Pedidas

24K 1.6K 68
                                    

-Tú sabes que me habría encantado pedirte para estar ¿no?

Cuando Logan me había preguntado eso mientras me acariciaba tiernamente el cabello yo había estado echada con la cabeza recostada en su regazo. Había girado lentamente para poder encararlo. Al mirarlo a los ojos pude ver cuán en serio decía esas palabras y cuánto le dolía, cuánto realmente lamentaba lo que pasaba. No tuve duda alguna que mis ojos copiaron la tristeza de los suyos y le devolvieron esa mirada cariñosa y apenada.

A decir verdad, nunca había tenido la completa certeza de que realmente él habría querido llegar a formalizar. Sabía que él me quería y que yo a él y eso me bastaba. Aún así, cuando lo preguntó asentí con seguridad. Me había bastado verlo y oír esa leve y hasta casi imperceptible quebrada en su voz para saber que lo decía de corazón.

En ese entonces yo acababa de cumplir dieciséis. Sus papás, tras varias peleas, habían hecho planes para mudarse a otra ciudad lo suficientemente lejos como para arruinar todo.

Cuando había asentido, una sonrisa triste asomó en sus labios. Tenía algo de satisfacción combinada con alivio. Nos mantuvimos en silencio. Yo solo tenía en mente lo que había dicho antes. "No sabía si decirte esto. Quería hacerlo, pero temía cómo te afectara. Creo que ya has asimilado mejor que me mudo. Tú sabes que me habría encantado pedirte para estar ¿no?"

Una lágrima corrió discretamente por mi mejilla. Me apresuré en quitarla, con cuidado de que él no lo notara. Recuerdo que moría por escucharlo decir nuevamente que querría haber estado conmigo. Ese momento tardó más o menos un año y medio. Seis días después de esa noche se habían mudado.

Habíamos empezado a juguetear con los dedos, acariciándonos las manos antes de que nuestras miradas se volvieran a encontrar. Ahí me había levantado y lo había besado. Él me había devuelto el beso al instante. Empezaron siendo besos tiernos y suaves pero fueron adquiriendo cierta ansiedad y volviéndose más apasionados. Casi instintivamente me había acomodado en su regazo, acomodando una pierna a cada lado de sus caderas. El beso se había ido intensificando cada vez más y lo había abrazado con fuerza sintiendo un calor en todo el cuerpo y especialmente en la parte baja del vientre. Al rodearlo con mis brazos medio aferrándome a él solo podía pensar en que realmente lo adoraba. Quería estar tan cerca de él como pudiera. Nos habíamos apartado apoyando nuestras frentes, medio jadeantes, con nuestros labios rozando muy tentadoramente. Aún con la respiración algo agitaba habíamos empezado a robarnos y repartir besos tiernos.

Una media hora más tarde, me había acompañado hasta mi casa. Mi desconcierto de lo que sucedería a continuación era tan grande que cuando mis papás me habían preguntado cómo me sentía, había respondido que bien y no lo sentí como una mentira. Creo que tardé en asimilar que se iría.

Al final habían terminado regresando. Su mamá odió la nueva ciudad. Su papá, aunque ganaba más, por lo que llegué a entender, disfrutaba más su anterior trabajo. Tardaron un año, pero habían vuelto. Para ese entonces yo había estado con un novio tres meses y acabábamos de terminar. Logan estaba con una chica hacía cuatro meses y medio. Pensaba ir a estudiar allá.  Se tomaría un poco menos de un año para trabajar, ahorrar y hacer prácticas e iría a la universidad. Teniendo en cuenta que regresaron más o menos a mitad de año, faltaban aproximadamente cuatro meses para que se fuera de nuevo. No sé bien qué falló, pero él y la chica terminaron. Ambos habían estado dispuestos a esperarse, pero se dieron discusiones y sospecho que ella conoció a otro.

Nosotros empezamos a salir de nuevo unos dos meses después. Al comienzo a mi familia no le había hecho mucha gracia. En realidad, tampoco supieron bien cuánto habíamos llegado a querernos antes de que él se fuera. Creo que pensaban que nos estábamos conociendo y nos gustábamos. Temían que algo saliera mal. De pronto de habían dado cuenta cuánto significaba él para mi y eso los preocupó. Ahí se dieron cuenta que había más detrás de lo que habían creído.

Por más que habíamos tratado de tomarnos las cosas con calma, disfrutando cada momento lentamente, el cariño, que jamás se había perdido del todo, volvió a ser romántico.

-Ale... -había empezado diciendo.

-¿Mmm? -yo me había distraído un poco de nuestra conversación mirando el parque a nuestro alrededor.

Nos habíamos tomado de las manos con la excusa de que hacía frío, las teníamos heladas y queríamos calentar las del otro. Ese había sido el único gesto cariñoso que habíamos tenido.

-¿En qué piensas? -había reído como divertido conmigo.

-Eso no es lo que ibas a decir -había adivinado al instante, clavando mis ojos en los suyos.

Su mirada chispeó de manera especial. Me fascinaba sin poder evitarlo, aunque jamás lo admitiría en voz alta.

-Tú... ¿te acuerdas de hace un año y medio?

-¿Cuando te fuiste? -había preguntado algo confundida.

-No exactamente. La última vez que salimos. En el carro. ¿Recuerdas lo que hablamos?

Solté un suspiro como exasperada

-Hablamos de mil cosas -sonreí burlona.

-Me refiero a lo que te dije que me habría gustado hacer.

Ahí me había helado.

-¿Que te dije que me habría encantado pedirte para estar? -inquirió como quien hace una intentona.

Asentí muy lentamente.

-Debo admitir que me encanta poder decir que ahora sí puedo hacerlo.

Había callado unos segundos. Yo sentía que el corazón se me había acelerado y en parte quería matarlo por detenerse ahí. Con la mirada lo había apremiado a seguir.

-Realmente habría querido hacer esto antes. ¿Quieres estar conmigo?

Por algún motivo no atinaba a decir que sí y lo besé, emocionada. Lo sentí sonreír contra mis labios.

-No me has contestado -había bromeado entre besos.

-Claro que sí -respondí como si fuera lo más obvio del mundo.

Quizás era porque así se sentía. Los siguientes minutos me había preguntado a mi misma un par de veces si de verdad había ocurrido o me lo había imaginado. La confirmación llegó de forma curiosa.

-Va a ser lindo que le cuentes a tu mamá, pero lo que pagaría por ver es cuando le digas a tu papá.

Había empezado a reír a carcajadas.

-Tú vas a estar ahí conmigo -le dije.

-No hay forma -había contestado aún entre risas -aprecio mi vida. Él ni siquiera sabe que hemos salido hoy ¿o sí?

-Me vas a acompañar -lo apunté acusadoramente con el índice conteniendo a duras penas una sonrisa.

Él sí sonrió libremente, había puesto los ojos en blanco y tras susurrar "Valdrá la pena" se había inclinado para volver a besarme.

-----
Hey! Disculpen la ausencia. Realmente lo siento. No se imaginan cuánto extrañaba escribir.
Hoy he tenido un día super sentimental y/o emocional por diversos motivos, aunque naturalmente hay uno en especial. No sé si se ha trasladado mi estado de ánimo al capítulo de alguna manera...
He empezado a escribir y simplemente no paré. Este cap es increíblemente especial para mi. Escribirlo solamente... me nació. Ojalá les guste.

No olviden nunca lo agradecida que les estoy y cuánto los quiero!

The Real Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora