Dos meses después:
- ¿Está seguro que no hay nada más que hacer? -preguntó Axel, dejando caer todo el peso en la silla del rector de la universidad. Había recibido un mensaje de parte de la oficina central y desde ese momento supo que algo así pasaría.
Había salido con terribles calificaciones en las pruebas, faltó con varios trabajos en equipo e indivuales y por eso había perdido la beca que le había sido otorgada.
- Lo lamento mucho, señorita Alwood, pero son las normas de la institución y aplican para todos, sin excepción. Su rendimiento fue cuestionable estos últimos meses -el señor mayor, de cabello canoso y regordete negó con la cabeza.
- Lo sé, es solo...
No podía poner ninguna excusa para cubrir su error, había descuidado sus estudios y por casi dos meses se había sumergido en un estado tan deplorable del que no salió del todo ilesa. No sólo había perdiendo a su familia, había perdido amistades, había perdido su fe en el amor y ahora perdía esa gran ayuda que recibía de parte de la universidad para continuar su carrera.
¿Qué se suponía que haría ahora? La carrera en si era demasiado cara y no podía costearla, al menos no solo con su empleo de medio tiempo en el asilo.
- Puede buscar algún plan de estudio con algún banco, eso podría ayudarle a seguir con su carrera, es usted una muy buena estudiante, sería realmente una pena que dejara sus estudios sin concluir -le aconsejó el hombre, pero Axel no estaba convencida del todo y sus miedos le gritaban que debía darse por vencida y rendirse, que había dado su mejor esfuerzo por hacer las cosas bien, pero que todo intento fue inservible.
- Gracias, pensaré en ello -se levantó del asiento y se dirigió a la salida.
- Señorita Alwood, no se rinda -le aconsejó el rector antes de que saliera de la oficina.
Vagó por el campus un largo rato y disfrutó de los últimos rayos de sol del día mientras repasaba la opción que le había dado el rector. Pedir un préstamo universitario a algún banco era una opción bastante factible, pero no deseaba saber absolutamente nada sobre deudas nunca más en su vida. Había acabado su cuota de deudas de por vida.
Lo único que veía como la mejor opción era dejar la carrera en pausa al menos por un semestre y dedicarse a trabajar a tiempo completo para poder pagar al menos una parte de la misma y así, de paso conseguirse un apartamento para irse a vivir ella sola y dejar en paz a sus amigos.
Se encaminó hasta la parada de autobuses y mientras veía a su alrededor, su mirada se centró en una pareja que no estaba muy lejos de allí y no pudo evitar que la sangre se le subiera a la cabeza cuando vió de quien se trataba.
Axel creyó que con el pasar del tiempo podría haber sido capaz de perdonar a Kevin Baxter por lo ocurrido aquella tarde dos meses atrás, estaba en su naturaleza perdonar las faltas de los demás y dejar el rencor un lado, había sido criada con esas ideas, que en lugar de ojo por ojo y diente por diente, era mejor poner la otra mejilla, pero desde ese día no tenía deseos de perdonar, sino más bien mantener vivo ese odio que sentía para no caer en la agonía de la pérdida.
Axel desvío la mirada al ver que Kevin se dió cuenta del escrutinio al que estaba siendo sometido y agradeció que el autobús estaba haciendo el alto a una sola calle de la parada.
Él continuaba estudiando en la misma universidad que ella, pero había sido bastante afortunada y cuidadosa de no haberle visto ni una sola vez en todo ese tiempo. Hasta ese día.
Se veía que la estaba pasando bien con la compañía.
Tuvo miles de sentimientos encontrados cuando lo vió acercarse a ella con rapidez, dejando a su acompañante lejos de su vista. Los ojos se le estaban empañando de lágrimas debido a la ansiedad que estaba experimentando en ese momento y deseó desaparecer mágicamente del lugar.
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Quédate a mi Lado✔ (Parte I)
RomanceAxel Alwood, siempre tan correcta y velando por el bienestar de todos se ve envuelta en una situación en la que sus principios y todo en lo que ella creía, serían puestos a prueba al intentar librar a su hermana de una de las peores situaciones en...