2. NIÑA MAL: Despertando en Las Vegas [Abi Lí]

Capítulo 17: Las desventajas de ser bisexual.

Estaba vestida de negro, como si hubiera asistido a mi propio funeral. Shane me sujetaba de la cintura y me mantenía cerca. Estaba sentada sobre sus piernas en una banqueta en las afueras del juzgado. El juicio empezaría en menos de una hora, y necesitaba tomar un poco de aire antes de que todo empezara. Quería estar sola, pero Shane dijo que era mejor que me acompañara. Estaba demasiado nerviosa para refutar.

―¿Adónde quieres ir cuando esto acabe? Dime y te llevaré. ―Su barbilla se apoyaba sobre mi hombro y sus manos acariciaban mi cadera por debajo de mi camisa.

Apoyé mi cabeza contra la suya.

―Tengo miedo, Harlek ―admití―. Tengo miedo de lo que voy a escuchar ahí dentro.

―Oye. ―Shane me cogió el rostro con las manos. Me miró directamente a los ojos, y pude notar que sentía un poco de ansiedad también. Sabía que lo que estaba haciendo era arriesgado y admito que todavía no lo entendía completamente―. Si luego de hoy no quieres saber de mí, lo entenderé. No me gustará, pero lo entenderé. Pero... ―Sonrió. Shane me encantaba, no podía negarlo. Quizá si no hubiera estado enamorada de Hassan de una manera sobrehumana, él y yo hubiéramos sido perfectos para el otro. Pero Hassan me había hecho entender que una persona no está destinada a ti por ser iguales, sino por aquello en que se convierte tu mundo cuando estás con ella―. Si aún quieres verme luego... ¿Adónde quieres que nos vayamos? Aún nos falta nuestra luna de miel.

Rodeé su cuello con mis brazos y lo apreté como si fuese a desaparecer de un segundo a otro. Hice el ademán de apartarme, pero Shane me cogió el rostro antes de que lo hiciera y guio sus labios hacia los míos. Me sujetó la cabeza mientras movía su boca al compás de la mía. Estaba segura de que aquella sería la última vez que besaría a Shane. Apreté los ojos y me entregué al momento; se merecía un beso real después de todo lo que estaba haciendo por mí. Había pasado tantas cosas con aquel chico. Habíamos sido enemigos, amigos, amantes, desconocidos y ahora esto. Jamás lo iba a apartar de mí realmente; siempre iba a haber un sitio para él. Pero era momento de avanzar y conseguir mi libertad.

Su frente quedó unida a la mía cuando el beso acabó. Estaba tan cómoda ahí, sobre sus piernas, sintiendo el viento frío de Londres. Todo iba a concluir ese día; mis problemas llegarían a su fin. Tenía tantos capítulos por cerrar, pero primero debía desenredarlos. Con Shane.

―¡Blake! ―chilló Levi detrás de mí.

Me giré y la vi a unos metros de distancia. Llevaba el cabello castaño recogido en un moño. A su lado estaban Allie y Rem. Vi que Levi hizo una seña en dirección a un coche blanco que había en la calle. Lo miré durante un instante, intentando mirar a través de los cristales oscuros, pero Shane me apartó del rostro y volvió a besarme. Vale, ése sí que era nuestro último beso.

Entramos en la corte cuando aún faltaban veinte minutos para que empezara el juicio. Cuando entré junto a Shane, todos los presentes se quedaron mirándonos. El corazón me dio un brinco cuando vi a Claire sentada entre la multitud. Ella asintió con una sonrisa pesarosa. Quise correr hacia ella, pero Shane me cogió del brazo al enterarse de mis intenciones.

―Luego ―me dijo en un susurro.

En el gentío también estaban Mia, Martin, una mujer rubia que parecía el clon envejecido de Allie, Rey, Hank... ¿Alana y Kristy?

―¿Qué coño? ―dije, sorprendida, antes de que mis ojos lograran ver a Leigh sentada en una esquina. Sus ojos y los míos se encontraron de repente y todo el universo colisionó. Me eché a correr hacia ella con todas las intenciones de hacerle daño. El público chilló espantado, sin hacer nada. Estuve a punto de alcanzarla, cuando un par de brazos me cogieron y me apartaron de ella. Solté un chillido mientras lanzaba patadas desesperadas. El aire me hería los pulmones y mis ojos se negaban a recuperar la vista―. ¡No! ¡No! ¡Suéltame! ¡Fue ella! ¡Ella mató a Bethany! ¡Fue ella!