Capítulo 3

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Ese hombre estaba realmente molesto y Axel, sintió mucho miedo.

— ¿Estás comprometida sí o no, maldita sea? —nuevamente le volvió a gritar. Se acercó a ella de manera peligrosa.

— Sí, lo estoy —parecía un pequeño animal siendo acorralado por un depredador.

— Bueno, resuelve eso en este mismo instante o yo mismo me encargaré de que tu hermana pase una buena temporada en la tutelar de menores.

Nunca se había llevado bien con la gente abusiva y solía defender a quienes eran atacados por estos, pero nunca fue capaz de defenderse a sí misma de los brabucones. Irónico.

— No puedo hacer eso —lloró sin quererlo y su corazón latió con fuerza.

— Lo harás o ya sabrás lo que soy capaz de hacer —su agarre se hizo más fuerte, cosa que la puso alerta.

— ¡Suélteme! —Axel forcejeó con él y logró soltarse de sus manos—. No se atreva a hacer eso de nuevo.

Se encaminó hasta la salida antes de que él dijera algo más.

Ya no había nada que ella pudiera hacer para evitar lo inevitable. Desde que había aceptado quedarse en lugar de Bella, sabía que su relación con Kevin no volvería a ser la misma y tenía un miedo descomunal al enfrentarse a lo que se le venía encima.

— ¿A dónde crees que vas? —ese tipo hizo un intento a sujetarla de nuevo, pero Axel fue más rápida y se apartó.

— ¡¿Acaso no quiere que termine con esto de una vez?! Eso es lo que voy a hacer —le volvió a gritar. Varias personas que estaban en la sala disfrutaron el espectáculo que estaban ofreciendo.

Salió al patio y al poco tiempo quedó empapada debido a la lluvia, pero no le importó.

Cuando estaba a punto de salir, uno de los tantos guardias en ese lugar no la dejó.

— Déjeme salir de aquí —estaba bastante molesta y se quitaría el enojo con cualquiera así que gritó lo más fuente que pudo.

— No tengo órdenes de hacer eso —el sujeto le habló con calma a pesar de su actitud poco amable.

— Llame al idiota de su jefe, él me dejo salir.

— Yo me encargo, Trey —Thomas, quien estaba dentro de un reluciente auto negro de dos puertas le habló a su compañero.

— De acuerdo —el muchacho obedeció la orden sin chistar.

Cuando el portón se abrió Axel salió dando grandes pasos para así sentirse liberada de ese lugar. Necesitaba caminar para aclarar sus ideas y saber qué le diría a su prometido.

— Espera, niña —Thomas acercó el auto hasta ella—. Vamos, sube.

Axel subió simplemente porque no quería causarle problemas a Thomas. Sospechaba que esa bestia lo había enviado para vigilarla.

— Sí que tienes malhumor —él encendiendo la calefacción y sintió como su cuerpo se relajaba.

— Odio a ese hombre —murmuró, los dientes le castañeaban debido al frío—. Sé que no tiene que ser así, pero lo odio y en este momento desearía que algo realmente malo le pasara.

— No digas esas cosas —la regañó Thomas, seriamente—. Esto que estás pasando es culpa de tu hermana y no te he escuchado decir nada malo de ella.

Axel prestó atención a las palabras de Thomas y tenía razón. No estaba culpando de nada a Bella simple y sencillamente porque siempre la cubría en cada metida de pata que hacía y siempre alegaba que era por culpa de la ausencia de su padre.

Quédate a mi Lado✔ (Parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora