Pocas veces Axel se sentía incómoda con sus compañeros de clases cuando debían formar equipo para algún trabajo, pero en ese momento se encontraba sola con un tipo que no dejaba de verla de una forma bastante descarada y de hacerle preguntas fuera de lo relacionado con el trabajo que se suponía estaban realizando.
Al principio el chico fue amable y le inspiró confianza hasta el punto de que él propuso que realizarán el trabajo en su casa y la joven aceptó, no solo por el hecho que no podía ir a casa de su madre ya que a esta le parecería extraño que fuese a ese lugar a hacer trabajos de la escuela si se suponía que ella tenía un apartamento compartido con Christina cerca de la universidad y tampoco podía llevarlo a la mansión de Dominic, ya que todos en la ciudad sabían que era ese lugar, así que aceptó la propuesta de su compañero y ahora estaba arrepentida con toda su alma.
El muchacho vivía en un pequeño cuarto en el cual la sala, cocina y habitación estaban en el mismo sitio así que eso hacía más incómoda la situación, al menos para ella.
— ¿Quieres algo de tomar? —preguntó él como por quinta vez desde que ella había llegado.
— Solo agua, por favor —aceptó ella al fin. Al menos ya no le estaba ofreciendo comida.
— Y dime, ¿llevas mucho saliendo con tu novio?
Axel suspiró con absoluta frustración y se bebió el contenido del vaso de plástico que el muchacho le estaba ofreciendo para así evitar contestarle.
— Creo que será mejor si nos dedicamos a terminar este trabajo —propuso ella—. Se está haciendo tarde y tengo que irme a casa. Además, había quedado con Dom se salir a cenar y ya estaba atrasada.
— Perfecto, como tú digas —Mario, su compañero sonrió abiertamente y desde ese momento se comportó a la altura del caso. No más preguntas ni miradas incómodas. De hecho, se comportó algo frío con ella desde entonces.
Con forme pasaban los minutos Axel empezó a experimentar unos calambres en las plantas de los pies que subían hasta llegar a su rostro, haciendo que la boca le temblara.
Trató de levantarse de la silla en la que estaba sentada, pero le fue imposible.
— Axel, ¿está todo bien? —Mario se acercó a ella y la ayudó a ponerse de pie.
— Ne...necesito...irme.
Las palabras apenas salían arrastradas de su boca y todo a su alrededor daba vueltas sin parar.
La mayor parte del tiempo que sufría de convulsiones su sistema enviaba ciertas alertas a su cerebro y era capaz de saber lo que se avecinaba, pero otras veces solo se daba por enterada de lo ocurrido porque sus familiares le contaban que pasaba, pero en ese momento estaba segura de que no tendría una convulsión, eso que le estaba pasando era algo distinto y estaba aterrada porque no tenía ni idea de que podía ser y sobre todo porque no se encontraba nadie conocido cerca de ella.
La vista se le nubló por completo y lo último que escuchó fue la voz de Mario que le decía que todo estaba bien.
Elsa:
La mujer rubia y de grandes ojos azules no dejaba de revisar su teléfono móvil, ansiosa de recibir el mensaje de confirmación de parte su amigo y compañero de Axel.
Se había dispuesto a recuperar a Dominic varios meses atrás y estuvo a punto de lograrlo, hasta que esa mujercita sin ninguna gracia se interpuso entre ambos, logrando que Dom perdiera la razón y que a ella la echara de su vida como si nada.
Se había equivocado en grande al subestimarla y la chiquilla había demostrado que sabía jugar a ese juego muy bien, pero Elsa estaba segura que era mucho mejor.
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Quédate a mi Lado✔ (Parte I)
RomanceAxel Alwood, siempre tan correcta y velando por el bienestar de todos se ve envuelta en una situación en la que sus principios y todo en lo que ella creía, serían puestos a prueba al intentar librar a su hermana de una de las peores situaciones en...