Capítulo 11

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Cristina salió desesperada de su casa intentando detener a su hermana, pero lo último que vio de esta fue como se subía a una vieja camioneta sin dar vuelta atrás. Como le diría a su madre, que Deborah las había dejado, como le iba a explicar que Deborah se había escapado con su supuesto padre.

El camino de la casita en la que vivían a la hacienda era algo tedioso, aunque Cristina no lo siento. Corría con todas sus fuerzas hasta que el aire empezó a quemar en sus pulmones. Su madre estaba terminando de organizar la cocina de la casa, para así dar fin a su jornada.

-¡¿Mamá?!- Cristina entro corriendo en la cocina buscando a su mamá.

-Cristina, Cariño- Elena termino de doblar su delantal antes de alzar la vista hacia su hija- ¿Cuántas veces te he dicho que no entres así?...

Pero las réplicas de Elena fueron contenidas al ver la cara de su amada hija cubierta de lágrimas. Ella se había dado cuenta de las constantes peleas entre Cristina y Deborah, pero no había creído conveniente interponerse entre ellas. Ahora se daba cuenta que había cometido un terrible error. Sus queridas hijas ya no se adoraban como antes.

-Cristina, cálmate y dime que pasa- La preocupación era visible en la delicada voz de Elena-¿Por qué tu hermana no está contigo?

-Deborah se ha marchado- Las palabras dichas por Cristina pesaron en las dos. Tanto en ella por haberlas dicho como en su estupefacta madre por haberlas oído.

-¡¿De que estas hablando?!...Seguramente se fue a casa de alguna de sus amigas, pero cuando vuelva-

-No va a volver, se fue con su padre-

Elena nunca pensó que volvería a oír hablar de alguno de los hombres que hicieron parte de su vida. Gastón, por lo que Carla le había contado no estaba interesado en buscarla ni a ella, ni mucho menos a su hija y de su amado Cristianno, nunca había tenido una noticia o una explicación de porqué le mintió, de porque la abandono sin razón alguna.

-¿Gastón, está aquí?- Elena rememoro el ultimo recuerdo que tenia de su esposo. Gastón la había golpeado y herido sin importarle en lo más mínimo que ella era la madre de su hija. Una simple bebé que la necesitaba.

-No sé cómo se llame ese hombre, mamá-Cristina intento tranquilizar a su madre tomándola de las manos- Esta mañana llamaron a Deborah a la oficina de la directora, después de eso volvió muy extraña y regreso a casa sola, sin esperarme. Me dijo que había conocido a su padre, que éramos hijas de distintos padres y...que mi padre era un hombre casado.

-Oh Dios mío- Elena se llevó una mano a su boca intentando contener un sollozo desesperado que gritaba por salir de ella. No creía posible que la maldad de Gastón las hubiera alcanzado- Cristina, ustedes son mis hijas y si les oculte la verdad fue para protegerlas, a ambas. Yo estuve casada con el padre de Deborah unos cuantos años, fuimos relativamente felices hasta que di a luz a Deborah, su padre nunca había querido una niña y me rechazo por eso, ocultándose en la bebida y las mujeres fáciles.

- ¿Y por eso te metiste con un hombre casado? ¿O es que mi padre también me rechazo por ser mujer, como el de Deborah?- Elena sabía que aquel era un reclamo justificado pero aun así, le dolía en sobremanera que su hija la juzgara y señalara de aquella horrible manera.

-No sucedió así. Cuando conocí a tu padre estaba pasando un momento muy difícil de mi vida. Deborah era una bebe de meses, yo tenía que trabajar día y noche para poder alimentarnos, además de cuidar y soportar el maltrato de un esposo que me odiaba. Tu padre fue un ángel en mi vida, él nos enseñó a tu hermana, aun siendo una bebé y a mí, lo que era el amor verdadero. A pesar de saber que me mintió, que era un hombre casado, lo quiero. Lo sigo amando, cada día intento recordar lo bueno que me dio y no lo malo. Y lo mejor de el para mí, eres tú.

"Lo único que siempre he querido es protegerlas. Yo no sabía que tu padre era un hombre casado. Él me había dicho que me amaba, íbamos a escaparnos juntos. Pero el padre de Deborah se enteró de todo, aún recuerdo su voz y como no le importó golpearme esta dejarme inconsciente, mucho menos que nuestra hija estuviera en el mismo lugar en el que casi me mata. Después de la golpiza que me dio Gastón descubrí que tu padre era un hombre casado. La esposa de Cristianno estaba muy enferma y lo quería a su lado, por lo que el abandono la isla sin decirle a nadie. Ahí fue cuando descubrí que estaba embarazada de nuevo, pero esta vez de mi amado Cristianno. Hija, te pido que no me juzgues, yo intente buscar a tu padre pero no di con él, y con el tiempo me dio miedo que nos llegara a despreciar, además imagino que para estas fechas su esposa ya habrá llenado su casa de hijos y estará tan feliz que se habrá olvidado de mi por completo.

-Mamá, tú lo has sido todo en nuestras vidas y yo no tengo el derecho, ni la obligación de juzgarte por tu pasado-

-Hija, ayúdame, debemos denunciar a la policía la desaparición de tu hermana, tengo miedo por lo que Gastón le pueda hacer-

La denuncia se hizo pero lamentablemente Gastón había sido muy listo y con solo entrar al país había empezado una batalla jurídica por recuperar a su hija, la cual él había alegado había sido alejada de el sin su consentimiento. Por lo cual era poco lo que la policía podía hacer por Elena, ya que Deborah estaba en acompañamiento de uno de sus padres por voluntad propia, no era considerada ni desaparecida ni secuestrada.

Abatidas después de las malas noticias Cristina y Elena volvieron a su casa. Habían llorado mucho pero también pedido a Dios que su hermana e hija, estuviera bien y nada malo le sucediera. Cristina al llegar a su casa le preparo una taza de té a su madre, para que se serenara un poco.

-Ella volverá, yo lo se mamá- Cristina le dio la taza a su madre y la abrazo. Quería que su abrazo le transmitiera todo el amor que ella sabía que le tenía y el que Deborah, a pesar de todo también.

...

Un capítulo un poquito más largo, espero que les guste. No olviden votar y comentar que les pareció. Gracias =)

Dolor,traición y venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora