Capítulo 22: Dale más gasolina

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De acuerdo. Lo tenía todo bajo control. Vamos a ver. Eran los Caldwell, los empresarios más cagones y pacíficos de todos los Estados Unidos de América. No matarían ni a una mosca. Pero ¿qué coño hacían aquí y cómo lograron localizarme?

―Hassan, debes huir con Levi. ―Era lo más obvio. Aunque Mew y Claire no fueran un peligro para Hassan, su miedo a Reegaan podía llevarlos al infierno para recuperar sus almas y así podérselas entregar a Harlek.

―¡Baja, corre! ―me instó Shane, abriéndome la puerta.

En un instante ya estábamos de camino hacia la casa. Shane me sujetó la mano y me dijo que desaceleráramos el paso. Solo un par de recién casados dando un paseo en medio de la nada porque el mundo del narcótico es bello.

Shane abrió la puerta con su llave, fingiendo una risa y una conversación que no tenía sentido.

―Te dije que te iba a gustar ―me dijo, cerrando la puerta.

―Sí, me encantó. Siempre me sorprendes. ―Dejé que Shane me quitara el abrigo, y fue entonces cuando actué sorpresa al ver a mis padres―. ¿Mamá?

―¡Hija! ―Claire Caldwell, con toda su riqueza, no se había comprado una alegría más convincente. Me envolvió en un abrazo apretado y me miró de pies a cabeza―. Dios míos, Blake, qué asco de cabello. Tienes que olvidarte de ese rubio.

―Buenas tardes, señora Caldwell ―intervino Shane.

―Hola, Shane. ―Era mi padre.

―Hola, papá ―lo saludé yo. Parecía que habían pasado años desde que había visto a Mew por última vez.

―Quisiera hablar contigo en privado, Blake. Shane, te pido que te quedes un momento con mi esposa. ―Ni siquiera parecía el mismo hombre con el que había bailado en aquel club de Las Vegas la noche de mi cumpleaños.

Mew me guio hasta la habitación, donde estaban, aún sin deshacer, las maletas de Hassan y Levi. Me puse frente a ellas para que Mew les diera la espalda. No había manera de que él supiera que no eran mías a no ser que las abriera, pero era mejor no levantar ni la más mínima sospecha.

Me crucé de brazos, esperando que recitara su nuevo problema conmigo.

―Tu madre no sabe nada de lo que pasó, así que más vale que te comportes ―me advirtió.

―¿A qué te refieres con que no sabe nada? Me vio con Shane en Londres.

―Exacto. Shane se inventó todo eso para librarte de la cárcel porque está enamorado de ti como ningún otro, y tú estás tan deslumbrada por él que te viniste directamente a Moscú en cuanto te dieron la libertad.

―Eso es una estupidez ―rezongué―. No sé por qué simplemente no sabe la verdad. Me basta con tener que lidiar con Reegaan Harlek como para tener que montarme una historia con mi madre.

―¿Y cuál es la verdad? ―Alzó una ceja―. Porque tengo entendido de que Levi no está en Las Vegas. Sus padres creen que está contigo.

―Levi está en Londres, junto con Jade y las demás del internado ―me encogí de hombros―. Y si nos vinimos aquí fue porque Reegaan Harlek es un pesado, insistiendo con un puto nieto. Shane y yo nos casamos hace muy poco. No queremos hijos.

Mew soltó un suspiro.

―Tu madre me contó la historia de ustedes dos. No me gusta, Blake. Eres muy joven y...

―¿Qué estás diciendo? Tú aceptaste que permaneciera casado con él.

―¡Lo hago por la familia!

2. NIÑA MAL: Despertando en Las Vegas [Abi Lí]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora