Axel estaba viendo como la fuerte lluvia caía desde la ventana de la habitación de Dominic, el cielo estaba completamente gris y apenas era iluminado por los relámpagos y truenos que ocurrían a cada dos segundos. Era uno de esos días que ella adoraba porque no debía salir a trabajar ni a estudiar, estaba lloviendo tan fuerte que ni quisiera su propia voz podía escuchar con claridad, pero se sentía demasiado mal y todo era por culpa de dejarse llevar por los celos tanto de ella como los de Dominic.
Llevaba una semana entera sin tener noticias de él y eso –aunque no quisiera aceptarlo– la estaba afectando más de la cuenta.
Después de la estúpida pelea que habían tenido esa noche, Axel se enteró de que él se iría por unos días fuera de la cuidad, pero Claire le recomendó que dejará que las cosas se calmaran un poco y esperara a que él regresara para conversar con la mente ya fría. Ambos habían sido muy tercos en no querer escuchar al otro.
Sabía que había sido una estupidez ponerse a discutir, pero en ese momento Axel se sentía realmente indignada por como esa mujer se había lanzado a los brazos de Dominic y este no había hecho nada para apartarla de él y después se creía con el derecho reclamarle a ella por haber hablado con Kevin.
- Cariño, imagina cómo debió sentirse Dom cuando te vio hablando con ese chico -le había dicho Claire cuando ella apareció en su habitación con almohada en mano.
- Pero no estábamos haciendo nada malo -se defendió Axel, cruzándose de brazos.
- Axel, ese chico es tu ex novio, tu ex prometido, dime, ¿cómo se lucha en contra de eso? Tienes una historia con ese muchacho y Dom lo sabe. Siente celos y miedo de esa historia.
Un trueno que hizo vibrar la ventana sobre la que estaba recostada, la hizo regresar a la realidad.
Deseaba ver a Dominic para hablar con él, quería saber cómo estaba y él ni siquiera se había molestado en llamar para decir que estaba con vida.
Había tenido una semana terrible en el trabajo, su jefe le había llamado la atención en varias ocasiones por estar distraída y ni que decir en la universidad.
Dominic la iba a dejar sin empleo y sin buenas notas en su semestre.
Decidió dejar de estar sintiendo lastima por sí misma y se fue a la cocina para estar en compañía de Claire.
- Hola, linda -la saludó mujer con una gran sonrisa. Se le veía bastante ocupada.
- Hola, Claire, ¿necesitas ayuda con algo?
- Si, necesito que vayas a la biblioteca, Richard quiere hablar contigo.
- ¿Ya regresó del viaje? -preguntó con una inmensa sonrisa dibujada en los labios. Si Richard ya había llegado, Dominic probablemente también.
-Sí, dejó que Dom se encargara del resto de trabajo -Claire continuó con sus labores en la cocina, ignorando por completo la desilusión de la joven.
- Oh, de acuerdo -dijo cabizbaja.
Se marchó hasta la biblioteca no de muy buena gana, le gustaba mucho ese espacio de la casa Dom, tenía el lugar repleto de libros de economía y finanzas, Axel había encontrado algunos clásicos románticos escondidos, pero en ese instante no quería entrar a ese sitio, presentía que Richard le daría un discurso acerca de la pelea con Dominic.
Abrió la puerta sin molestarse en tocar y sintió el corazón le dio un vuelco completo al ver al hombre de casi metro ochenta de estatura y maravillosos ojos verdes, delante de uno de los estantes de los libros, con las manos dentro de los bolsillos del pantalón de traje negro y con la mirada clavada en ella.
Axel quería correr hasta donde estaba y abrazarlo, lo había extrañado más de lo que se permitía admitir, pero al mismo tiempo no podía correr, sentía los pies clavados al suelo y no podía moverlos.
Dom se dio cuenta de su estado y fue él quien se acercó a ella.
Estaba casi tan serio como ella, su respiración era tranquila y acompasada, se veía tan relajado, para nada comparado con el caos mental que tenía Axel en ese momento.
Ninguno de los dos dijo nada, entonces Axel tomó la iniciativa y pasó sus brazos alrededor de la cintura de Dominic.
Dom acarició su espalda y la abrazó con la misma fuerza que ella a él.
- Lo siento tanto, pequeña –murmuró, acariciando su cabello con suavidad.
- Yo también lo siento. No debí comportarme como una chiquilla.
- Y yo no debí ser tan irracional y celoso -el joven acunó el rostro de Axel en sus manos y depósito un pequeño beso en la punta de su nariz.
Axel sonrió a como no lo había hecho en toda esa semana.
- No debes sentir celos -le aseguró ella acariciando las mejillas con algo de barba crecida. Sentía cosquillas en la yema de los dedos.
-Debo confesarte que me aterra la idea de que quieras irte...
Axel no dejó que finalizara con la oración y lo hizo callar ofreciéndole un beso cálido y suave.
Dominic, soltó el aire que estaba conteniendo y dejó a un lado la delicadeza y profundizó más ese beso.
Axel había echado mucho de menos las sensaciones tan contradictorias que experimentaba cuando ese hombre la besaba y ahora estaba ahí nuevamente a su merced y deseando que él no la soltara jamás.
Dom mordisqueó su labio inferior y un leve gemido salió de la boca de Axel.
La joven estaba atrapada entre la puerta y el cuerpo de Dom y agradeció tener un punto de apoyo ya que creyó que en cualquier momento perdería el equilibrio.
- No me iré a ningún lado -le aseguró ella viéndolo directo a los ojos. Unos ojos verdes llenos de miedo y deseo al mismo tiempo-. Bésame -Dom sonrió ante sus palabras, pero cumplió con su petición.
El corazón de Axel palpitaba a cada segundo con más velocidad, su respiración estaba entrecortada, sentía sus mejillas arder al percatarse de que estaba deseando que Dom arrancara cada pieza de ropa que traía puesta, sentía un calor abrasador en todo el cuerpo y con cada beso que él depositaba en sus orejas, cuello y hombros hacía las piernas y toda su voluntad flaquearan.
Axel, con algo de valor se atrevió a quitar la camiseta blanca que llevaba él, apenas interrumpiendo los besos que este le ofrecía. Se deleitó la vista al ver a ese hombre desnudo del torso para arriba y no podía despegar los ojos de él.
- ¿Te gusta la vista? -la pregunta de Dominic hizo que se ruborizada más de lo que ya estaba.
- No está mal.
Tanto ella como Dom se rieron, al tiempo que él pegó su cuerpo con el de ella y Axel sintió el calor atravesar la delgada tela de su camisa.
Alzó las manos para ayudar a Dom a quitarle la camisa cuando sintió un golpe en la espalda y supo que alguien estaba tratando de abrir la puerta.
- Maldita sea -gruñó Dominic, colocando la camisa de Axel en su lugar y abrazándola.
Axel se carcajeó al ver que se trataba de Claire quien la había golpeado.
Al ver a Dom sin camisa la mujer mayor entrecerró los ojos.
- El almuerzo está listo -les informó-. Muchacho ponte una camisa por el amor de Dios, te vas a enfermar -añadió antes de desaparecer en medio de las risas de Axel y el mal genio de Dom.
- Voy a tener que correr a todo el mundo en esta casa un día de estos –murmuró en su oído cuando se dirigían a la cocina.
Axel no pudo estar más de acuerdo con esa idea.
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Quédate a mi Lado✔ (Parte I)
RomanceAxel Alwood, siempre tan correcta y velando por el bienestar de todos se ve envuelta en una situación en la que sus principios y todo en lo que ella creía, serían puestos a prueba al intentar librar a su hermana de una de las peores situaciones en...