El viaje de toda mi vida -COMPLETADA -

Cap. 36

Noto que abre un poco el ojo mientras levanta una ceja, esta tremendamente sexy así, ¿por qué este hombre es tan rematadamente guapo? Con cualquier cosa que hace me da un vuelco el estómago

_ Cierra los ojos bombero o te quedas sin sorpresa.

Divertido vuelve a cerrar los ojos y me acompaña a la habitación guiándole yo cogiéndole de las manos. Cuando llega se queda parado con las manos cruzadas delante de su cuerpo, esperando nervioso pero todavía con los ojos cerrados, es increíble cómo se le marcan los músculos de los brazos estando así.

_ ¿Preparado? -asiente con ganas-. Una, dos tres, ¡ábrelos!

Abre los ojos y se queda asombrado, con la boca abierta de par en par y sin saber qué decir.

_ ¿Tú has hecho eso?

Asiento encantada por la cara de felicidad que tiene.

_ Quería agradecerte todo lo que has hecho por mí y que tuvieras un recuerdo mío.

_ ¡Dios mío, es increíble! ¿Cómo has hecho eso? Parece real.

_ Es un trampantojo*, como sé que te gusta tanto la naturaleza pensé que te gustaría tener un poco de bosque aquí, así recuerdas un poco tu hogar.

_ Es la cosa más alucinante que he visto en mi vida.

Mira el cuadro detalle a detalle, como bien le he dicho es un trampantojo de un bosque, pensé que le gustaría tener un poco de naturaleza dentro de su casa, aunque fuera pintada. La verdad es que costó bastante conseguir hacerlo a tiempo, pero no quería irme sin acabarlo y hoy es el día para dárselo.

_ Es precioso, muchísimas gracias. No se por qué pero hasta me resulta familiar.

_ La imagen la he sacado de una fotografía que hice el día que fuimos a Lanhydrock house es del bosque por el que paseamos, fue maravilloso, ahí conseguí nuestra primera cita, pensé que así al verlo te acordarías de mí y de ese día.

No puedo evitar que se me encoja el estómago al decirlo, pero es algo que tengo que asumir, pasado mañana me voy, quiera o no dentro de nada todo esto será solo un recuerdo, nada más, miraré las fotos y Matt será ese chico maravilloso que conocí una vez en unas vacaciones y que hizo que en unos pocos días mi vida cambiara por completo, será solo un precioso recuerdo.

Matt me abraza, creo que se ha emocionado, supongo que pensará la mismo que yo. Este tiempo desde que recibí la llamada hemos decidido vivir todo al máximo y disfrutar del tiempo que nos queda juntos, no venirnos abajo y simplemente disfrutar y seguir hacia delante. Me quedo pegada a su cuello durante un buen rato con los ojos cerrados, creo que los dos necesitamos este abrazo, la verdad, necesito sentir que le tengo cerca, quiero meterme en la cabeza todo esto, recordar su olor, su tacto, recordar la forma que tienen sus brazos cuando me abraza, el espacio que hay entre su hombro y su cuello que tanto me gusta, el calor que desprende su cuerpo, la forma que tienen sus rizos cuando meto mis dedos entre ellos, lo suaves que son sus labios, el brillo que tienen sus ojos, las arrugas que se le forman a los lados de éstos cuando sonríe...

Nos vamos a dar una vuelta con Tragón, la verdad, lo único que queremos es disfrutar del momento, ya mesa igual si paseamos por el pueblo o vamos a ver un castillo o lo que sea que hagamos, solo quiero pasar todo el tiempo posible con él, sea donde sea. Volvemos a casa y nos encontramos con una caja en la puerta, el perro va corriendo a olisquearla y Matt se me queda mirando con curiosidad mientras yo me quedo blanca, sé perfectamente el motivo de esa caja. Matt la coge y entra en casa con ella, yo cada vez me pongo más nerviosa, no quiero que la lea él primero. 

_ Cariño, ¿has dejado tú esto?

_ No, Matt, hay una cosa que no te he contado -le digo nerviosa-.