Me despierto porque Matt me está acariciando la cara, levanto la vista y me lo encuentro. Dibujó una triste sonrisa y le doy un beso de buenos días._ ¿Preparada?
Me encojo de hombros como respuesta, no creo que está sea una de esas cosas que haces porque estés preparada o no, simplemente las tienes que hacer porque sabes que es lo correcto, tan simple como eso. Me levanto y voy a la ducha, esperando que el agua me limpie no sólo por fuera, sino también limpie esta horrible sensación que me recorre todo el cuerpo, pero no da resultado. Cuando salgo Matt ya no está en la habitación, cuando he entrado en el baño le he dejado sentado en la cama pensando en silencio. Me visto y acabo mi mochila, la ropa no me cuesta, pero no puedo evitar entristecerme al recoger las cosas que tenía en el cuarto de baño, sonará una tontería, pero me gustaba tener ahí mi cepillo de dientes, ese simple hecho tenía un enorme significado y trasfondo detrás.
Bajo y me encuentro a Matt acabando el desayuno, Tragón está en el jardín rondando la mesa con comida, pero se le nota raro, creo que el perro ha notado nuestros estados de ánimo y ha empatizado. Desayunamos en silencio, ninguno de los dos sabe qué decir, ambos sabemos que no podemos hacer nada porque las cosas cambien.
_ Voy a echar de menos tus croissant -me dice con una ligera sonrisa-.
_ Y yo tus tortitas.
Veo que me acaricia la mano y abre ligeramente la boca para decirme algo, pero acto seguido la cierra y niega con la cabeza, no sé qué me querría decir, pero se ve que no se atreve o se ha arrepentido.
_ ¿A qué hora tienes el vuelo?
_ Todavía queda, el bus sale en media hora, con ese llegaré de sobra, como no facturo maleta... aunque supongo que el próximo también me vale.
_ ¿Autobús? Te acerco yo un momento.
_ Matt, prefiero ir en autobús, no quiero una despedida dramática en la puerta del aeropuerto cual película de Julia Roberts.
_ De acuerdo.
Acabo de recoger todos los trastos y cojo mi mochila. Me acerco a Matt y nos abrazamos, estamos así varios minutos, es como si mi cuerpo no quisiera despegarse de él, cuando por fin lo consigo le doy un beso y me preparo mentalmente para marcharme.
_ Se que te dije que no te lo pediría, pero por favor, quédate -me dice tras el beso con nuestras frentes todavía apoyadas-.
_ Matt, yo...
_ No abandones todo esto, no dejes de lado todo lo que podríamos ser, sé que si te quedas seremos felices, estoy seguro, podríamos tener una vida maravillosa juntos. No te preocupes por el trabajo, yo...
_ Ya lo sé Matt -le interrumpo-, pero no puedo, aunque quiera no puedo, ya he aceptado ese trabajo, me están esperando. Me encantaría quedarme, pero simplemente es imposible, tengo que luchar por mis sueños, es el momento de hacerlo aunque me duela.
Matt me suelta y comienza a correr hacia todos lados, le sigo y veo que empieza a sacar cosas del armario como un loco, desordenando todo a su paso, no entiendo nada.
_ Matt, ¿qué haces?
_ La maleta, me voy contigo.
_ ¿Cómo?

ESTÁS LEYENDO
El viaje de toda mi vida -COMPLETADA -
RomanceEmma está de viaje, cansada de estar lamentándose por lo triste que es ahora su vida, acaba de perder el trabajo y hace escasos meses lo dejó con su novio. Inesperadamente conoce a Matt, un guapísimo joven que sin siquiera saber cómo cambia por comp...