Cap. 39

1.7K 150 56
                                    



La cena continuó lo más animada posible, todos los platos estaban exquisitos y los invitados charlaban alegremente de mil temas. Me quedo mirando un rato a Matt, está hablando con Cubbins sobre algo que no consigo escuchar, de golpe Matt baja la vista con vergüenza y cara de pocos amigos mientras Cubbins se ríe a carcajada limpia, no sé qué le habrá podido decir, pero su risa es muy contagiosa.

_ Emma, Matt me comentó lo del trabajo, ¿para qué galería es? -me pregunta cuando ya se le ha pasado el ataque de risa-.

_ Para Postmo.

_ Vaya, es una gran galería, te costaría mucho pasar el proceso de selección.

_ Supongo que mis anteriores jefes les darían buenas referencias, sino no lo entiendo, se presentó muchísima gente.

_ No te infravalores, si te han cogido a ti es por algo, vales mucho y tienes que empezar a darte cuenta de ello -me dice Matt con una sonrisa en la cara-.

_ Vaya, tienes que estar muy ilusionada.

En ese momento llegan los camareros con nuevos platos, me pongo a comer con la cabeza gacha, la verdad es que me siento culpable, tendría que sentirme ilusionada y feliz, es una tontería que me sienta así.

Matt posa su mano sobre mi pierna como quien no quiere la cosa y comienza a bajarla y subirla por mi muslo, le miro con sorpresa pero él está tan tranquilo bebiendo y hablando con uno de sus amigos que está justo en frente. ¿Cómo el mismo hombre puede ponerse nervioso cada vez que alguien le echa algún piropo pero está tan tranquilo haciendo estas cosas? Veo como poco a poco va subiendo más la mano, yo contengo la respiración al notar que ha llegado al final de mis medias y empieza a acariciar el encaje y mi piel desnuda por debajo de la falda. No puedo evitar cerrar los ojos y para disimular decido pegar un trago de agua, cada vez estoy entrando más y más en calor. Me retuerzo sin querer y por un segundo Matt para, dejando la mano abierta sujetando mi muslo, noto una pequeña sonrisa en su rostro. Nada más quedarme quieta continúa con su tortura acariciando cada vez más para arriba y más para adentro de mi falda, como puedo notar su sonrisa de estar ganando decido contraatacar, con cuidado me quito el zapato y empiezo a acariciarle la pierna de una forma muy sugerente, lo malo es que lo tengo al lado y no al frente, sino esta batalla seguro que la ganaría yo. Noto que tiene que beber un trago en su copa de vino para disimular el quejido por la sorpresa que le ha salido, en un arrebato de atrevimiento poso disimuladamente mi mano en su pierna, pero no he empezado en la rodilla como ha hecho él, yo he ido directamente a la zona superior.

Empiezo a juguetear con mis dedos pasándolos por la parte interior de sus muslos y subiendo poco  a poco, lo malo es que al verlo Matt se ha envalentonado también y está subiendo cada vez más rápido, haciendo que mi temperatura vaya aumentando por segundos. Sonrío al notar que con su mano libre se está ensanchando la pajarita, creo que tiene calor y le cuesta respirar, lo cual hace que me envalentone más y mis manos vayan directas a la cúspide del asunto.

_ Eso no es justo, a ti no se te nota si estás excitada, pero a mí sí -me dice en voz baja acercándose a mi oreja-.

Me río en voz baja y de golpe puedo notar a lo que se refería, al enorme bulto que se está asomando ahora mismo por su entrepierna.

_ ¿Qué te parece si me dirijo al cuarto de baño y nos encontramos ahí en unos segundos?

_ ¿No crees que lo notaran?

_ Te llamo en tres minutos y finges que tienes que contestar la llamada, todo resuelto.

Noto como se le dilatan todavía más las pupilas, creo que va a aceptar mi proposición. De repente se acerca un hombre y ambos retiramos nuestras manos rápidamente para que nadie note lo que estábamos haciendo.

El viaje de toda mi vida -COMPLETADA -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora