Estoy en mi asiento del tren, llevo puestas las gafas de sol y estoy con los pies sobre mi mochila que está en el asiento de enfrente ya que medio vagón va vacío y no tengo a nadie ni adelante ni al lado. Voy mirando por la ventana mientras escucho por los auriculares Viva la vida de Coldplay, algo bastante irónico ya que ahora mismo estoy pensando en todo menos en lo maravillosa que es mi vida.
Vuelvo a mirar el reloj, ya estoy a punto de llegar, el viaje se me ha hecho eterno.
Salgo de la estación de tren y voy directa a mi hotel, esta en plena costa. Recorro un poco el paseo marítimo hasta encontrar mi alojamiento, el pueblo de St. Ives es muy bonito, no lo esperaba así. Todas las casas son pequeñas, de dos o como mucho tres pisos, con los tejados a dos aguas de ladrillo y con las fachadas en colores claros. Normalmente miro bien todos los lugares a los que voy a ir, pero esta vez como solo me interesaba un sitio decidí ir a la aventura.
Me gusta este sitio, después de haber estado en grandes ciudades es agradable pasear por un lugar que no este tan abarrotado de gente. Siempre me han gustado las ciudades caóticas, pero de un tiempo a esta parte noto que necesito algo menos estresante.
Llego al hotel y me tumbo en mi enorme cama, me aburro, es la última vez que viajo sola. Tras un rato decido ir al Tate modern, es a lo que había venido al fin y la cabo.
A las ocho de la noche me voy a cenar a un bar, está cerca de mi hotel y yo estoy agotada y muerta de hambre, cogí el tren a las ocho de la mañana y en cuanto llegué me metí en el museo. Solo he descansado diez minutos para comerme un sándwich al mediodía. Me siento y pido mi cena, falafel con patatas, ha sido el único sitio que he visto donde no estaban comiendo pescado o marisco, pero supongo que es lo normal en los pueblo pesqueros.
Continúo comiendo mientras observo un grupo de hombres de distintas edades, están en una mesa hablando y armando bastante follón, supongo que estarán bebiendo cerveza mientras ven el futbol y de ahí el alboroto. Acaba el partido justo cuando yo estoy a punto de terminar de cenar, al pasar varios de ellos se me quedan mirando, supongo que les extrañará ver a alguien comiendo sola. Me quedo mirando a un par mientras se marchan. Están en buena forma, pero ninguno me ha dicho nada, aunque uno rubio muy guapo me ha guiñado un ojo, pero nada más.
¿Qué esperabas Emma, que vinieran a ligar con la solitaria de las patatas fritas? Me reprendo a mí misma. Me acabo el plato y tras pagar voy al servicio. Salgo mirando el móvil aprovechando que he pillado el wifi, mi amiga Laura me manda fotos y me dice que le encantaría estar aquí conmigo, decido contestarle mientras me río.
"Muy bonito el traidor, yo también te echo de menos".
De golpe me choco con alguien y noto como me empapo entera, mierda, creo que es cerveza, me he ensuciado la camiseta y parte de los pantalones.
_Lo siento, no miraba bien por donde iba. Dios, te he manchado entera, toma límpiate.
Entre tanto follón veo que el chico que me habla me pasa unas servilletas y me empiezo a secar como puedo la camiseta, huele fatal.
_ Deja que te invite una copa, por favor, me siento muy culpable.
Lo que me faltaba, ahora ponerme a beber con un desconocido que me ha tirado una bebida alcohólica encima.
_No, gracias.
Levando la vista y le veo, me quedo atónita, es alto, fuerte, con el pelo castaño oscuro, mandíbula recta y unos increíbles ojos azules. Impresionante. Nada más verle decido cambiar de táctica y giro el sentido de mi frase.
_ Soy yo la que te debe invitar, te he tirado la copa. Lo siento, iba mirando el móvil distraída.
Me sonríe por el comentario, joder que sonrisa más blanca y perfecta, rodeada por esos labios y esa barba de unos días. Es guapísimo. Mi subconsciente no para de chillar "¡vaya Adonis tienes delante y tú parece que te acabes de mear encima!".
_ Insisto, déjame pagarte una copa.
_ No te preocupes, ya me iba. Además, no me apetece beber sola cual alcohólica.
Se ríe ante mi comentario, encima es encantador.
_ ¿Cómo que sola? Va, tomate algo conmigo. No acepto una negativa. Si me dices que no me harás sentir como un maleducado y me castigaré toda la noche.
Bueno, aquí está la primera parte, espero muy nerviosa que os haya gustado. Sé que es corta, pero prometo que la siguiente será más larga y que muy pronto la subiré. Muchos besos y espero que sigáis leyendo y comentéis, que me hace muchas ilusión, prometo que se pondrá muy interesante.
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El viaje de toda mi vida -COMPLETADA -
RomanceEmma está de viaje, cansada de estar lamentándose por lo triste que es ahora su vida, acaba de perder el trabajo y hace escasos meses lo dejó con su novio. Inesperadamente conoce a Matt, un guapísimo joven que sin siquiera saber cómo cambia por comp...