Seres [EDITANDO]

Aeryn

Llego al instituto con toda la actitud de un día nuevo, donde puedo tomar nuevas desciciones, el limite es el cielo, mis errores son pasado, mi panorama es otro...

Que va; tengo ojeras, ojos hinchados. Extraño a mi hermano, todas las noches lloro hasta quedarme dormida, me quedo en mi casa con la esperanza de verlo y tal vez dejar que me cuente sobre su plan con la lagartija; pero por desgracia, nunca llegó.

-Ryn, te ves terrible- dice Li sentandose junto a mí, por desgracia mi humor esta en numeros negativos.

-Tú no te ves mejor- le contesto viendo su despeinado cabello.

-Cállate, Ryn- se da la vuelta un poco molesta, a cualquier chica le molestan malos comentarios de su aspecto

Ruedo los ojos.

Que infantil.

-Hoy no vi a tu hermano Ryn- dice Li con cierto toque de maldad, simplemente no contesto a su pregunta, la ignoro ya que unas terribles ganas de llorar me invaden.

-¿Te comieron la lengua los lobos?- dice insistente, sé que le hace gracia mi dolor, así que me levanto y tomo mis cosas corriendo al patio.

Una vez afuera saco mi celular, y busco la foto de nuestra antigua casa, las lágrimas no tardan en aparecer de nuevo.

Te extraño Lan.

Un edor interrumpe mis recuerdos tristes, rapidamente limpio las lágrimas que aún quedaban en mis mejillas antes de que aquel intruso me vea ser débil.

-Hey chupa sangre- dice Lyka detras de mí- Deberías estar en clase- me recrimina.

-No estoy de humor- saco mis audífonos y justo antes de ponerle play a la música, el lobito se sienta junto a mí.

-¿Estás bien?- me pregunta mientras quita uno de mis audífonos.

-Si, no te preocupes- trato de irme pero Lyka me toma de la muñeca y ma atrae en un cálido abrazo.

-Sé que no lo estas chupa sangre- eso último me saca una risita.

-Tienes razoó- suspiro derrotada, me dejo invadir por el olor que desprende mi enemigo natural, y aunque sea difícil de creerlo es bastante relajante.

-Dejalo salir Aeryn- dice pasando su mano por mi cabellera rubia.

Lágrimas brotan de mis enrojecidos ojos, mi hermano me dejó, estoy sola en el mundo, mis padres, el plan de la dragona... Todo es tan abrumador, no sé si quiera seguir viviendo aquí, tal vez lo mejor sea irme de aquí un tiempo.

-¿Ya mejor?- susurra Lyka, inmediatamente me separo.

-Si, gracias- limpio un poco mi rostro.

-Ven, la cocinera es mi amiga, aunque no sé si puedas comer algo- se burla mientras me extiende su mano para ponerme de pie.

-La cocinera suena bien- digo lamiendo mis labios.

-No te pases chupa sangre- rio y me levanto.

Caminamos a la cafetería entre algunas bromas de parte de Lyka, me agrada, sé que es raro pero me agrada.

-Te espero en una mesa ve por tu comida- le digo mientras camino a una mesa del fondo.

Por ahora no hay estudiantes ya que es hora de clase, a lo que me recuerda que debo preguntarle a Lyka el porque estaba afuera, lo veo caminar hasta mi.

-Bien, un desayuno completo para mí- dice señalando la desorbitante cantidad de comida en su charola- y para ti, mi presencia.

-Alguien tiene el ego muy alto lobito- ambos soltamos un par de risas más.