Cuando Dom abrió los ojos vio la cama vacía y por un instante su corazón se detuvo, pero apenas unos segundos después la puerta del cuarto se abrió y su ángel entró con una bandeja con comida mientras le sonreía.
—Buenos días —Axel se acercó a la cama y pudo ver que en la bandeja traía pan tostado, una torta de huevo con pimientos, café y un zumo de naranja.
—Gracias —se acomodó en la cama hasta quedar sentado.
Dominic no podía dejar de ver cada uno de sus movimientos, como estaba sonrojada ante su cercanía, su mirada vivaz y alegre.
Le estaba diciendo algo, pero él no era capaz de prestar atención a lo que decía, no podía dejar de verla como si estuviese hechizado.
—¿Qué dijiste? —Dominic reaccionó cuando Axel lo volteó a ver y pareció preocupada.
—Te he dicho que Claire me dijo que te gusta comer en la cama los domingos, así que me he ofrecido a preparar el desayuno hoy. ¿Estás bien? —ella se acercó y lo examinó con la mirada
Dominic se sintió agradecido con todos los dioses, ya que, de todas las personas en ese maldito planeta, a él le había tocado conocer a Axel y enamorarse de ella.
—Desayuna conmigo —le pidió.
Ella dudó por unos segundos, pero luego se sentó junto a él en la cama. Dom le ofreció una tostada y ella la mordió. Sintió como su miembro reaccionaba a ese inocente acto.
Axel sonrió cuando vio la reacción de este.
—Gracias —sonrió ella, siendo consciente de lo que estaba provocando en él.
Comieron mientras conversaban de cosas sencillas, como la música, cine, comida. Axel le comentó que antes de ingresar a la universidad, solía dudar de que quería para su propio futuro. Incluso pensó en estudiar idiomas, pero se arrepintió.
—¿Por qué te dicen, Axel? —preguntó él —. Ese es un nombre de hombre.
Ella se rio.
—Mis padres antes de ser unos buenos cristianos eran... unos roqueros tremendos —confesó ella, sonriendo ante los recuerdos de su pasado —, me nombraron como a uno de sus cantantes favoritos de Guns n' Roses, solo que variaron el nombre de Axel y me pusieron Axelle, pero mi hermano Billy, no podía pronunciarlo apropiadamente y solo me llamaba Axel, así sin arrastrar las últimas sílabas y pues, como Axel me quedé.
—Me gusta Axelle —le dijo él.
—Desde el día que nací nadie me llama así.
—A mí me parece hermoso, es francés.
Axel se volvió a sonroja por milésima vez.
—Debes aprender a que hagan halagos, Axelle —le dijo él acercándosele y poniendo a un lado la bandeja de comida.
—¿Podrías llamarme solo Axel, por favor? —le pidió ella.
Entristeció de un pronto a otro y temió haber hecho algo inapropiado.
—Mi padre me llamó Axelle, poco antes de morir y no me gusta recordarlo —murmuró con voz triste.
—¿De qué murió tu padre? —en el informe que le habían entregado no mencionaba nada del deceso.
—Unos tipos nos interceptaron en la calle una noche que venía de la universidad —su voz era apenas un susurro, Dom tuvo que aguzar bien el oído para escucharla—. Nos quitaron todo lo que traíamos encima y no pusimos resistencia para así evitar que nos hicieran daño, pero cuando uno de ellos intentó propasarse conmigo, papá salió en mi defensa y le dispararon así sin más... No se suponía que papá fuese por mí ese día, pero estaba lloviendo demasiado y yo no había llevado nada para resguardarme de la lluvia, así que, él solo llegó —había demasiada culpabilidad en las palabras de Axel y Dominic comprendía ese sentimiento a la perfección.
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Quédate a mi Lado✔ (Parte I)
RomansaAxel Alwood, siempre tan correcta y velando por el bienestar de todos se ve envuelta en una situación en la que sus principios y todo en lo que ella creía, serían puestos a prueba al intentar librar a su hermana de una de las peores situaciones en...