Capítulo 17

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Casey

No podía controlar el movimiento nervioso de mi cuerpo, a pesar de que mamá trabajaba en un hospital nunca me gustaron y mucho menos cuando la perdí. Podía ver a los padres de Kendall hablando con el médico, el cual creo que era uno de los amigos de mamá, la calma que solía haber en las caras del matrimonio ya no estaba. Escuchar la familiaridad con la que hablaban me decía que ya se habían visto.

- Casey, deberías volver a casa. - Miré a la madre de Kendall que se acercaba a mí. Yo negué.

- No, tengo que verle despertar.

- Ella está bien. - Yo la miré directamente a los ojos, no podía descifrar su mirada.

- No lo está, ¿Qué es lo que ha pasado? - Ella suspiró.

- Kendall me asesinará. Ella nació con un pequeño soplo en su corazón, fue un embarazo complicado, pero ella fue fuerte como notarás. No hemos podido encontrar un donante compatible con ella, pero hasta el momento hemos podido manejar las situaciones que ha traído todo.

- Ha sido mi culpa. - Tomé mi cabeza en mis manos mientras desviaba la mirada, pero sorpresivamente ella me obligó a mirarle y encontré una mirada cálida.

- Nada ha sido tu culpa, Casey. No te preocupes, su corazón está bien dentro de lo que puede y sólo está cansada. Ahora, debes volver a casa y descansar, cuando despierte te llamaremos, sabemos que solo tú podrá subirle el ánimo.

- ¿Puedo solo verle unos minutos? - Ella sonrió levemente antes de asentir.

Me apresuré a levantarme y entrar a su habitación, ella descansaba en la cama al lado de las maquinas que monitoreaban su corazón, me acerqué a su lado y observé la máquina que marcaba su ritmo, estaba bien.

Acaricie su cara con cuidado y suspiré, había pasado un mal rato. Quizás en serio me estoy enamorando de ti.

- Mamá, ¿Cómo supiste que amabas a papá? - Ella levantó la mirada de la nueva esfera que le había traído papá, era de Canadá.

- Te seré sincera, al principio no lo podía notar ni tampoco quería, sabes que a tu abuelo no le cae muy bien tu papá. - Yo asentí. - Pero, él es asombroso. - Vi una pequeña sonrisa en sus labios mientras volvía a observar la esfera de nieve. - Era el único que me miraba como si fuera lo más hermoso de este mundo, él ya estaba enamorado de mi mucho antes de que yo lo estuviera, - Ella rio levemente y yo sonreí. - tu abuelo insistía en que no era bueno para mí, pero decidí seguir mi corazón cuando el recibió un balón con su cara para evitar que me golpeara, él quedó inconsciente y la verdad tuve miedo incluso sabiendo que no era nada grave, él me gustaba pero hizo que me enamorara de él con pequeños detalles, aún lo hace incluso cuando me sonríe puede iluminar mi día. - Yo sonreí, a pesar de que mamá divagaba más de lo que ella creía yo le entendía.

- Gracias, cariño. Tú también iluminas mis días. - Papá apareció para besarle y yo hice una mueca.

- No vuelvas a preocuparme de esa forma. - Murmuré arreglando su cabello.

Salí de la habitación sin antes dejar un beso en su frente, luego de despedirme de los padres de Kendall, fui a la oficina del nuevo director, que los trabajadores de mi madre me recordarán me ayudaron a pasar sin ningún problema. Entré sin ni siquiera tocar y pude ver al doctor Green quien al verme sólo arregló sus anteojos.

- Cassandra, es bueno verte por aquí.

- Es Casey. - Corregí.

- ¿En qué puedo ayudarte, Carla? - Yo rodé mis ojos, a veces pienso que no recuerda mi nombre intencionalmente.

- Necesito un corazón. - Él levantó su mirada de las hojas que estaban sobre su escritorio.

- ¿Por qué quieres un corazón?, ¿Es para una feria científica, Carmen?

- Es para mí no... Mi novia. - Él sonrió levemente.

- Es bueno escuchar que has encontrado a alguien, Katherine. Pero, hay una lista que respetar. - Me acerqué a él sin quitar la mirada de sus ojos.

- Escúchame, Green. Ella podría morir en cualquier momento y ha estado esperando por un corazón 17 años, ¿Aún sigues con lo de la lista? - Él asintió.

- Lo lamento mucho, Casey. - Él sólo decía mi nombre cuando hablaba seriamente. - No puedo hacer nada, el caso de tu novia debe ser algo mucho más superficial que el de los demás, no puedo decidir quién vive o quién muere. Pero haré lo que pueda, tendrás que cuidarle y evitar que pase malos ratos. - Yo asentí.

- Gracias, doc.

- Por nada, Cristina. Puedes dejar la puerta cerrada.

Como siempre que conseguía lo que quería, seguí su última petición antes de irme a la parada de autobuses. No me tarde tanto tiempo en llegar, al abrir la puerta me encontré con la mirada de Gregor, cuando iba a pasar de él, Gregor habló.

- ¿Cómo está tu chica?

- Bien. - Él asintió sin quitar la mirada de la televisión. - Deberías tener cuidado con ella.

- Lo tendré.

-Está bien. - Él se encogió de hombros. - Buenas noches. -Él se levantó pasando a mi lado.

- Buenas noches.

Aquella noche no pude dormir tanto, saber que Kendall seguía en el hospital me entristecía un poco pero también estaba algo confundida por el repentino cambio en Gregor.

Kiss Me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora