Dara

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–¡Eh! ¡Cuñada!–escuché una voz muy similar a la de Coop, mas no igual. Era Mase. Me volteé–Hemos venido con visita.

Tras él y su reflejo rubio habían dos personas, un chico y dos chica, muy bien parecidos. La menor, como de mi edad tenía el pelo gris los otros lucían un cabello rosa suave. La chica de rosa tenía unos ojos azules hermosos, en cambio el chico tenía ojos cafés profundos, tibios, al igual que la muchacha de gris.

–¿Es ella?–preguntó con una sonrisa la mayor–¿en verdad?

–¿Cómo es que el asocial consigue pareja antes que ustedes?–se burló el muchacho. Mase se sonrojó y Bart se encogió de hombros.

–Woody, hay que esperar a la correcta–dijo Bart–. Sólo a ella le daré mi amor y atención, por ahora tengo a Netty–intentó abrazar a la menor, quien le miró fríamente–, digo a Mase.

–Rayito de sol, consigue una novia.

–Cállense, teletubbies–les reprendió la chica de rosa, se acercó a mí y extendió su mano–. Mucho gusto, linda, soy Cherilyn, la hermana mayor de estos chicos.

–Soy Dara, también me...

Apenas tomé su mano, puesto que el muchacho la empujó y ocupó su lugar.

–Querrás decir la segunda mayor–sonrió sacándole la lengua–. Es un placer, soy Sherwood.

–Yo nací antes, Sher.

–Sí, pero es un secreto Cher.

Al parecer marear es de familia. Se empujaron entre ellos hasta quedarse quietos y mirarme.

–¡Cuéntanos! ¿Cómo se conocieron?

–¿Fue amable?

–¿Cómo llevaba el cabello?

–¿Estaban sus duplicados presentes?

–CherSher, la van a marear–rió la chica, debía tener mi edad, pasó entre ellos–. Discúlpalos, Coopy y yo somos los únicos normales de esta familia. Soy Linnette, más conocida como Netty.

–Coop me ha hablado bastante de ti–recordé, Coop siempre habla orgulloso de su hermanita.

–No creo que tanto como habla de ti en casa.

Iba a responder, pero un voz estricta me interrumpió.

–¡Suficiente plática, nenitas! ¡Es hora de entrenar!

Un chico de voz gruesa y demandante, al igual que su aspecto se posicionó frente a todo el equipo, junto un grupo más de gente. Todos de negro. Nat que estaba abrazando a Dem se separó inmediatamente. Eran tres chicos, una chica y dos perros siberianos, a uno de los varones lo reconocía. Daemon Black, el imbécil popular de la escuela. El chico que nos habló tenía cabello rubio, y en su cuello se apreciaban tatuajes que de seguro seguían en todo su torso, mandíbula marcada. A su lado derecho había una chica con cabello negro como el alquitrán y ojos de un azul tan claro que podrían llegar a ser transparentes. Al lado del señor popular había un chico que seguía los mismos patrones de ellos, de negro, mirada desafiante, postura dominante, aspecto tosco pero elegante. El rubio habló.

–Su papito lobo me hizo la interesante petición de que les ayudáramos a entrenar mientras él estaba fuera soplando casitas de paja.

¿De qué habla?

–Desde este momento, y en cada entrenamiento me dirán mi general o señor Seger, queda prohibido hablar o detener el entrenamiento. ¿Entendido?

Seres [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora