Las cosas que no pude responder - Marwan
Sara
Me acerco sonriente hacia Luca de nuevo. Me siento un poco estúpida porque sé que en el fondo me ha hecho ilusión que me diga que vuelva, pero poco a poco se va apagando mi sonrisa al ver la cara de pánico que se le ha quedado a él.
- ¿Qué pasa?
- Es Abril.
- ¿Está en tu casa?
¿Qué hace Abril en su casa? Lo cierto es que eso no pinta excesivamente bien. No por el hecho de que haya venido Abril, ya que a ella – y qué coño, a mi también – le encanta pasearse por nuestras casas cuando se aburre en la suya. Lo que es extraño es que lo haga a estas horas y que Luca haya salido de casa con cara de sorprendido. Eso, exactamente eso, es lo que no me gusta.
Apuro el paso y me cuelo dentro de casa incluso antes de que lo haga Luca. Miro hacia la derecha y hacia la izquierda y veo que, de espaldas, están sentados en el sofá Andrea y Abril. Sin perder el tiempo me pongo a su altura de forma que quedo arrodillada delante de ella. Mientras tanto, Abril sujeta su cabeza con sus manos. Tiene todo el pelo echado hacia delante y no alcanzo a verle la cara.
- ¿Qué ha...?
Justo en ese momento Abril se abalanza sobre mí y siento su peso caer en mis hombres. Me abraza tan débilmente que utiliza la fuerza mínima para poder mantenerse en la postura sin caer al suelo. La rodeo con sus brazos mientras siento como la piel se me pone de gallina incluso antes de saber qué está ocurriendo.
- Son sus padres – me dice Andrea con voz ronca-. Han tenido un accidente de camino al aeropuerto mientras iban a recoger a unos amigos.
- ¿Qué? – digo en un pequeño chillido mientras siento como se me hiela la sangre.
- Su padre está bien, con lesiones leves. Su madre...
Miro incrédula hacia Andrea y Andrea me mira a mí. Está mucho más pálido que la última vez que lo vi. No pueden decirme esto, no pueden. Necesito que alguien termine esa frase y necesito que el final de esa frase me guste. Siento como Abril comienza a abrazarme cada vez más fuerte mientras sus lágrimas ya han empapado por completo mi hombro.
- ¿Qué? – insisto.
Andrea no es capaz de contestarme. Baja su cabeza y la coloca, como lo hacía antes mi amiga, entre sus manos. Busco consuelo en los ojos de Luca que no parece que tengan tampoco la respuesta que yo necesito.
- Ha muerto – dice en un susurro Luca.
Apenas mueve sus labios y apenas emite ningún sonido, pero no hay duda de que eso es lo que ha dicho. La madre de Abril se ha muerto. Ya no está.
Entrando en estado de shock escucho cómo el timbre de casa suena de fondo y veo como Andrea se va hacia la puerta. Intento abrazar con más fuerza a Abril e intento buscar las palabras exactas para este momento, pero rápidamente me doy cuenta de que puedo dejar la búsqueda: no existen.
- He llegado tan rápido como he podido.
La voz – y el cuerpo – de Tess se cuelan en el salón más rápido de lo que yo desearía pero tengo bastante claro que no voy a armar ningún tipo de escándalo.
- ¿Has venido andando? – le pregunta Luca, con tono serio.
- Sí, ¿por?
- Podía haberte recogido de camino.
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Ropa por romper: TORMENTA
RomanceCuando Sara recuerda todo lo ocurrido en los últimos seis meses decide cortar por lo sano y volver al sitio que más feliz - o menos triste - le ha hecho sentir nunca: Italia. Reencontrarse con sus amigos le devuelve un poco de la magia de la vida qu...