Natial

652 58 14
                                    



Caigo desde varios metros hasta el suelo, mi cabeza se azota contra el duro pavimento, siento que en cualquier momento voy a caer en un profundo coma, sobre mí logro observar al vampiro de cabello oscuro, sus ojos son idénticos a los de Aeryn. En cualquier momento me puede asesinar, ahora soy débil, aunque de ninguna forma voy a abandonar este mundo de forma tan simple, debe ser con estilo. Junto saliva en mi boca y la lanzo en forma de escupitajo al rostro del vampiro.

—Oh, no debiste hacer eso. –me dice furioso. Su mano se acerca a mi cuello violentamente, sin embargo antes de ahorcarme se detiene—. No te mato sólo porque Circe está lastimada y una pequeña mierda como tú no vale nada.

El vampiro se quita de encima y se limpia el rostro con la su manga, el vampiro rubio deja a Demi en el suelo y acompaña al primero, la dragona está tirada en el piso completamente desnuda, evito mirar porque me da pudor. Me arrastro débilmente al cuerpo de mi amiga, está inconsciente y llena de quemaduras por todos. Me pongo de pie con dificultad, tomo el cuerpo de Demily en mis brazos, en seguida me pongo a correr por las calles de la ciudad, me siento como un laberinto, no tengo idea hacia donde voy, solo corro en busca de una solución. El dolor de cabeza es terrible, siento como caen las gotas de sangre por mi frente, de a poco me voy desvaneciendo, necesito ayuda.

De pronto alguien se acerca velozmente y me quita a Dem de los brazos, mi visión está nublada por lo que me cuesta reconocer que es Lykaios, estoy seguro que el olor lo atrajo hacia mí, estoy totalmente agradecido del gran olfato de los hombres lobo

—Natial, sígueme rápido. —me dice Lyka guiándome a través de las calles.

Camino lo más rápido que puedo, el amable lobo me lleva por varias cuadras, doblamos a la derecha, luego a la izquierda, volvemos dos cuadras hasta que llegamos a una cafetería. Mi cuerpo ya no da más y caigo rendido al piso, uso la pared de respaldo y pongo a mi chica delicadamente entre mis piernas. Comienzo a revisar las heridas de Demily más detenidamente, tiene muchos moretones, pero lo que me deja sin aliento son sus quemaduras, no son cualquier quemadura, tienen un color azulino. Si fueran quemaduras normales no tendría en problema en curarla, hay muchos remedios élficos para estos casos, sin embargo las quemaduras con fuego de dragón son cosa seria. Todo esto es culpa de esa lagartija asquerosa con sus maquiavélicos planes, aunque también mía, jamás debí haber expuesto a mi amiga a tales peligros, soy un completo idiota.

—Tiene quemaduras con fuego de dragón, ¿qué hago? ¿dónde la llevo? —gimo desesperado buscando alguna respuesta en los ojos de Lykaios—. Ayúdame por favor.

El adolescente de cabello castaño oscuro comienza a pensar en alguna solución o eso deduzco al observar su rostro. Estoy ton cansado y molido que ni lágrimas me salen.

—Tengo la solución Nat, sólo cálmate por favor. —me dice con un tono de voz suave—. Conozco a alguien que debería ser capaz de curar esto e incluso cosas más graves. Déjame ir a buscar a Eloy, estaba con él en cuando sentí que algo andaba mal y no puedo dejarlo tirado.

Lyka entra a la cafetería, pronto sale de ella junto a un chico de cabello rubio, ojos azules y expresión amable. Le inventamos al chico una historia, Demily y yo somos cocineros de un carrito de patatas fritas, la máquina del aceite a explotado quedando Dem quemada y yo con heridas menores, por lo que nos deben llevar donde una curandera ya que Demily es alérgica a los medicamento químicos del hospital. Suena algo loco e inverosímil, pero el chico se traga todo el cuento sin ninguna duda por suerte. Lykaios carga a Dem hasta su vehículo mientras que Eloy me ayuda a llegar hasta este dejando que me afirme de él, la cabeza de Dem yace sobre mis muslos, a cada minuto reviso que siga respirando. El viaje es realmente corto, me bajo con dificultad, frente a nosotros hay una enorme casa la cual me da una extraña sensación, aquí debe vivir la curandera de la que hablaba Lyka. Eloy se encarga de tocar el timbre, luego de un par de minutos una chica de cabello largo y castaño abre la puerta, emocionada se lanza sobre los brazos de Eloy bajo la mirada extrañada de Lykaios.

Seres [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora