XXIII: No más trabajo

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Heya... Seamos sinceros no hay mucha gente emocionada por este fic u.u pero no pienso dejarlo a medias, menos aun cuando ya va a terminar. Un capítulo muy, muy, muuuuuy tranquilo y corto a decir verdad. Continuar con este fic ya es algo un tanto dificil pero hago mi mejor esfuerzo.

Espero no les disguste tanto :'c

El cielo nocturno sobre las grandes planicies de Bunnyburrow; un cielo estrellado tan brillante y completo que por nada del mundo lograría apreciarse en la ciudad. Cientos de los habitantes de las praderas aprovechaban para dar un vistazo rápido al cielo nocturno antes de ir a dormir, y otros, como en el caso de cierto zorro y cierta coneja, mantenían la mirada baja solo admirando la compleja "majestuosidad" del césped bajo sus patas mientras estaban sentados en la banca de madera frente al gran y tranquilo lago que fácilmente aparentaba ser un segundo cielo sobre la tierra.

Desde aquél pequeño saludo "Hola Zanahorias" No hubo más palabras intercambiadas entre los dos mamíferos, de hecho ni siquiera habían intercambiado miradas desde entonces, solo se limitaban a estar uno junto al otro; Nick sostenía a su doble de felpa mientras que Judy sostenía la zanahoria gigante, podría decirse que buscaban sentirse protegidos de alguna manera, y no les quedaba de otra que aquellos curiosos peluches.

-De... ¿De dónde los sacaste?- El tan abrumador silencio al fin fue roto por Judy, quien a falta de una mejor idea para romper el hielo, simplemente preguntó por los curiosos regalos del zorro.

-Bueno, conseguí la zanahoria aquí, al llegar un sujeto las estaba subiendo a un camión y me pidió ayuda, el pago fue eso- Sonrió mirando a la coneja.

-¿Y a ti?-

-¿A mí?- Dijo confundido –Oh, te refieres a este- Comentó alzando el zorro que sostenía –Lo compré hace tiempo, iba a ser un regalo para cuando regresaras a la ciudad pero...- Bajó la mirada nuevamente.

Judy entendió de inmediato la desilusión que debió sentir cuando le dijo que no volvería pronto.

-En verdad lo siento mucho Nick- Musitó Judy aferrándose con más fuerza a la zanahoria en sus brazos –Por todo, lo que te dije, lo que no te dije, por cómo te hice sentir- Con dificultad trataba continuar, sintiendo el nudo creciendo en su garganta y dejando correr las lágrimas de sus ojos –Por haberte tratado como... Como...-

-¿Un zorro?- Completó él.

Ella lo miró con asombro, podía percibir el dolor en la mirada del vulpino, claro que lo había lastimado hasta lo más profundo de su ser; lo despreció, lo insultó y exigió que se alejara de su vida para siempre, por los dioses, llegó a desearle la muerte y sin embargo, ahí estaba otra vez, tomando todo el odio dirigido hacia él y simplemente empezando a sonreír.

-No serías la primera- Dijo esbozando una pequeña sonrisa –Y dudo que vayas a ser la última-

-Perdóname...- Suspiró bajando la mirada, no teniendo fuerza para seguir mirándolo.

-(Suspiro) Creo que han sido demasiadas disculpas por una vida ¿No crees?- Sugirió el zorro –Judy, nos han pasado tantas cosas en estos meses que... Casi parece una mala novela de tragedia, y ya basta, quiero que termine ¿Tú no?- Preguntó alzando la mirada al cielo.

-Yo... No sé si pueda Nick, no lo sé-

-¿Por qué no? Fuimos nosotros quienes nos empujamos mutuamente hasta llegar a esto. Solo piensa en esto; te secuestraron, me robaron...-

-¿Te robaron? Notificaste al ZPD ¿Cierto?- Interrumpió exaltada.

-No me interrumpas rabo de algodón y por favor no hay que hablar del trabajo por ahora ¿Te parece? Como decía; fuimos golpeados, nos dispararon, sin contar cómo nos atacamos los dos y ahora con todo eso que pasó, ¿Dónde estamos? Sentados frente a un lago en mitad de la noche... El escenario más simple que puedas imaginar y aquí estamos Zanahorias-

Zootopia: Algo más que una esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora