-¡Oh por Dios! -se cubrió lo más que pudo con el cuerpo de Dominic para ocultar la parte superior de su cuerpo desnudo.
-Lo lamento -dijo Christina mientras se carcajeaba, incluso tuvo que sostenerse del marco de la puerta para no caerse-. Axel, pronto tendremos que irnos a preparar -la mujer evitaba tener algún contacto visual hacia donde ellos estaban.
-¡Christina, fuera! -Dominic logró pasarle la camiseta por encima de la cabeza y solo así, despegó su cuerpo de el de él.
-Ok, ya me voy. Para la próxima, ponga el seguro a la puerta, torpes.
Axel sintió tanta vergüenza que solo pudo soltarse a reír histéricamente. Nunca en su vida se había visto envuelta en una situación como esa y no sabía cómo más reaccionar.
-Es bueno que le veas la gracia -Dominic se carcajeó con ella.
Le gustaba verlo reír, su alegría era contagiosa y alivianaba el ambiente.
-Ve, terminaremos esto más tarde -Dom le ayudó con el cierre del sujetador y ella terminó el resto del trabajo.
-Eso espero -respondió ella, mientras se ponía la camisa y salía corriendo del despacho.
Axel sentía que le faltaba el aire a pesar de haber dejado a Dominic unas horas atrás.
Quería estar cerca de él y no con Christina, quien le probaba vestido tras vestido. Otra vez.
Su nueva amiga le estaba haciendo mil y un preguntas acerca de lo que había y no había hecho aun con Dominic y Axel intentó responderle con cortesía que no se metiera, pero la mujer no entendía indirectas o simplemente fingía no entenderlas.
-Axel, es normal que las chicas hablemos de estos temas -se quejó Christina.
-Lo será para ti, pero no para mí -le dijo Axel mientras se ponía unos zapatos de tacón alto color negro a juego con el vestido que había elegido Christina-. Gracias, Christina, me veo bien -Axel se veía en el espejo y trataba de reconocerse a sí misma. Estaba maquillada, y su cara parecía de porcelana, sus ojos resaltaban, sus labios eran un rojo apabullante y sus mejillas absolutamente sonrojadas.
-No hice mucho la verdad, solo resalté lo que ya es bonito -le dijo la diosa de cabellos de oro que andaba un vestido rojo totalmente ceñido al cuerpo y unos zapatos que parecían zancos-. Lamento en serio haber interrumpido lo que estaba pasando en esa oficina. Era la escena perfecta de las novelas románticas del jefe y la secretaria -se burló en esta ocasión. Axel hizo lo mismo.
-No tienes nada de que disculparte.
-¿Así que... tú y Dom?
-Solo estaba siguiendo tu consejo. Dejo que mis instintos y mi deseo me guíen; y bueno, pasara lo que tenga que pasar.
Christina no dejaba de sonreírle. Parecía toda una madre orgullosa de su hija.
-Dominic tuvo tanta suerte de que te cruzaras en su camino -le aseguró Christina mientras la abrazaba.
Axel no supo que decir. Esa mujer estaba poniendo demasiada fe en ella.
Si estaba sintiendo algo por Dominic, pero no estaba segura de que era lo que él sentía por ella realmente. Podía ser deseo, seguridad, cariño... O simplemente nada.
Sintió un bajonazo de energía increíble cuando la idea le pasó por la cabeza.
- Oye, oye, oye - Christina la sacó de sus oscuros pensamientos-. ¿A qué se debe esa cara triste?
-Nada, solo... no sé qué siente Dominic, que piensa acerca de esto que está pasando, no quiero hacerme ideas locas ni falsas en mi mente y después salir humillada o peor, lastimada -confesó ella.
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Quédate a mi Lado✔ (Parte I)
RomanceAxel Alwood, siempre tan correcta y velando por el bienestar de todos se ve envuelta en una situación en la que sus principios y todo en lo que ella creía, serían puestos a prueba al intentar librar a su hermana de una de las peores situaciones en...