The Real Good Girl

Parque de juegos

Desde que tuve memoria, Michela siempre había estado ahí cuidándonos. Y desde que tenía memoria, ella y mi tío Tomás habían estado juntos. Michela fue nuestra niñera hasta que mi hermana cumplió cinco años. Después de eso venía a visitarnos por cumpleaños y cosas así que jamás olvidaba. Cuando Pierre Ignacio había nacido y era chiquito a veces también venía a ayudar, pero solo de vez en cuando. Ya en ese entonces no estaba con mi tío.

Sin embargo sí habían estado juntos el día que intentamos escaparnos al parque de juegos. Yo tenía seis y mi hermana tenía cuatro años recién cumplidos. Nos habíamos encerrado en nuestro cuarto e intentado salir por la escalera de incendios. Nuestro tío había estado golpeando la puerta como loco. Fue a Michela a quien se le ocurrió entrar por la ventana. Fueron a su departamento y bajaron al nuestro por la escalera de incendios. Así fue como nos encontraron con las manos en la masa en nuestro intento de fuga. Nos obligaron a sentarnos y escuchar todo un sermón de porqué estaba mal lo que habíamos hecho. La impresión que me dejó fue tal, que incluso en el presente a veces recordaba los regaños de ese día.

Pese a todo, al final logramos persuadirlos de llevarnos al parque de diversiones. Necesitamos nuestras mejores caritas de perrito, los mejores pucheros y miles de zalamerías para convencer a nuestro tío. En realidad a ambos les había hecho gracia nuestro intento de fuga de no ser por el susto gigantesco que les dimos.

Fuimos caminando. Por algún motivo era algo que a ambos les encantaba hacer y nos vimos en una caminata de poco más de media hora que definitivamente valió la pena.

-Su papá me va a matar si es que algo les ocurre -nos advirtió nuestro tío mientras cruzábamos todos de la mano la última pista antes de llegar al parque.

-Yo te mato -le dijo Michela.

-¿Y eso? 

-¡Se supone que ambos las cuidamos! Les pasa algo y me da un ataque.

Nosotras los mirábamos divertidas. Creo que incluso planeábamos maneras de hacerles creer que nos habíamos escapado para darles un susto. Terminamos dándoselos sin proponérnoslo cuando nos escurrimos para ganar sitio en la cola de entrada. Con nuestros papás era prácticamente rutina que hiciéramos eso, sobre todo con nuestro papá. Nuestra mamá se angustiaba a veces y habíamos aprendido que habían sitios donde no podíamos hacer eso. Estábamos muy contentas, orgullosas y sonrientes con el buen lugar que habías alcanzado cuando nos giramos a ver porqué tardaban tanto. Ambos daban vueltas por el patio completamente desconcertados. Cada vez que se encontraban frente a frente intercambiaban una mirada aterrada y continuaban.

-¿Entiendes qué hacen? -me preguntó mi hermana.

Negué con la cabeza mientras me encogía de hombros.

-Se ven muy raros -comentó ella de nuevo.

-A lo mejor a Mica se le cayó uno de sus aretes o algo así -sugerí.

-Eso debe ser -mi hermana aprobó con una ligera admiración mi idea.

Los seguimos mirando, ladeando la cabeza, confundidas, pensando en lo raros que eran. De pronto mi tío pareció tener una idea y tomando a Michela de la mano prácticamente la arrastró a la fila. Por suerte, porque ya habíamos empezado a movernos, la gente ya estaba entrando al parque y se acercaba nuestro turno de ingreso, no tardaron en dar con nosotras.

Tengo el recuerdo de que me dio la impresión de que Michela nos regañaría de nuevo, pero mi tío, negando con la cabeza como divertido con una idea y susurrando riendo entre dientes el nombre de mi papá, la detuvo.

Llenando a Michela de "abracitos amorosos" como les decíamos, conseguimos robarle una sonrisa y finalmente cedió. 

Por fin adentro rogábamos alternadamente para ir a un juego u otro. Habíamos descubierto que era mucho más efectivo. Conseguíamos el doble de cosas. Y si algo se ponía muy complicado podíamos acogernos al clásico "pero cuando mi hermana quiso esto, se lo dieron" o recurríamos a un trabajo en equipo de emergencia. En realidad ambos se portaron bastante bien y nos dejaron elegir más o menos con cierta libertad qué es lo que queríamos hacer. Naturalmente las montañas rusas más imponentes, veloces y "peligrosas" estaban más que prohibidas. Tampoco habríamos podido entrar por una cuestión de altura. Por más que en ese entonces jamás lo habríamos confesado, nos alegraba de que así fuera. Nos daba la excusa perfecta para no tener que subir a esas montañas que a esa edad nos asustaban.

Tomás tenía que luchar consigo mismo porque le encantaba consentirnos y ser el tío engreidor. Michela, un poco a modo de broma, de cuando en cuando nos decía que por favor les diéramos un momento porque tenía que poner en su sitio a nuestro tío.

Los obligamos a subir como cuatro veces seguidas a una montaña rusa con agua que nos había dejado fascinadas. Al final, de tanto subirnos, quedamos mojadas hasta la ropa interior. Empapados fuimos a comer y nos sentamos al sol para almorzar una buena pizza mientras nos secábamos. En ese momento uno de los trabajadores del parque nos pidió permiso para tomarnos una foto.

-Hacen una familia preciosa -nos sonrió.

-¿Cómo? -Tomás había intentado imitar su gesto aunque sonaba un poco confundido.

-Oye, es verdad que son un poco jóvenes quizás para tener una familia, pero parecen llevarlo increíble y como dicen "cada quien tiene sus tiempos". Realmente forman una familia preciosa.

Michela y mi tío se atoraron casi simultáneamente y se pusieron rojos. Mi hermana, que al comienzo no había entendido del todo empezó a reír alegremente conmigo cuando le aclaré que el señor creía que nuestro tío era nuestro papá.

-Pues tienen mucho talento con los niños en todo caso -concluyó el hombre sin perder su sonrisa -Espero en algunos años verlos por aquí con su propia familia.

Ambos se quedaron estupefactos.

-¡Hey! -protestó mi hermana.

-¿Qué ocurre? -le preguntó con ternura el señor.

-¿Y nosotras? -me quejé yo también.

-¿Quiere que nos dejen de lado o qué? -mi hermana se cruzó de brazos frunciendo el ceño.

Yo repetía exactamente sus gestos. Por lo visto esto relajó tanto a Tomás como a Michela y ambos echaron a reír y nos dieron besos en la cabeza, prometiendo que siempre nos traerían al parque de juegos, pasara lo que pasara. Esa fue quizás una de las promesas que más valoré y atesoré por años. Secretamente siempre le estaría agradecida a ese fotógrafo.

Nunca les dijeron a nuestros papás que habíamos intentado fugarnos al parque de juegos. Fue un secreto que siempre guardamos intercambiando una sonrisa.

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OH SÍ!!!

Hace mucho que estaba bloqueada y la pasaba mal porque me sentía incapaz de escribir. No me daba la cabeza. Simplemente no se me ocurre mejor momento de acabar este cap y sobre todo, no se me ocurre mejor manera de empezar mi día (porque ya es de madrugada) que escribiendo. Significa demasiado para mi poder empezar mi cumpleaños escribiendo. Sí, es mi cumpleaños. Se me hace precioso haber empezado mis 18 de esta manera.

Perdonen por las demoras. He tenido una semana bastante difícil, sobre todo al principio y más aún llegando a la mitad. Jamás es bueno cargarse con muchas cosas y aguantarse las penas. Ayudar a los demás y estar para tu familia y amigos lo más posible puede ser hermoso, pero hay que saber medir mis límites. Medio a la mala me di cuenta que había excedido los míos y que además, había estado dejando de lado mis propias preocupaciones y cosas que me dolían. La verdad es que tuve una experiencia bastante fuerte. Lo bueno es que ya pasó, conté con el apoyo de mi mejor amiga que realmente fue invaluable y a fin de cuentas todo me ayudó un poco a darme cuenta que estaba mal y necesitaba cambiar un poco de actitud. Además pasé luego momentos preciosos celebrando por adelantado mi cumpleaños. Mis amigas de la universidad me han engreído al por mayor.

En fin, ya estoy mejor, bastante bien en realidad, super emocionada por hoy. No suelo alegrarme tanto por un cumpleaños, pero hoy sí estoy muy contante y entusiasmada. Creo que estoy tratando de ver todo con la mejor cara posible.

Les mando un besote a todos, cuídense mucho y sobre todo, no olviden que les agradezco de todo corazón ser una bendición tan hermosa e importante en mi vida. Les debo mil sonrisas.

Peace & out!

(PD: ya voy 3/10 caps del reto #JustWriteIt ! Ya puedo sumar unas 1115 palabras más ;) )