IV

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  «Lips so good I forget my name, I swear I could give you everything. I don't need my love, you can take it, you can take it, take it, I don't need my heart, you can break it, you can break it, break it». 




Lo abrazó tan fuerte que Draco sintió por un momento, que todas sus partes rotas estaban juntas de nuevo.

Ella no comprendía como el padre de Draco podía ser tan cruel. ¿Cómo podía permitir que su hijo sufriera todas aquellas atrocidades sin mover un dedo siquiera? ¡Y todo pasaba en su propia casa! Era indignante. Ahora era capaz de entender por qué Draco se había comportado de esa forma. Por fin había entendido que Draco no era malvado, no era como se mostraba. Había crecido rodeado de lujos, malos ideales, y un padre demasiado estricto, él debía acomodarse a ese estilo de vida, por más que no le gustara.

—Gracias... —le susurró él al oído. Lo cual tensiono a Hermione, que se separó lentamente.

—Debes huir. —le dijo, firmé—. Vete, no mereces nada de lo que has pasado. Vete, él no te encontrará. Buscaremos la forma de ayudarte.

— ¡Tú no lo entiendes! ¡Él me encontrará! ¿Y qué pasara con mi madre? Si me voy, la matará. —decirlo era totalmente doloroso. No podía concebir una vida sin su madre.

—Algo debemos hacer. —susurró la chica, aunque su voz se quebró, demostrando que entendía y se daba por vencida. —Ahora entiendo a qué le tienes tanto miedo, Malfoy. Créeme que si pudiera hacer algo para salvarte de todo esto, lo haría.

Draco no pudo contenerse luego de aquellas palabras. La contemplo con dulzura, aprisiono sus mejillas con sus pálidas manos y lentamente se acercó a su boca. Hermione no supo cómo reaccionar, y se dejó llevar. Ambos se sumieron en un profundo beso.

Hermione no cabía en sí. No podía creer que Malfoy la estuviera besando... y se sentía tan bien. Jamás alguien la había besado antes. Viktor Krumm solo había dejado un pequeño y casto beso en su mejilla. Pero aquello era totalmente diferente. Draco la besaba con ternura y deseo, cómo si hubiese estado soñando con ese momento durante toda su vida. Y de hecho, así era. Desde el día en que la vio pasar al frente y colocarse ese maldito sombrero seleccionador que la envió a gryffindor en su primer año.

Ahora sí, Draco podía entregarse a la muerte sin ningún remordimiento. ¡Que venga su padre junto a Voldemort a matarlo! ¡Que lo torturen hasta la locura! Jamás, jamás, podrían borrar ese momento de su consciencia. Nadie podía, de ninguna manera, hacer que dejará de quererla, desearla. Y ella estaba allí, permitiendo que él la bese y correspondiéndole. ¡Que lo maten, pues moriría feliz!

Se separaron lentamente. Ninguno de ellos sabía qué decir.

—Granger, yo...

—Malfoy, lo... —ambos hablaron al unísono. Y rieron.

—Lo siento. —habló él—. No debería haberlo hecho. Sé lo que sientes por la comadreja... Lo siento, ha sido imprudente.

—Tú no sabes nada. —respondió, divertida.

—Mira Granger, sé que te ha gustado besarme pero disimula un poco. —una sonrisa se apodero del rostro del muchacho.

Seguían demasiado juntos. Si Hermione levantaba un poco su cabeza, podría volver a besarlo. Pero no lo haría, aún seguía confundida con el primero, no podría agregar un segundo.

—Oh no seas mentiroso Malfoy. Me has besado porque cuando Parkinson se entere le dará un ataque y dejará a Zabinni por ti, otra vez. —Draco abrió los ojos como platos.

—Nah, yo solo quería saber que se siente besar a una sang —al darse cuenta que estaba por insultarla, se frenó. —a una ¿hija de muggles?

—Malfoy, Malfoy, tu ego sigue tan intacto como hoy en la mañana.

No sabía cómo podían estar riendo luego de todo lo que Draco le había confesado. Pero al menos, le reconfortaba saber que había causado risas en él y no llanto.

— ¿Por qué te juntas con Crable y Goyle si tus amigos son Zabinni y Nott? —preguntó curiosa. Ambos se habían sentado en el suelo, uno frente al otro, en posición de indios.

—Mi casa ha sido reunión de mortífagos incluso antes de que quién-tu-sabes regrese, mi padre siempre tuvo más confianza para esos asuntos con los padres de ellos. Por lo tanto, nosotros nos conocemos prácticamente desde que nacimos, en cambio el padre de Theodore se unió unos años después, y la madre de Blaise no se relaciona con ese mundo... Así que, mi padre siempre ha querido que yo sea amigo de Crable y Goyle porque debo seguir sus pasos. Incluso con las amistades. —comentó, con una mueca de asco al final.

—Eso es... despreciable. —dijo, y agregó: —Lo siento, pero es la verdad. —al darse cuenta de que estaba insultando al padre de Draco.

—Lo sé, lo es. —respondió él.

Hermione miró las estrellas una vez más. ¿Cuántas horas habrían pasado? No lo sabía con exactitud, pero creía que unas dos o más. Era tarde cuando le llegó la nota de Draco.

—Uhm, Draco —dijo, llamando su atención. —Creo que ya es tarde. Debo ir a descansar... mañana tenemos clases.

—Sí, lo siento. ¿Te acompaño? —pregunto.

—Claro, la capa de invisibilidad nos puede esconder a ambos. —al decir esto, Draco se percató de que Hermione tenía su puño apretado, como si estuviera sosteniendo algo. Era la capa de Potter, claro. Ella no se arriesgaría a ser descubierta y castigada.

Se colocaron la capa, estaban demasiado cerca el uno del otro, sus brazos se rozaban, y a causa de esa simple acción Hermione tenía las mejilla sonrojadas. Deseaba que Draco volviera a besarla. Y Draco deseaba volver a besarla, pero nada de eso ocurrió. Ambos se fueron de allí y para su suerte nadie los encontró en el camino. Al llegar a la dama gorda, se quitaron la capa de encima.

—No sabes cuánto valoro que te hayas quedado, y me hayas escuchado. Eres una buena persona. —se acercó a su rostro. Por un momento, ella creyó que iba a besarla. —Y una hermosa mujer. —susurró en su oído. Luego, se alejó—. Jamás dejes que un idiota como Malfoy te haga creer lo contrario.

—Me confirmas que eres un idiota cuando te refieres a ti mismo en tercera persona —ella rió y él fingió ofensa—. Siempre que necesites puedes contar conmigo.

Draco depositó un suave beso en su mejilla, y se marchó.

Hermione entró a su sala común, sonriendo, algo confundida. Con el único beso que Draco le había dado, ya había tomado todo su amor.


Falling in love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora