Bueno, os dejo con este capítulo en el que os desvelo uno de los grandes secretos de esta historia... quiero que sepáis que no es nada que me haya sacado de la manga, si no me creeis podéis ir capítulo 8 y 38 para ver a cosas a las que hago referencia en este capítulo. Si queréis jugar a los detectives antes de descubrirlo podéis leer esos capítulos y hacer vuestras propias hipótesis, si no... aquí os dejo el capítulo. Espero que os guste y gracias por leer <3.
Frente! – Bizarre love triangle
Sara
Estoy en un estado tan completo de shock que soy incapaz de saber si el corazón me está latiendo desbocadamente o si por el contrario se ha parado por completo. Un pinchazo de dolor se clava en mi estómago y es tan agudo que apenas me deja respirar.
Siento como si todo el mundo se hubiese puesto en pausa y la única que funcionase fuese mi cabeza, lo que es de lo más incómodo. No puedo mover ni un solo ápice del cuerpo y por mucho que lo intento no consigo desviar la vista.
Es Luca, es inconfundiblemente él. Luca. Aquí, de nuevo. Es Luca. Ha vuelto, y yo ni siquiera sé si quería tenerlo de vuelta. No tengo nada claro si estoy preparada para enfrentarme a él, a su voz, a su olor, a su tacto. No lo creo.
Me mira a los ojos como si estuviese buscando algo en ellos y me está haciendo sentir realmente incómoda. Realmente mal. La comida se mueve rápidamente por todo mi estómago amenazando con salir de un momento a otro, así que me esfuerzo tanto como puedo para recordar dónde está el baño en esta casa.
Cruzo el salón casi corriendo mientras me tapo la mano con la boca intentando evitar algo casi inevitable. Paso a su lado como si se tratase de un fantasma, de un recuerdo, como si no estuviese ahí.
Llego al baño y cierro la puerta con la pierna mientras que abro la tapa del váter. Recojo mi pelo en una coleta alta e intento respirar con tranquilidad para detener la arcada que preveo que llegará en apenas unos segundos.
Despéjate, Sara. ¿Despéjate, Sara? ¿QUÉ MIERDA DICES? Es Luca, Luca está aquí. Razónalo, no es un espejismo, es la puta realidad. No sé por qué ni cuándo, pero el asunto es que está aquí. En esta casa. A menos de 20 metros de ti. Está él, mierda, está él y todo lo que me ha vuelto loca.
No puedo contenerlo. Una arcada invade mi garganta y lo siguiente que siento es un líquido extremadamente ácido deslizándose por mi boca. Intento mantener la respiración constante pero siento como si alguien hubiese cerrado mi esófago a cal y canto. Otra arcada vuelve a mi boca y sin poder evitarlo vuelvo a vomitar, esta vez mucho más abundantemente. Mierda.
Escucho como la puerta del baño se abre y la alarma se vuelve a instalar en mi cabeza. Socorro. Por favor. Tú, no.
- Sara... Sara, joder.
La voz de Andrea me calma el sistema nervioso y rápidamente siento su mano sujetando mi frente. Oigo el ruido del agua del grifo chocando contra la cerámica de la pileta y de golpe su mano fría y húmeda pasa a estar en mi nuca. La primera sensación es de sorpresa, pero rápidamente comienza a aliviar el mareo y el malestar.
Poco a poco me levanta en brazos y baja la tapa del váter con una mano mientras que con la otra me sienta en el mismo. Puedo verlo perfectamente y su gesto me indica que no debo tener buen aspecto para nada.
- Sara, estás... Jesús, hacía años que no veía a nadie tan pálido – dice asustado -. ¿Qué ha pasado? ¿Te ha sentado algo mal de lo que comimos estos días?
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Ropa por romper: TORMENTA
RomanceCuando Sara recuerda todo lo ocurrido en los últimos seis meses decide cortar por lo sano y volver al sitio que más feliz - o menos triste - le ha hecho sentir nunca: Italia. Reencontrarse con sus amigos le devuelve un poco de la magia de la vida qu...