Un muy buen fin de semana

14.6K 962 165
                                    

-¿A dónde vas a ir al final? -preguntó mi hermana.

-Vamos juntas a la parrillada en el estacionamiento que han alquilado -le recordé.

-Ya... -rió -y luego nos vamos a la discoteca y después...

Intercambiamos una sonrisa cómplice.

-¿Quieres la versión oficial? -bromeé -Después me voy a casa de Caro.

-¿Vas a irte con Logan?

-Y con Caro y un par de amigos más. Vamos a estar solo un rato en la discoteca. Hay una fiesta formal en un hotel cerca. Es de la fraternidad de Logan. Somos cuatro parejas. O bueno tu sabes, algunos son amigos que están yendo juntos porque no se podía ir al evento solo, pero bueno. A fin de cuentas, cuatro parejas. Dos de ellas van a ir directo a la parrillada y no van a ir a la discoteca sino que van de frente al hotel, a la fiesta.

-Pero si es formal... no vas a ir así ¿verdad?

-Obvio que no -le dije con una sonrisa -Por eso hemos alquilado una habitación. Vamos a dejar ahí los vestidos, los ternos y el maquillaje. Ya iremos a cambiarnos luego.

-Aún no puedo creer que te hayan dado permiso.

-Pero si es tranquilo -le guiñé un ojo -iremos a la parrillada, te dejamos en la discoteca y nos vamos a casa de Caro. Bueno, les dije que lo más probable es que nos terminemos metiendo a la discoteca. Me sentía incapaz de fingir que no iría a ninguna fiesta. Creo que de pura culpa no la habría terminado de pasar bien.

-¿Y de ahí se supone que te quedas donde Caro?

-Sip. En la mañana salimos a desayunar y después regreso. Eso va a terminar siendo casi a medio día en realidad.

-¿Todos se quedan en el hotel a dormir?

-No estoy segura. Ya veremos. ¿Y tú?

-Se supone que tengo que estar aquí antes de las tres.

-¡¿Te han dejado hasta las tres?! ¡No es justo! Yo a tu edad...

-...regresabas a las tres -me interrumpió mi hermana.

Medité en silencio, haciendo rápidamente cálculos en mi mente.

-¡Solo en ocasiones especiales! -protesté de nuevo, triunfal de tener la razón.

Ella puso los ojos en blanco con una sonrisa burlona.

-¿Me prestas tus sandalias con tacón?

-Claro, aprópiate de mis tacones -respondí en tono sarcástico.

-¡Gracias! -me regaló una sonrisa encantadora, interpretándome a la perfección.

-¿Con quiénes vas a ir? -pregunté de pronto -Y más importante ¿Con quiénes te vas a regresar? Porque no hay manera que vuelvas a esa hora en taxi sola.

-¡Alessa! -exclamó haciéndose la ofendida, utilizando el apodo para fastidiarme en broma -¡Eres peor que mamá! Es más ¡eres peor que papá!

Ambas reímos sin poder evitarlo.

-Préstame tus sombras doradas -le dije aún entre risas.

-Están en el estuche de maquillaje -me hizo un gesto señalándolo -¿Te las vas a llevar para maquillarte luego?

Con un quejido me levanté a buscarlas para luego guardarlas en mi propio estuche.

-Sí, ahora solo voy a delinearme un poco los ojos.

-No las vayas a dejar en el hotel -me advirtió.

Le hice una mueca.

The Real Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora