord.

Draco se estremeció, sabía que no saldría ileso. Pero lo que importaba era que ya tenía el hechizo.

–No mi señor –trato de sonar lo más calmadamente posible.

-Querido Draco, es algo que debes aprender y que mejor manera de hacértelo recordar con ¡Caedere mus! –apunto con su varita al Mortífago.

El rubio sentía como su piel se desgarraba dejando salir su sangre, cada vez era más intenso el dolor por lo que se dejó caer mientras se retorcía del dolor en su piel.

–Veo que me estas entendiendo, ¡Crucio! –Lord Voldemort disfrutaba la visión frente a él. Le gustaba ver como el rubio se retorcía.

Draco sentía que cada parte de su cuerpo gritaba del dolor, mientras empezaba a brotar más sangre de su cuerpo

–Creo que con eso será suficiente, ahora sabes que cuando te mande llamar tendrás que venir inmediatamente aquí, ahora puedes retirarte –dijo  con una sonrisa burlona al ver el estado en el que estaba el rubio. Pero este ante todo era un Malfoy y no dejaría que alguien lo viera derrotado, así que con todo su fuerza se levantó para hacer la inclinación empezó a caminar mientras sentía como con cada paso que daba se abrían más las heridas de aquel hechizo.

Todos los mortifagos que se encontraban ahí lo miraban con burla, pero al rubio lo que le importaba en ese momento era salir de ahí, con mucha dificultad se marchó de la mansión para quitarse la máscara y desaparecer.


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Harry al ver como el rubio pedía permiso para salir se preguntó qué demonios le pasaba, pero su preocupación se incrementó cuando Draco se acercó a los adultos y estos se volteaban a ver con preocupación, estaba claro que algo pasaba ahí.

Draco salía del salón mientras el moreno lanzaba una mirada a los adultos preguntándoles qué diablos pasaba ahí.

–Potter acércate –ordeno Snape lanzándose una mirada con Remus, Harry se acercó.

– ¿Qué le paso a Draco? –preguntó mirándolos.

–Lo mando llamar el señor oscuro, ahora lo más importante es esperarlo por si algo le ocurre, si tarda mucho tendré que ir –dijo el profesor de pociones, ante esto el Gryffindor asintió con la cabeza.

–Bien, ahora lo mejor será que vayas con Remus a esperarlo, no puedo dejar la clase a medias en cuanto acabe me reuniré con ustedes –concluyo, tanto Harry como Remus se dirigieron a la puerta para esperar al rubio.

En cuanto llegaron a los límites del castillo Harry empezó a caminar en círculos, sintiéndose impotente de no poder hacer nada más que esperar.

–Tarda demasiado y ¿si vamos por él? –preguntó viendo al mayor, éste sonrió  mientras posaba una mano en el hombro del menor.

–Tranquilo, debemos confiar en que estará bien, además si tarda Severus ira por él –dijo Remus dándole ánimos al Gryffindor.

Harry le sonrió, intentando pensar en positivo, pero vio como una persona aparecía frente a sus ojos, y  al ver su estado solo sintió miedo.

Frente a sus ojos estaba Draco Malfoy, su túnica estaba cubierta de sangre…






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