Sentado con la vista perdida en el techo en la pequeña sala de espera. Nick divagaba aún en lo ocurrido la noche anterior; simplemente no encontraba alguna razón justa o que valiese la pena, alguna razón que justificara ese comportamiento en su amiga.
"¿Será culpa mía?"
En más de una ocasión esa duda cruzó su mente. Tal vez de manera inconsciente la había fastidiado o incluso lastimado ¿Pero cómo? Lo único fuera de lo común en el día anterior había sido aquél juego en el sótano, no era para tanto, ya habían tenido momentos de ese tipo... Tal vez no exactamente como ese, había sido la primera vez que Nick se había quitado la ropa en presencia de la coneja, aun así, no era suficiente, esa no podía ser la razón.
El reloj colgado en la pared dictaba cada segundo con su respectivo sonido; "Tic" "Tac" "Tic" "Tac" cada 60 molestos sonidos se cumplía otro minuto esperando. El color blanco de las paredes, una par de pequeñas masetas con flores u otras plantas, la ausencia de animales y el silencio en el lugar lograban apaciguar la mente del zorro lo suficiente para seguir pensando, repasando cada uno de los recuerdos en los que Judy estaba incluida, ni malas palabras, ni decisiones impulsivas, nada; la puritana coneja con ojos color purpura ni siquiera se atrevía a usar lenguaje "Sucio" y vaya que Nick la había tentado en más de una ocasión, todo intento había sido fallido, toda estrategia un fracaso y de la nada todo eso perdió significado... Una botella de vino bastó para hundir el barco de responsabilidad en el que ella solía navegar, aunque si algo debía admitir fue el control que tuvo para no soltar demasiado la lengua, o tal vez se debía a que había sido solo una botella de vino.
"Coneja tonta"
Pensó en burla, era un buen chiste, el golpe del vino no era tan fuerte y aun así ahí estaban. Ya habían estado antes en el hospital, pero las situaciones eran muy diferentes; siempre era Nick el que debía ser atendido y Judy quien debía esperar ahora los papeles se habían invertido, el mundo como lo conocía se estaba viniendo abajo, antes de darse cuenta los conejos empezarán a comerse a los zorros.
La puerta finalmente se abrió, sus orejas se orientaron al instante hacia la misma; Judy salió primero, seguida por un jaguar vistiendo una bata blanca. La coneja se veía cansada, sus ojos entreabiertos y la mirada hacia el suelo, esa apariencia acompañada por un breve bostezo. En cuanto a sus orejas; ambas caídas y una de ellas envuelta en un vendaje más profesional que el intento de Nick por enmendar su error.
-¿Y bien?- Dijo Nick levantándose del sofá.
-Un golpe muy duro, pero el tímpano está intacto, solo se dañó la piel; no hay riesgo pero dolerá mucho-
*Bostezo*
-¿Y por qué eso?- Preguntó Nick al escuchar a la somnolienta coneja.
-Una pequeña píldora para aliviar el dolor, es raro que cause ese efecto, tal vez sea por la especie- Explicó mirando a Judy, quien hacía su mayor esfuerzo para mantenerse despierta.
-He, para los conejos todo es demasiado grande- Rio Nick acariciando la cabeza de Judy, quien finalmente expresó algo más que cansancio; embozó una pequeña sonrisa y lo miró.
-Vámonos de aquí Zanahorias-
Al salir no tuvieron de otra que empezar a caminar, ninguno de los dos contaba con un auto. La camioneta que Judy había llevado a la ciudad para resolver el caso de los aulladores pertenecía a su familia, y hacía mucho tiempo que la había devuelto, y nunca había tenido la necesidad de adquirir otro vehículo; la estación del ZPD estaba a un viaje en metro de su apartamento y por el resto del día hacía uso de la patrulla. Nick era otra historia; trabajo tras trabajo, Finnick se encargaba de llevarlo a todas partes, de hecho esa camioneta era más su hogar que todos los departamentos que había alquilado en el pasado; siempre olvidaba pagar el alquiler, o simplemente un día salía y nunca regresaba al mismo lugar, así era su vida, sin ataduras a nada, ni siquiera a la ropa que a menudo dejaba en esos lugares. Ahora todo era diferente, ¿Cuánto había pasado desde que se convirtió en policía? ¿10 meses? ¿1 año? No... Año y medio. Doscientos dólares al día se convirtieron en ocho mil al mes, restando una pequeña parte para el pago de impuestos claro está. Judy se encargó de sepultar los fraudes de Nick en el pasado, ahora era un zorro de bien, el primer y hasta la fecha, único zorro policía... Ahora Finnick ya no era su chofer, aunque ambos seguían manteniendo contacto, los viajes gratuitos se habían terminado.
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Zootopia: Algo más que una esperanza
Fanfiction"Es solo una fantasía" Era lo que Judy se repetía día tras día. Su mejor amigo y compañero era un zorro, jamás podrían aspirar a ser más que eso, sin embargo no podía sacarlo de su mente, no podía apartarlo de sus pensamientos, en todo en lo que pen...