El viaje de toda mi vida -COMPLETADA -

Epílogo

Estoy en casa de Cubbins con Laura, aunque parezca imposible ahora vive también en St Ives. Hace unos meses empezaron a mandar más obras, ya no sólo restauro de este Tate, también de los dos de Londres, parece ser que vieron mi trabajo y quedaron muy impresionados, además, eso quiere decir que por trabajo tengo que ir a Londres un par de días todos los meses, algo que me encanta y disfruto como una niña. Y el colofón de todo es que encima paso esos días con Jose, ahora vive en Londres porque es director teatral, está dirigiendo un musical de éxito, ese era el sueño de su vida, así que no he perdido el contacto en ningún momento con mi querido amigo.

Debido al número de trabajo Cubbins me dijo que buscará alguien para que me ayudara, se lo dije a Laura y se presentó,  sus trabajos fueron los que más le gustaron a mi jefe, así que se vino y ahora trabajamos juntas.

_ Jefe, tenemos que salir en menos tres horas, necesito ya a mi ayudante.

Laura se levanta de sus rodillas y le da un beso, eso es lo mejor de todo, al nada de conocerse empezaron a salir, llevan ya casi un año. La verdad es que no me lo esperaba, pero pensándolo son perfectos el uno para el otro, los dos son igual de estrafalarios.

_ ¿No es muy pronto para vestirte ya?

_ Ya han llegado para peinarnos y maquillarnos, después me tenéis que ayudar a ponerme el vestido de novia.

Me pongo arreglarme con mis amigas y Jose, nosotros y mi familia hemos venido a la casa de Cubbins mientras Matt con la suya está en la nuestra, la nuestra, después de casi dos años me resulta todavía extraño llamarlo así. En un principio estuve buscándome algún piso para mí sola, pero al final me di cuenta de que era una tontería porque pasaba más tiempo en su casa que en la mía, así que solo estuve en el apartamento dos meses, creo que solo lo pisaba para limpiarlo porque cuando no trabajo si no estoy con Matt estoy con sus amigos, los cuales ahora también son los míos y los de Laura. La verdad es que este tiempo ha sido increíble, solo lo podría describir como perfecto.

Mis amigas están vistiéndose contentas mientras Jose va arriba y abajo nervioso, lo cual me pone a mí de los nervios. Ya no aguanto más cuando le pregunta a Cris por duodécima vez si lleva bien la pajarita.

_ Jose, ¿quieres parar de una vez? Se supone que la que tiene que estar nerviosa es la novia y no el padrino.

_ No me fustigues cariño, eso déjalo para tu marido para más tarde en la noche de bodas.

Mi madre se echa a reír a pleno pulmón, me encanta que se lleven tan bien, pero es normal, conoce a mi amigo desde que era un niño con la mitad de los dientes caídos, o incluso antes.

_ Voy a una boda llena de bomberos macizos, y Matt me prometió que me presentaría a sus amigos gays, tengo que estar perfecto.

_ Te pasas el día rodeado de actores de musicales, ¿no has conocido a ningún chico ahí? Creo que es imposible que estés rodeado de más gays por metro cuadrado.

_ Todos tienen demasiado ego, siempre están mirándose cada centímetro de su cuerpo para ver si están perfectos, no me gustan ni los bailarines ni los actores.

Mi sobrina va corriendo para todos lados mientras mi hermana la persigue para ponerle bien el lazo que lleva en la cabeza, la niña está nerviosa porque junto a un sobrino de Matt es la que va a llevar los anillos (bueno, van a llevar a Tragón que es el que nos los va a traer anudados en su pajarita) y no se está quieta jugando con el resto de mis sobrinas. Veo a todas mis sobrinas correr arriba y abajo jugando con Cubbins, ya que mi jefe fuera del trabajo es más niño que adulto.