Natial

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—¡Ya es hora de despertar! —grita Demily emocionada en mi oído.

Abro mis ojos y veo su hermosa sonrisa, la sonrisa de la persona a la que más he amado en toda mi vida, mi novia. Se siente muy raro decirlo, ya que nunca creí que esto pasaría más lejos que un amor no correspondido, sin embargo desde hace tres días somos oficialmente liab. Los natabii no utilizamos palabras como parejas, novios o esposos, sino que liab, tu liab es quien te acompañará durante toda tu vida, algo mucho más fuerte que las relaciones humanas que van y vienen.

Era de noche, pero por suerte no hacía frío, llevé a Demily a al sitio de las flores. Un par de horas antes me había encargado de hacer crecer cientos de rosas de diferentes colores y tamaños, también junte unos troncos para encender una fogata, si iba a pedir a Demi que fuera mi novia tendría que ser algo especial que pudiéramos recordar por la eternidad. Encendí los troncos que había juntado y así se iluminaron todas las flores, especialmente las rosas que rodeaban la fogata, jamás olvidaré el rostro de emoción de Dem al ver tantas flores, luego de eso la tome de las manos, nuestras miradas se unieron, sus ojos color miel estaban llenos de dulzura e inocencia.

—Demily Oneill, eres sin duda la persona a la que más amo, la única con la que sería capaz de vivir hasta la eternidad. —dije tratando de no equivocarme, los nervios me estaban consumiendo—. Por eso quiero pedirte que seas mi compañera de vida, Dem, ¿Quieres ser mi Liab?

Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, por un momento pensé que le ocurría algo, sin embargo después comenzó a reír muy feliz.

—Claro que acepto Natial Mintweed, quiero ser tu liab hasta el infinito y más allá. —contestó mientras secaba sus lágrimas con la manga de su sudadera.

Ya éramos liab, la más feliz liab, acaricié su largo cabello con mechas californianas y me acerque a su rostro, nuestros labios se unieron desesperadamente. Ese beso fue algo mágico, increíblemente las flores comenzaron a crecer sin control y el fuego aumentó su intensidad, muchas luciérnagas y mariposas multicolores llegaron a la escena y bailaron alrededor de nosotros como si celebraran nuestra felicidad.

Me levanto de la cama que comparto con mi liab, ella ya está completamente vestida con su ropa deportiva.

—Te veo emocionada, ¿qué tareas teníamos para hoy? —pregunto y en seguida se me escapa un bostezo.

—Ya sabes amor, tenemos que construir la casa de Dara.

—Oh es cierto. —beso a mi princesa en la mejilla—. Lo olvidaba, buen día cariño.

—Aww, es tan lindo mi chico de la naturaleza. —se acerca a mi rostro y frota su nariz con la mía. Esto aún sigue siendo algo loco para mí, no puedo evitar sonrojarme cada vez que me demuestra su cariño.

Caminamos hacia la cocina de nuestro hogar, la mesa está perfectamente ordenada y cubierta con deliciosas preparaciones hechas por las manos de la chica de mechas californianas. Nos sentamos frente a frente, nos sirvo a ambos un poco de té con un toque de limón, hoy será un día agotador, debemos ir al instituto y luego al territorio de Lykaios a construir una casa a Dara, la pobre chica debe estar sufriendo un montón y es nuestro deber como sus amigos hacerla sentir bien. Agarro un trozo de bizcocho de naranja y lo devoro en unos segundos, es la cosa más deliciosa que Demi prepara, la dulce chica me observa comer sus manjares y solo ríe.

Terminamos de desayunar y nos vestimos rápidamente con el uniforme del instituto. Caminamos relajados hacia nuestro destino, tomados de la mano, la mañana está algo fría por lo que el calor proveniente de la mano de Dem se siente muy bien.

Seres [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora