Casey
- Mamá. - Ella me miró sorprendida antes de alzarme en sus brazos, abracé su cuello y ella sonrió.
- ¿Qué haces aquí? - Señalé a papá que venía con Gregor. - Claro.
- Veníamos a verte, ¿Quieres ir con nosotros a casa?
- Esta vez no. - Ella besó a mi papá cortamente y revolvió el pelo de Gregor. - Tengo que salvar la vida de una niña.
- ¿Una niña?
- Sip, como tú. Ella esta algo enferma del corazón así que, no tengo tiempo que perder. - Ella me bajó y hice un puchero. - Nos vemos mañana por la mañana, los amo.
Y como siempre ella nos abrazó antes de irse corriendo por un pasillo, miré a mi padre mientras Gregor tomaba mi mano.
- ¿Por qué siempre que mamá se va tomas mi mano?
- Porque sé que te pone triste, la tomo para que sepas que cada vez que ella no esté me tienes a mi.
Corrí por los pasillos, deslizandome y ganandome más de un regaño de las enfermeras, atrás de mi venía mi hermano a un paso más tranquilo pero rápido. Cuando llegué a su habitación vi a un sacerdote afuera hablando con sus padres, me acerqué a ellos rápidamente.
- ¿Casey? - Su madre me miró confundida.
- Hola señores Evans, ¿Puedo ver a Kendall?
- ¿Tú eres Casey? - Asentí levemente mirando al sacerdote. - Oh.
- Hey. - Miré a Rachel algo confundida. - Ella esta esperándote.
- Con su permiso. - Todos asintieron y yo entré encontrándome con su mirada al instante. Corrí a abrazarle y sentí como se aferró a mi chaqueta.
- Gracias por venir.
- Debía estar aquí. - Le miré detenidamente y podía sentir el miedo en su mirada. - Me quedaré hasta que vuelvas a abrir los ojos, ¿Te parece bien?
- Si eso esta bien para ti. - Ella tomó mis manos entre las suyas. - Sé que terminamos pero si salgo viva del quirófano...
- Lo cuál harás. - Le interrumpí haciéndole sonreír.
- Cuando salga, ¿Podríamos volver a intentarlo?, sin problemas, ni hospitales, ni...
- Claro que sí, idiota. - Besé sus labios con cuidado.
- Kendall, es hora. - Me alejé mirando al doctor Green. - Oh, hola Cat.
- Es Casey.
- Bueno, debo pedirte que esperes con los demás en la sala de espera, ¿Esta bien, Cindy? - Asentí dejando pasar su continúo error con mi nombre.
- Te estaré esperando, ¿Si? - Ella asintió apretando mi mano antes de soltarla.
Cuando fui a la sala de espera, Gregor se había sentando a mi lado tomando mi mano entre la suya, le sonreí levemente antes de cerrar mis ojos, escuchaba al sacerdote rezar.
- ¿Cariño, estás bien? - Yo asentí abriendo mis ojos para ver a Rachel.
- Solo nerviosa.
- ¿Quieres que te traiga algo? - Miré al sacerdote.
- ¿Quién eres tú? - Gregor preguntó.
- Jack Evans, hijo de estos pecadores. - Sabía que bromeaba por la sonrisa juguetona parecida a la de Kendall. Sus padres entre su meditación rieron. - Así que, ¿Eres la novia de mi hermanita?
- Si. - Él me observó detenidamente.
- Eres muy linda, ¿Como lo logro?
- Ni yo lo sé. - Bromee siguiendo su juego.
- Me agradas, Casey. ¿Quieren algo de la cafetería?
- Una botella de agua. - Él asintió yéndose luego de que todos le pidieran algo. - Nunca pensé que podría tener un hermano sacerdote. - Miré a mi hermano.
- Oh, nosotros tampoco. - Escuchamos a su padre mientras él abría sus ojos. - Al menos Zen es médico.
- ¿Zen?
- Si, nuestro otro hijo.
- ¿Y por qué no esta aquí?
- Porque trabaja en un hospital en Kenia, y Casey le pidió que se quedara allá. - Yo asentí.
Pasaron los minutos convirtiéndose en horas, Rachel se había ido para irse a su trabajo, Gregor se dormía cada cierto rato, sus padres meditaban cuando se ponían nerviosos y su hermano estaba orando, mientras que yo miraba la puerta del quirófano. En un momento escuché gritos y como entraban y salían médicos al lugar, pero preferí quedarme en blanco y creer en la capacidad de los médicos del hospital, luego de un rato el doctor Green salió.
- ¿Cómo está ella? - Su madre había sido la primera en levantarse.
- Ella esta estable, pero deberá pasar unos días para ver si su cuerpo acepta completamente el nuevo corazón. Fue una tarea difícil pero lo logramos, además un cirujano plástico nos ayudó a suturar la herida y sólo le quedará una pequeña cicatriz. Aún no pueden verle ya que esta con anestésicos, apenas despierte les permitiremos verle. - Él sonrió levemente trayéndonos tranquilidad a todos, cuando él se iba me apresuré a alcanzarle. - ¿Qué pasa Cecilia?
- ¿A qué se refería con difícil? - Él miró hacia mi espalda, sabía que lo que me iba a contar iba a ser algo confidencial.
- Casey, casi la perdimos. Claro que los doctores me ayudaron bastante pero pensé que ella no lo resistiría, tuve un poco de miedo.
- ¿Miedo?
- Sabes que era muy amigo de tu madre, y ella siempre en las cirugías me decía que si un día terminabas aquí iba a hacer todo lo posible para salvarte porque ella no podría atenderte. Yo le prometí que te cuidaría, si dejaba que esa chica muriese, iba a romper mi promesa. - Yo le abracé. - Hey, tranquila Sussy.
- Gracias por salvarle. - Él me sonrió levemente.
- Es mi trabajo. - Le dejé irse y yo volví a mi lugar.
- Gregor. - Él me miró.
- ¿Pasa algo?
- Volvamos a casa. - Él me miró confundido. - Papá debe estar cenando solo.
- ¿No quieres quedarte?
- Claro que quiero, pero también tengo cosas que hacer y una de ellas es pasar tiempo con mi familia. - Me encogí de hombros.
- Claro, vamos. Así descansas un poco para cuando despierte tu chica. - Él pasó su brazo por encima de mis hombros.
- Gregor, te quiero mucho. - Me abracé a él sorprendiendole.
- Yo igual te quiero, hermanita.
Y aquellas palabras fueron pronunciadas como si de hace mucho quisieron haber salido. Sentí una calidez reconfortante y sabía que si mamá estuviera aquí, estaría feliz porque nosotros eramos felices.

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Kiss Me?
TienerfictieUna serie de sueños cambiaron la vida de Casey y Kendall, en la realidad eran personas muy diferentes y opuestas. Casey no era una chica cualquiera y sólo era un cofre de secretos, a diferencia de Kendall que era un libro por leer. Segunda Temporada...