Seres [EDITANDO]

Lan

Finalmente todo estaba cayendo en su lugar... o algo parecido a eso. Había rumores, esparcidos entre susurros y notitas durante las clases sobre varias cosas. Los incendios que Circe había estado causando y las personas que habían desaparecido en las últimas dos semanas, en resumen, estábamos creando el caos.

La hermana menor del perro de Lykaios se había ido finalmente, gracias a eso Circe había podido seguirlo y hallar el lugar donde se encuentra el resto de la manada. Fue más fácil para ella ya que los demás aún no saben reconocer muy bien su aroma, a excepción de Aeryn a quien no había visto desde nuestra pelea. Ni siquiera sabía si aún vivía en casa. Yo no había vuelto.

Me di la vuelta en la cama y atraje el cuerpo de Circe hacia el mío con la ayuda de mi brazo en su desnuda cintura. Mordí su cuello levemente acariciando su pulso con mis labios. La escuché soltar un gruñido mientras se desperezaba.

-Buenos días, bombón -le dije mientras que enterraba mi cara en su cuello y pasaba mis manos por su espalda para atraerla más hacia mí.

-Oye, creí que yo era la que ponía los apodos aquí, no tú.

Me reí mientras que ella enredaba sus piernas con las mías y pasaba sus manos por mi espalda.

-Tengo que levantarme Lan -me dijo divertida. -Quítate.

Me reí también y me retiré para que ella se pudiera levantar.

Retiró las sábanas de la cama al mismo tiempo que se levantaba de la cama dejándome totalmente descubierto.

-¡Hey! -me quejé.

Se volvió para verme con ojos traviesos.

-Justo como me gusta.

Y se escabulló en el baño.

Preparé un desayuno para ella y saqué una bolsita de sangre que había guardado en el refri. La mezcle con un poco de café.

Cuando Circe salió de la habitación con su uniforme se formaron ideas en mi cabeza no muy adecuadas para el desayuno.
La observé comer entre miradas de complicidad y un tranquilo silencio. Era extraño pensar en ella, la primera vez que la vi llamó mi atención inmediatamente pero lo que sentía con ella iba más allá; era como si un vínculo nos uniera para hacer algo. Para llevar a cabo nuestros planes.

-Listo, me tengo que ir.

-¿Quieres que te lleve? -le dije tomando mis llaves.

-Mmm -se acercó a mi ronroneando. -Es que si me llevas no sé si pueda bajar del coche después.

Le sonreí de lado.

-Tal vez la idea me guste.

***

Dejé a Circe en la escuela con mucho cuidad de dejar que Aeryn viera mi auto antes de salir del estacionamiento, le guiñe un ojo mientras bajaba mis lentes obscuros con mi mano derecha.

Conduje una medio hora hasta el lago de Fermont, aparqué mi auto cerca del bosque caminé colina arriba.

El viento y el susurro de los animales confundían el sonido de los pasos que me seguían. Continué mi camino lentamente tratando de contar cuántos eran, uno, tres, eran siete personas.

Seguí caminando.

Cuando los árboles se terminaron y la cima de la colina se mostraba ante mi, me detuve y observé el lago desde ahí.

-¿Van a quedarse ahí observando o qué?

Los siete cuerpos salieron de entre los árboles, cuatro mujeres y tres hombres.