Mañana en grupo

12.4K 881 82
                                    

-¿Qué pasó? -pregunté realmente somnolienta a mi hermana.

La había escuchado levantarse e ir a desayunar, pero en pocos segundos había vuelto.

-¡Están todos ahí! -se quejó lamentándose.

-¿Quiénes? ¿De qué hablas? -yo seguía luchando por terminar de despertar.

-Los tíos. Papá decidió hacer desayuno grupal o algo así.

-¿Hernán, Mónica, Melanie, Tomás? -pregunté sentándome por fin.

-Y Javier, Tamara, Andrei, Mateo.

-Dios mío ¿Están todos? -me sorprendí.

-¡Sí! ¡Y yo casi entro en pijama, con legañas y estos pelos de loca!

No pude evitar reír.

-Qué milagro se habrá dado para que se reúnan.

-Ni la más remota idea, pero estaban bromeando y riendo así que por suerte podemos deducir que no se han juntado por algo grave.

-Es temprano... ¿no? ¿Qué hora es?

-Deben ser como las nueve.

-¡¿Las nueve?! -ahí sí me levanté de un salto de la cama -¡¿Por qué nadie me avisa?!

-¿Qué pasa?

-Estoy metida en el grupo de ayuda social ¿recuerdas? Estoy en el equipo de organización. Hoy tengo una reunión.

-¿Con el que fuimos a colaborar en los albergues el año pasado?

-Sí. Queremos ir a más sitios este año e intentar hacer cosas nuevas. ¿Tú no te habías inscrito también? -pregunté mientras corría de un lado a otro recolectando mi ropa.

-Sí, pero yo estoy en el equipo de apoyo.

-Este año vamos a volver a ir ¿no? -le pregunté ya desde el baño.

No oí su respuesta porque en ese momento abrí el caño de la ducha para que el agua fuera calentando. Le pedí que repitiera lo que había y ella lo hizo algo fastidiada.

Me apuré lo más que pude en bañarme y aún así demoré más de quince minutos solo en la ducha. Cuando por fin salí del baño me encontré con mi hermana, lista y vestida, sentada en mi cama, esperándome.

-¿Qué pasa? -le pregunté -¿Ya desayunaste? ¡Qué rápida!

-¿Qué? No, no, estaba esperando para ir contigo.

-Ni pagada eres tan buena conmigo ¿qué pasó?

-¡Qué maldita! -rió antes de aclarar -sabes que prefiero ir contigo.

Al entrar a la cocina nos recibieron con cariño y miles de exclamaciones de "¡Qué guapas están!" pero sobre todo "¡Cuánto han crecido!" "¿Cuándo crecieron?" y "¡Cómo vuela el tiempo!". Mónica y Tamara añadieron unos "Ya me empiezo a sentir vieja". Mi hermana y yo protestamos al instante pues ambas se seguían viendo y siendo jóvenes. Mientras tanto nos habían hecho un sitio en la mesa y nos invitaron desayuno.

-¿Dónde está mamá? -inquirí.

-Se fue a dejar a tu hermanito donde sus abuelos -me aclaró Tomás.

-No, bestia, iba a dejarlo a la casa de un amiguito ¿no recuerdas? -lo riñó Javier.

-Babosos -rió Tamara -ni una cosa ni la otra, iban a hacer las compras y luego lo iba a dejar en unas clases.

-¿Cómo es que nunca se enteran de nada? -bromeó Mónica -Me hacen recordar porqué no me junto con ustedes.

Mi papá rió de buena gana, Hernán le dio al instante la razón y Melanie la reprendió recordándole solo para fastidiar que ella era quien promovía la mayoría de los encuentros.

The Real Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora