— Axel, ¿me estás escuchando al menos?
La muchacha parpadeó varias veces para prestar atención a las palabras de Ingrid, su compañera de trabajo y trató de sonreír ante la expresión de fastidio que tenía en el rostro a pesar de que ella estaba igual de molesta.
— Si te estoy escuchando —respondió la joven aclarándose la garganta. Sentía que iba a llorar en cualquier momento. Los ojos le ardían, sentía un enorme nudo en la garganta y a pesar de eso tuvo que parecer serena y tranquila.
Cuando escuchó que Ingrid mencionaba el apellido Bryce en sus acusaciones sintió que parte del mundo le caía encima.
— Bueno, como te decía —continuó su compañera, ignorando la expresión de enojo de Axel—, leí en los documentos que le llevaron al director, en donde ese tal Bryce dio una gran suma de dinero al albergue, pero a cambio quería que se removiera inmediato de Kevin de sus funciones en este lugar —murmuró la mujer para que nadie más la escuchara. Se metería en grandes problemas si se entraban que estaba metiendo sus narices en asuntos de la dirección de su lugar de trabajo.
Pero a Axel no le preocupaba el puesto de Ingrid —a pesar de que le tenía aprecio—, ella no podía dejar de pensar en lo que había hecho Dominic para alejarla por completo de Kevin.
Estaba realmente molesta, Dominic no podía meterse de esa manera en la vida de quienes la rodeaban, ni jugar con sus trabajos. Kevin era una persona bastante dedicada en su labor y no era justo que por las inseguridades de Dom se quedara sin el mismo.
— Axel, prométeme que no dirás nada de lo que te he comentado —le pidió la mujer, tomándola de la mano con más fuerza de la necesaria—. Podría perder mi puesto por esto.
— No diré nada, descuida.
Terminó su hora de almuerzo, apenas probando unos cuantos bocados y se ganó un malestar en la boca del estómago debido al enojo que sentía.
Cuando Tom llegó por ella al trabajo, como era de costumbre ya, subió al auto y esta vez no pudo sonreírle como normalmente lo hacía. No se le daba muy bien fingir que estaba tranquila cuando en realidad no lo estaba.
— ¿Todo está bien, Axel? —preguntó, apenas desviando la mirada del camino.
— No. ¿Dominic ya llegó a la casa? —Axel apretó los puños sobre sus piernas, tenía los ojos llenos de lágrimas, las cuales ya caían sin importar cuanto intentara retenerlas en su lugar.
Habían transcurrido apenas cuatro días desde que ella y Dominic hubiesen resuelto su última discusión, todo había estado de maravillas, ambos se prometieron dejar el tema de Kevin, Elsa y cualquier otra mujer de la casa por terminado, pero todas esas palabrerías se habían ido a la basura horas atrás cuando descubrió que él había estado detrás del despido de Kevin. Eso no se lo iba a dejar pasar tan fácil.
— Aún no ha llegado a casa —Tom habló y Axel suspiró frustrada.
El camino se le hizo eterno y deseó bajarse del auto y caminar todo el trayecto a pie, cuando estaba molesta le gustaba caminar para relajarse un poco, pero el clima de ese día no estaba como para ponerse a caminar por las calles sin correr el riesgo de ser atropellado incluso por una bicicleta, estaba lloviendo un torrencial y la neblina se había adueñado de cada rincón de la cuidad.
Dom le había mentido y eso la lastimaba demasiado, cuando ella ponía su total confianza en alguien era porque sentía que esa persona lo merecía, pero con Dominic, al parecer su juicio se nublaba al igual que las calles de la cuidad.
— ¿Vas a pasar la noche en el auto?
Axel observó a su alrededor y se sorprendió al ver que habían llegado a la mansión y ella ni siquiera se había dado cuanta.
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Quédate a mi Lado✔ (Parte I)
RomanceAxel Alwood, siempre tan correcta y velando por el bienestar de todos se ve envuelta en una situación en la que sus principios y todo en lo que ella creía, serían puestos a prueba al intentar librar a su hermana de una de las peores situaciones en...