Kendall
Me sorprendía lo concentrada que podía llegar a estar Casey en una clase, considerando la mala relación que tenía con la mayor parte del profesorado era algo sorprendente que siempre obtuviera sobresalientes.
- ¿Me puedes dejar de observar? – Ella seguía en su libro mientras yo comía de mi almuerzo, ella estaba estudiando para un examen que iba a tener.
- Si puedo, pero no quiero hacerlo. – Ella alzó la mirada por un corto tiempo antes de volver a mirar su libro de texto.
- Lo lamento, en serio es un examen importante.
- No he dicho lo contrario. – Sonreí levemente y la vi sonreír también.
- Me gusta pasar tiempo contigo, Kendall.
- Yo no cambiaría nada por esto, Casey.
- Creemos que sería mejor que te quedaras un tiempo en casa, algo está causando que tu corazón corra más rápido de lo normal.
- Estoy enamorada. – El doctor sonrió levemente.
- Eso está bien, pero no es algo que debería afectarte a menos que eso te ponga en situaciones donde te puedas agitar. – Yo me ruboricé levemente. – Debes tener cuidado, nada de correr, nada de actividad física para quedar claros.- Yo asentí. – Como te decía, es recomendable que no asistas a la escuela, no sabemos que pueda pasar.
- No lo hemos sabido desde que era una niña. – Me levanté mirando a mis padres que solo me miraban sin decir nada. – Me cuidaré, ¿Bien? – Todos asintieron, sabía que estaban preocupados por mí.
- Talk to me, baby I'm going after this sweet craving, whoa-oh. Let's lose our minds and go fucking crazy I-I-I-I-I-I keep on hoping we'll eat cake by the ocean. – Canté llamando su atención.
- Por favor, me estás haciendo difícil esto.
- ¿Qué cosa?
- Esto de no poder resistirme a besarte. – Yo sonreí levemente.
- Te estas enamorando de mí. – Ella abrió ampliamente sus ojos.
- Claro que no.
- Bueno, lo harás. Yo haré que te enamores de mí.
- ¿Y cómo lo harás?
- Lo puedo hacer sin que lo notes. – Ella alzó una ceja y la miré a los ojos.
- ¿Cómo lo harás? – Me encogí de hombros sonriendo sin apartar la vista de sus ojos. – Kendall...
- Lamento interrumpirlas, pero el abuelo te busca. – Vi a Gregor que pasó sin mirar atrás ni una vez, Casey suspiró pesadamente cerrando su libro.
- ¿Por qué no simplemente te visita a tu casa?
- Su entrada está prohibida en casa. – Yo le miré confundida.
- ¿Por qué?
- Solo Gregor se lleva con el viejo, a mí me detesta y si me ha llamado es porque me he metido en problemas. – Ella besó mi mejilla.
- ¿Qué has hecho?
- No lo sé, pero lo averiguaré.
Ella se fue de la cafetería dejándome a solo minutos de que la campana sonara, yo tenía aquella hora libre considerando que no podía realizar actividades físicas no asistía a gimnasia. En esta hora solía recorrer la escuela y ver lo que ocultaba, me gustaba ser una agente secreto al menos una vez a la semana. Mientras pasaba por la oficina del director, gracias al silencio que habitaba pude escuchar lo que hablaba.
- Te he dicho, no una, no dos, si no que más de 50 veces que te comportes en mi escuela. – No escuché la voz de Casey.- Esta claro que tu padre ya no puede controlarte.
- Él no tiene nada que ver. - ¿Eso era una voz insegura? - ¿Por qué dices eso?, ya me he comportado, he dejado de traerte los problemas de las chicas, estoy con alguien.
- Con una chica que no conoces del todo. – Yo tragué fuertemente. – Además, esa chica no es para ti. Ni ninguna, deberías plantearte salir con Evans.
- Él es gay, yo soy lesbiana.
- Tú crees serlo.
- Abuelo...
- No, Casey. ¿Crees que a tu madre le gustaría la persona que eres hoy?
- Estoy cambiando.
- Las personas no cambian, siempre serás una basura más de los West. – Yo cerré mis ojos tratando de evitar entrar a la oficina. – Escucha, le prometí a mi hija cuidar de ustedes pero me lo estás haciendo demasiado difícil. Deberías ser como Gregor, él es un chico normal... ¡Casey Marilyn West vuelve ahora mismo! – La puerta se abrió y agradecí de que se abriera hacia la otra dirección o hubiese recibido un buen golpe. Casey no pareció notarme o si lo hizo me evito, ella sólo empezó a correr. Al diablo los médicos, ella me necesita.
Corrí lo más rápido que mi cuerpo me lo permitía y el cansancio no se demoró en aparecer, Casey no era una persona rápida pero hoy se me estaba haciendo difícil alcanzarle. Ella empezó a ir más lento y al final se detuvo cerca del estacionamiento donde algunos estaban ahí pasando el tiempo, cuando logré llegar a su lado mi respiración era totalmente irregular.
- ¿Kendall? – Yo tomé mi pecho tratando de regular mi respiración. – Oye, calmate.
- Casey, llama un doctor. – Dije como pude.
- Oye, solo necesitas respirar un poco. ¿Qué hacías siguiéndome?
- Casey, hablo en serio. – Busqué en mi bolsillo el inhalador que me habían dado pero no podía encontrarle.
- ¿Kendall? – Al mirarle, mi visión se hizo borrosa. – Oye, Ken.
- Cass...
- ¡Kendall!
N/A: Bien, me disculparé porque desde ahora se me hará un poco más dificil publicar con el tema del instituto por ser el ultimo año estoy cargada de examenes y apenas llevo dos semanas desde el inicio, además de llegar tardisimo a casa por comprar tarjetas de un álbum (Si, aun junto esas cosas, dejadme), y por dos motivos mas que uno, es que una vez mas me quieren en el centro de estudiantes y dos, estoy formando una banda. Sé que quizas no le importará mucho, pero en fin. Disculpadme, trató de hacer lo mejor que puedo con manejar mis tiempos.
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Kiss Me?
Teen FictionUna serie de sueños cambiaron la vida de Casey y Kendall, en la realidad eran personas muy diferentes y opuestas. Casey no era una chica cualquiera y sólo era un cofre de secretos, a diferencia de Kendall que era un libro por leer. Segunda Temporada...