Cap. 20

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Estoy en mi habitación, bueno, la habitación que me ha dejado Matt en su casa. Me acabo de duchar y peinar, me he hecho el pelo con ondas, me gusta mucho como queda así ya que los colores se mezclan y se ven con más tonos que de normal que lo llevó liso. Me he maquillado un poco, remarcando los ojos, ya que siempre ha sido lo que más me ha gustado de mi cara, en los labios llevo un poco de color, un rosa muy natural. He decidido ponerme un vestido que me traje para el día que fuimos Laura y yo al ballet en Londres, es el único que tenía arreglado, es sencillo pero bonito, azul eléctrico oscuro con una falda hasta mitad pierna con un poco de vuelo y la espalda abierta, me gusta cómo me queda, me parece que es muy sexy pero elegante a la vez.

Estoy hablando con mis amigas y con Jose por Skype, están todos que no se lo creen.

_ Esta noche será la noche -me dice Laura animada-, lánzate y no le sueltes hasta que estéis en su cama.

_ No lo sé, no quiero ilusionarme, dentro de nada me voy y no quiero sufrir al dejarle aquí. Hace muy poco de lo de Miguel, no sé si estoy preparada.

_ No seas tonta y llévate de ahí todos los orgasmos que puedas, ese capullo no te merecía, no dejes que siga influyéndote, ya has sufrido demasiado por él -me dice Jose-.

Sonrío, sé que a Jose nunca le gustó mi ex, lo veía demasiado prepotente y no le gustaba como me trataba, supongo que llevaba razón.

_ ¿Sabes que creo que Matt está celoso de ti? En cuanto te nombro cambia de expresión.

_ Pues sí que va perdido el pobre, celosa tendrías que estar tú, porque si fuera yo el que está ahí no me lo pensaría dos veces. Celoso de un gay, qué tontería más grande.

_ No sabe que eres gay, yo no soy quién para decirle nada de tu vida privada.

_ Hay cariño, no me vuelvas a meter en el armario, estuve demasiado tiempo ahí dentro, es un lugar demasiado oscuro y soso y no quiero volver.

Me río por el comentario y asiento.

_ Yo la entiendo, cuanto más se acerque más le dolerá luego -dice Cris, es la única con dos dedos de frente de todos mis amigos-.

Escucho que Matt me llama y me despido de mis amigos, todos siguen insistiendo en que no acabe la noche en mi cama, decido ignorarles, ya estoy suficientemente nerviosa como para encima pensar en esto. Voy bajando las escaleras contenta, las luces de la casa están muy suaves, casi no se ve nada. Al llegar al salón veo que toda la luz se concentra en el jardín, salgo y me quedo impresionada, está todo lleno de velas y flores, es precioso, hace como un caminito hasta abajo de uno de los grandes árboles que tiene en el sueño grandes farolillos y la mesa, decorada con unas flores y un mantel blanco, las sillas son de forja, bastante elaboradas, son preciosas.

Me acerco y me lo encuentro poniendo la cena en la mesa, Dios, está guapísimo, se ha puesto unos pantalones de vestir y una camisa que le queda realmente bien, no puedo evitar mirarle sin siquiera pestañear, no consigo apartar la vista de él.

_ Vaya, estás guapísima -me dice con una sonrisa súper dulce en la cara-.

_ Esto está precioso.

_ Tengo suerte de tener unas buenas amigas que me han ayudado, además, salvar gatos a vecinas que decoran terrazas románticas de restaurantes también ayuda.

Me río por el comentario y me siento, el estómago me ha dado mil vueltas al ver que me movía la silla para que me sentara, nunca nadie me había hecho eso.

_ Espero que te guste la lasaña de verduras.

_ ¿A quién puede no gustarle la lasaña? Es la cosa más buena del mundo, ¿la has hecho tú? -asiente sonriendo-. Encima cocinas bien, ¿lo has hecho para impresionarme o es solo cosa mía?

El viaje de toda mi vida -COMPLETADA -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora