Ropa por romper: TORMENTA

6. Tres días antes del día D

Coldplay - Adventure Of A Lifetime

Sara

- ¿Sí? – respondo intentando mantenerme serena.

- Hola.

La voz de Luca resuena al otro lado de la línea. Suena tranquilo, seco y por algún motivo me resulta bastante dulce.

- Estoy borracho – continúa -. Ya, ya sé que no es lo que querías escuchar pero estoy seguro de que no tardarías en notarlo y he preferido decírtelo ya al empezar la conversación, lo siento.

- Está bien. Yo espero estarlo en un rato – escucho como se ríe por lo bajo-. ¿Qué tal?

- Fatal, ¿tú?

- Más o menos igual que tú.

- Vaya.

- Vaya.

- Te echo de menos.

Un mes esperando para escucharlo y es ahora cuando me doy cuenta de que no sé lo que quería escuchar. El te echo de menos se ha clavado en mi corazón como un puñal y lo ha hecho tan hondo que no creo que pueda sacarlo de ahí ni creo que pueda arrancar ninguna palabra de mi garganta.

- Sara, ¿estás ahí?

- Estoy. Esto es... rematadamente extraño.

- Lo es, pero eso no va a evitar que te diga lo que siento. Mira, estoy borracho, y ya sabes que borracho soy sincero. Te echo de menos. Llevo un mes removiendo el cielo y la tierra para enfrentarme con ello y ni siquiera me he atrevido hasta hoy a llamarte. Es ridículo, pero es así. Besé a una chica porque se parecía a ti y fue bastante desagradable. Y encima ella estaba en la misma situación que yo y ahora se siente fatal por hacerle eso a su ex novio, ¿me dirás que no es ridículo? Ahora llevo toda la noche bebiendo y quizás me quede así hasta el amanecer. Podríamos hablar hasta el amanecer.

- Bueno, quizás hasta tú amanecer, porque al mío le faltan bastantes horas para llegar.

- Es cierto, el cambio de hora... Qué mierda. ¿Qué tal por ahí? Tu casa, tus amigos...

- Eso está todo bien.

Se me hace raro todo esto pero por algún motivo me siento extremadamente serena. No puedo enfadarme ni puedo reír, simplemente creo que estoy empezando a sentir tranquilidad. Como si todo estuviese empezando a encauzarse.

- ¿Vas a volver? – me pregunta después de un pequeño silencio.

- No creo que sea lo correcto, Luca.

- No hablo de lo que es correcto y de lo que no. Me pregunto simplemente si... volverás.

- No lo creo.

- Creo que lo peor de todo esto es que me he dado cuenta de que en el fondo estoy bastante solo.

- Puedes tomarte unos días de vacaciones. Puedes volver con tus tíos.

- Mis tíos... Todavía no sé cómo contarles todo lo que ha pasado, y te aseguro de que por ahora no estoy preparado para hacerlo.

- Quizás podrías volver con tus padres, ya sabes, empezar de nuevo. En otro sitio. Puede que funcione.

- ¿A ti te está funcionando?

- No mucho – sonrío -. Pero lo estoy intentando. Y tú también deberías.

- No sé qué hacer. No tengo nada que hacer. No tengo nada que decir. No tengo... nada. Estoy vacío, Sara.

- No estás vacio, Luca. Nunca lo has estado y lo sabes. Que conmigo no hayan salido bien las cosas no quiere decir que estés en un callejón sin salida.