XXI

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Maratón 2/2

«Close your eyes and I'll kiss you, tomorrow I'll miss you. Remember, I'll always be true, and then while I'm away I'll write home every day, and I'll send all my loving to you»


-¡Sí! Sí quiero ser tu novia. Te amo, te amo, te amo. -decía, entre los besos que le brindaba.
-Pasaremos un año separados...
-No importa donde estemos, yo siempre seré tuya. -respondió. Draco sintió como su corazón se calmaba, y la paz comenzaba a esparcirse por todo su cuerpo.
-Por Merlín, no tienes idea de cuánto te amo Hermione Granger. No me canso de decirlo, te amo. -sonrió, y luego beso a su novia con ternura.

La mañana siguiente llegó más rápido de lo que querían. El sol comenzaba a iluminar el alba, y Draco fue el primero en despertar, pero se demoró más de media hora en apreciar a Hermione dormida. Era preciosa, de eso no había duda. Él sabía que no era merecedor de una persona tan perfecta como ella, pero no podía evitar amarla, y que ella lo amara de igual manera era para él la cumbre del éxtasis, la felicidad pura y completa. La castaña lo hacía sentir adrenalina por todo su cuerpo con el mínimo roce de labios. Y es que sentía que su cuerpo era un simple y fofo cable de metal, y ella la electricidad que lo recorría, dándole vida.

No quiso despertarla, no quería despedirse. Dejo un casto beso en su frente, y se dirigió al cuarto de baño para ducharse. Al salir, Hermione seguía dormida, lo cual produjo una sonrisa en el rubio. O estaba muy cansada, o tenía el sueño pesado. Volvió a besarla, en los labios, en la frente, sobre el cabello. No quería dejarla nunca.

-Te amo, Hermione. Nunca lo olvides. -susurró.

Bajo las escaleras, y se despidió de sus elfos con mucho cariño, pues de verdad los apreciaba. Tomó un vaso de whisky de fuego, y luego se apareció en el Ministerio. Dos aurores lo esperaban allí, junto a Potter.

-Malfoy, tienes que firmar unos papeles. Luego te irás con ellos. -dijo el gryffindor.
-¿Ahora eres ministro de seguridad mágica, Potter? -contestó. Harry rodó los ojos.
-Solo firma, Malfoy. -dijo, dejando notar que estaba irritado. No quería pasar por esa situación porque sabía lo importante que era el rubio para su mejor amiga. Draco firmó sin decir nada.
Cuando los aurores lo tomaron de los brazos, listos para transportarse, Draco dijo: -Espera, Potter. -el aludido se volteó a mirarlo- Cuida de ella, por favor.
Harry asintió, y Draco se fue más seguro.

Azkaban eran horrible, terrorífico. No había luz, los gritos se perdían entre el ruido de las olas chocando fuertemente las paredes, y los dementores daban miedo, la clase de miedo que te cala los huesos y te impide avanzar. Y hacia frío, mucho frío.

Al llegar, tuvo que cambiar su traje por un camisón de lana. Horrible fue lo primero que vino a su mente. Luego, lo guiaron a su celda; un lugar oscuro y solitario, pero sin dementores, lo cual le pareció raro, pero no se quejó.

Le explicaron los horarios de comida, y nada más. Al parecer, no tenía que hacer nada más que comer, podida dedicar sus horas a torturarse la mente con tranquilidad. Pero ese no era su plan, no. Hermione le enviaría los libros y los apuntes así podría estudiar para sus últimos éxtasis. McGonagall había hablado con el Ministro para que él pudiera recibir los elementos que se le enviarían.

Un año -pensó- Sólo un año.


Hermione despertó buscando el calor de Draco, pero sin encontrarlo. La cama se hallaba vacía, y al notarlo abrió los ojos, despertándose por completo.

-¡Por Merlin! ¡No me despertó! -exclamó.

Se levantó lo más rápido que fue capaz, y bajo las escaleras. Buscó por toda la casa, pero sólo encontró a los elfos.
Volvió a subir al cuarto. Lloraba.

-Quería despedirme. -susurró. Cuando volvió a levantar su mirada hubo algo que llamó su atención: un sobre blanco se encontraba sobre el libro depositado en la mesita de noche. Lo tomó y leyó su nombre pulcramente escrito. Lo abrió, encontrándose con la carta de Draco.

"Desde el día que te vi colocarte el sombrero seleccionador hubo una fuerza que me atraía hacia ti, pero las cosas eran diferentes y eramos unos niños con mal temperamento. Pensé que esa atracción se disiparía con el correr de los meses, y años, pero me sorprendía lo mucho que esa fuerza crecía, arrastrándome hacia ti, una y otra vez.
Jamás hice las cosas bien, es un hecho que todos parecen saber. Nunca hice las cosas bien contigo. Siempre oculte lo que sentía, y desearía haber sido más estúpido y valiente para atreverme a decirlo mucho antes de lo que lo hice. Quizá podría haberme ahorrado ese puñetazo en mi cara ¿no crees?
El día del baile de Navidad... Merlín, de sólo recordarte con ese vestido me enamoro de ti una y otra vez.
En realidad, creo que ya estaba enamorado de ti en ese momento, pero mi orgullo me impedía admitirlo. Sin embargo, cuando te vi bajando las escaleras no pude pensar en nada más que besarte, abrazarte y pegarle a Viktor y a cierto pelirrojo por como te miraban.
Esa noche fue culminante en nuestra historia, ¿no te parece? Sé que empecé mal por burlarme de ti, pero ¿decirme que Pansy me engañaba con Theo? ¿Enserio, Hermione? Ellos ni siquiera se hablaban en ese tiempo. Me estoy riendo ahora.
Sabes, en el momento que me gritabas que eras mejor bruja que yo, hurón oxigenado, bla bla bla, lo único que podía pensar era en hacer sufrir al culpable de tus lágrimas (y también en besarte) pero entendí que no llorabas por Weasley, ya no. Llorabas porque me odiabas. Y en ese momento también me odie. Luego te abracé, y mande todo al demonio. Después de eso, sólo me importaste tú.
Nunca había sentido algo tan profundo por alguien.
Me haces feliz, y voy a estar eternamente agradecido por eso. Tú y mi madre son las únicas personas que estoy seguro de amar, y las únicas que me importan.
Cuida de ella este año ¿de acuerdo? Confío en ti. Ella aún no se recupera de la pérdida de Lucius, y yo no podré estar allí para contenerla.
Sé que ella puede ser obstinada, y fría, pero apreciara tenerte en la familia.
Me encantaría ayudarte a buscar a tus padres, voy a estar pensando en eso ¿cómo dicen los muggles? ¿Enviando mis fuerzas? Eso suena gracioso.
Buscalos, los encontrarás, y serás feliz. Quiero que seas feliz, entonces yo también lo seré.
No olvides escribirme, yo lo haré bastante seguido.
No quiero despedirme, Hermione. Esto me está costando mucho, no quiero separarme de ti. Lo siento si no lo hago, es por eso que escribo esta carta. Creo que no sería capaz de decirte esto frente a frente.
Espero que me entiendas.
Cuidate. No me extrañes demasiado. Volveré pronto.
El tiempo pasará rápido.
Te amo, Hermione Granger, no lo olvides. Te amo.
Te veo pronto.

Tuyo sinceramente.

D. L. M."

Falling in love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora